Capítulo 4

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Tuve está historia en borrador por varios meses, pero ahora me he decidido a seguirla. <3

Habrán muchas sorpresas y giros inesperados.

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Llegue hecha un susto al instituto.

Me adentré a las instalaciones, había unas cuantas personas dispersas por los pasillos, todos permanecían con el semblante serio y cabizbajo, me llamo mucho la atención que casi la mayoría vestía con colores muy oscuros.

De pronto tuve una fuerte sensación de sentirme observada, me volteé y vi cómo una pálida muchacha me veía con desgano, sus ojos se veían apagados y parecía que carecía de vida ya que apenas si escuchaba su respiración al mismo tiempo que permanecía estática. Rápidamente posó su mirada sobre mi muñeca por un buen rato, mucho diría yo, hasta que pareció sorprendida y salió apresurada de los pasillos.

Me sentí confundida y perdida al mismo tiempo, ¿quién era esa chica?

Seguí de frente aún con esa pregunta atacando mi mente a la vez que buscaba mi salón, no tenía ni idea de cuál de las tantas aulas era la mía, solo tenía un pequeño papel que tenía escrito, "N-9".

Daba pequeñas zancadas recargadas con total desgano hasta que al alzar la mirada me topé con el famoso salón N-9, suspiré dentro de mí y di un paso al frente un tanto nerviosa, me mantuve recta en la entrada y mi vista se perdió hasta al fondo de los asientos, dónde yacía un pelinegro, que había clavado su mirada recargada de furia totalmente repulsiva hacía mí.

Tenía unos rasgos muy distintivos, poseía unos característicos ojos azules afilados y clavados en mí cómo si tratase de buscar algo, aquellos ojos relucían con la luz que entraba por la ventana de al lado, sus cejas pobladas se veían de un tono muy oscuro y le daban vida a cada una de sus expresiones faciales, su boca era una curva algo delgada y torcidamente perversa, también podía apreciar su recta y perfilada nariz.


Se encontraba vestido elegantemente con un blazer negro y unas botas de cuero estilo cazador del mismo color, parecía jugar con una navaja, después de un momento noté cómo tomaba el mango de dicha arma blanca y con esa misma comenzó a escribir algo sobre su carpeta, quise acercarme un poco para ver de qué se trataba y casi me quedo helada al ver lo que tenía escrito.

"Deja de husmear Sarah"

De pronto sentí un fuerte agarre en la muñeca que me hizo girar tal bailarina de las cajitas musicales.

—¡Sarah! —me saludo Becka esbozado una nerviosa sonrisa—¿Qué haces aquí? —cuestionó dedicándome una mirada extraña, estuve a punto de contestar, pero me detuvo al instante—¡Nos están esperando! —me tomó bruscamente y me saco casi jalando de ahí.

Al final del pasillo me solté y la miré perdida.

—¿Quién mierda nos espera? —enarcé una ceja confundida—

—Nadie—inquirió con la voz temblorosa—Estabas en el salón N-8.

—¿Qué?, Si ahí claramente decía, "N.9"—me volví hacia el pequeño letrero de la entrada y lo señalé—. ¿Lo ves?

—Es una trampa—masculló entre dientes.

—¿Eh?

Ella solo fingió no escucharme.

De pronto escuché el sonido de la campana que avisaba el inicio de las clases, Becka me indicó dónde quedaba mi aula que para mí sorpresa también era la de ella, así nos encaminamos hacia la dirección contraria, y efectivamente en la entrada se apreciaba el cártel escrito con el "N-9", Pero..., ¿Por qué el otro también lo tenía?, ¿Y por qué Becka había dicho que se trataba de una trampa?

Los Chicos Del Presagio 🚫FINALIZADA🚫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora