Susurros del corazón.

Caídos.

Naruto ni Highschool DXD me pertenecen son de sus respectivos dueños así como los animes que salgan aquí.

Sin mas que decir se despide su amigo y que comience este jodido capítulo.

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Naruto caminaba por los pasillos del cielo, una sonrisa radiante estaba en su rostro.

Ikaros iba atrás de su maestro analizando cada arma de su armamento, su dueño básicamente entraría en el nido de Caídos más grandes que había y más de uno tenía sentimientos de venganza en contra de la raza de su señor.

-¿Qué haces Ikaros?-Preguntó Naruto confundido al ver los ojos de Ikaros carmesí.

-Precaución, estoy analizado cada una de las armas de mi sistema Urano, iremos donde hay mas de tres millones de soldados caídos, analizó cada arma ya que deben de estar en perfectas condiciones para un enfrentamiento bélico-Habló Ikaros mientras que Naruto le veía.

Naruto vio raro a Ikaros ya que lo que estaba diciendo entre líneas era "cuantas armas tengo para matar caídos y cuanto me tardaría en hacerlo", todos estos años viviendo con Ikaros le habían dado esa percepción de las palabra de la Angeloid.

-Ikaros no vamos a batallar, nos han enviado de buena fe, debemos dejar una imagen del cielo respetable-Habló Naruto viendo a la Angeloid quién tenía la sandía entre sus brazos.

-La imagen del cielo es respetable, pero la lógica dicta que habrán caídos que quieran venganza, mis sistemas dictan que su salud es por encima de todas las demás, master deme la orden y todos los caídos morirán-Habló Ikaros mientras veía ha Naruto quien suspiró.

Naruto sonrió mientras negaba ante aquellas palabras de Ikaros.

-Ven mejor vamos a empacar-Habló Naruto mientras que Ikaros asentía.

Ambos siguieron su camino tranquilamente mientras Naruto seguía convenciendo a Ikaros de no usar sus armas, basta decir que la Angeloid dijo que usaría técnicas mano mano aunque fueran más "sucias" a la hora de limpiar.

Horas después.

Los ojos de Naruto brillaban mientras caminaba con un portafolio de ejecutivo, Ikaros caminaba atrás de el con su siempre cara serena.

Gente iba y venía en la carretera, todos les veían confundidos y sonrojado, algunas mujeres babeaban viendo con hambre a Naruto quien se movía incómodo ante aquellas miradas voraces, el no era un bocadillo.

Ambos iban en trajes de ejecutivos de color gris, zaptillas negras, camisa manga larga blanca y corbata negra, gabardinas color cafe.

"Naru deja de tratar de quitarte la corbata"

Naruto gimio de incomodidad en aquel traje, se sentía encadenado ya que los trajes el cielo eran más cómodos y más flexibles.

-Pe-Pero…-Habló Naruto mientras daba media vuelta.

Gabriel caminaba atrás de ellos con tranquilidad, iba vestida de igual manera que ellos sólo que su traje la hacía más hermosa de lo que era, su pelo rubio caía como una cascada mientras estaba peinada estilo Twist.

Muchos hombres se ajustaban sus pantalones al verla caminar o más bien sus senos que se movían a cada paso que ella daba.

A la par de Gabriel estaba un hombre vestido igual que todos ellos, tenía una mirada tranquila pero con una sonrisa al ver la escena.

El hombre era alto de 1'80 a 1'95, su pelo era castaño oscuro, sus ojos grieses como un par de monedas de plata, su piel era bronceada.

-Debes aprender a utilizar los trajes, cada vez que te envíen a una misión usaras estos o los de la Iglesia-Habló el hombre con una sonrisa mientras Naruto se cruzaba de brazos.