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Ya era lunes y todos se veían terrible. No sabía que una resca pudiera durar tanto, que bueno que no tomé. Casi no pude hablar con los chicos, ocuparon todas sus energías en aparentar sobriedad frente al Sr. Shue. Aunque no me sorprendería que él estuviera igual, llegó con lentes oscuros a la escuela y el ensayo terminó media hora antes de lo normal.

A la única que no había visto era a Quinn, no habíamos hablado desde el sábado y mi paranoia decía que me estaba evitando. Eso solo significaba una cosa: recordaba lo que pasó.

Si ese era el caso, se me ocurrió que se iría a algún alejado y solitario, como las gradas del campo de fútbol, el equipo no tenía práctica así que estaría vacío.

Y en efecto, ahí estaba. Sentada bien arriba tomando uno de esos raros batidos que preparaba la entrenadora Sylvester. Apenas me vio caminar hacia ella, se puso de pie y tomó su bolso, estaba lista para salir corriendo.

-¿A dónde vas?- Ella me miró apenada, abrió la boca para responder pero no dijo una palabra. Estaba nerviosa, claro que recordaba lo que pasó.- Tenemos que planear nuestra candidatura.-

-¿Qué?- estaba confundida por mis palabras.

- Para el baile...

- Claro, si... - volvió a sentarse y yo hice lo mismo. - Pensé que ya no querías hacerlo... ya sabes, por...

- Eso no tiene nada que ver, enserio quiero hacerlo. Y no tenemos que hablar de eso si no quieres... aún. - le sonreí y ella hizo lo mismo. Nos concentraríamos en la candidatura y hablaríamos de eso más adelante, ese fue nuestro acuerdo.

Era increíble, nos entendíamos solo con una mirada. Me costó llegar hasta ese punto con ella, pero ya la podía considerar una gran amiga... ¿o algo más? Lo del sábado ciertamente hacía que me cuestionara muchas cosas. Y por su mirada, podía deducir que a ella le pasaba lo mismo.

Se formó un cómodo y largo silencio que fue roto por Puck que subía las gradas con velocidad.

-Con que aquí estaban... te hemos buscado por todos lados.- Se quejó cansado dirigiéndose a la rubia.

- ¿Qué es lo que quieres Puckerman? Estamos en medio de algo aquí. - Mi amiga, tan amorosa como siempre.

-Ya van a anunciar a los candidatos oficiales para reyes, vamos.

Eso sonaba interesante. Quinn y yo volvimos al edificio junto a Puck lo más rápido que pudimos. No nos podíamos perder eso, por fin nuestra candidatura sería oficial.

Era la hora del almuerzo, así que buscamos a los chicos en su mesa habitual. Todos los alumnos estaban expectantes por las noticias. De pronto se escuchó el molesto sonido de los viejos parlantes de la escuela indicando que el director Figgins iba a hablar.

-Atención, atención estudiantes y maestros de la Preparatoria William Mckinley, les habla su director Figgins. Prepárense para conocer a los candidatos para rey y reina del baile.

Quinn estaba tan emocionada que no paraba de moverse y murmurar cosas mientras Figgins hablaba, no me dejaba escuchar. Era la primera vez que la veía mostrar emociones con más gente alrededor. El comunicado del director terminó y hubo mucho ruido en la cafetería, todos felicitaban a sus amigos nominados. En eso Mercedes habló.

-Esperen un momento...- me miró directamente a los ojos impactada y me apuntó con el dedo. - ¿Te vas a postular? - yo solo asentí. - ¿Pero con quién?

- Conmigo - Quinn respondió por mi, apenas pudiendo contener la emoción.

Todos en la mesa se quedaron callados, mirándonos y mirándose entre ellos. Pero Puck, una vez más, rompió el silencio.

- ¡Esto será genial!


La verdad nos asustamos un poco en ese momento, pero al parecer la noticia solo los tomó por sorpresa. Realmente les gustaba la idea y nos apoyaban al 100%. Eso era bueno, era exactamente la reacción que buscábamos: impacto. Éramos de esas parejas interesantes, que nadie se esperaba, el factor sorpresa seguro nos daría ventaja.

Tenía mucha confianza en que ganaríamos, ella era menos mala y la gente empezaba a quererla, y yo... bueno, dejé callada mismísima Quinn Fabray en mi primer mes en Mckinley,  eso era bastante bueno. Teníamos muchas posibilidades, además teníamos a Kurt para elegir nuestra ropa y Puck junto con Finn estaban de nuestro lado, ellos podían convencer a cualquiera de darnos su voto.

El club Glee se presentaría en el baile, Air Supply había cancelado a último momento y ya no tenían tiempo para contratar otro grupo. Por suerte no me coincidía con ninguna clase, así que podía presenciar los ensayos. Estaba en un extremo del salón mirando los instrumentos que los chicos de la banda habían dejado instalados.

- ¡Oye! ¿Sabes tocar? Si, claro que sabes, ven aquí.

Mike me sacó de mis pensamientos y me empujó al centro de la habitación.

- Nos falta un miembro para el número de cierre.- me dijo el Sr. Shue.

- ¿Y yo qué culpa tengo?- pude sentir lo que venía, peor no me podían obligar a cantar, no iba a hacerlo, ni siquiera estaba en el club.

- Vas a cantar conmigo después de que nos coronen. - A nadie parecía importarle mi opinión, ni siquiera a Quinn, que buena amiga...

-Toma la guitarra, ahora te paso los acordes.- Rachel puso el instrumento en mis manos y se puso a revisar una carpeta llena de papeles.

- Oigan, no. Yo no canto, tal vez solo en reuniones familiares y ad...

- Ya supéralo, solo serán unas 400 personas. - Me pregunto si Santana de verdad pensó que eso me animaría.

- No, no puedo hacerlo, es injusto, no soy parte del club y...-

-Pues ahora lo eres. - Sentenció el Sr. Shue entregándome una hoja con la letra y acordes de la canción. - Vamos, no hay tiempo. ¡Desde arriba!

Algo nuevo (Glee Y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora