Los Chicos Del Presagio 🚫FINALIZADA🚫

Capítulo 5 (+18)

ADVERTENCIA

El siguiente capítulo contiene una escena controversial explícitamente detallada sobre un asesinato.

Si deseas leer el capítulo y saltarte dicha escena al comienzo de los hechos aparecerá el símbolo (»).

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«Hay puñales en las sonrisas de las personas; cuanto más cercanos son, más sangrientos.»

~Flashback~

Clase de deportes en el instituto..., El profesor enseñaba lanzamiento de jabalina a los estudiantes, todos se hallaban muy ansiosos, el reto principal que hasta ahora nadie había logrado realizar era el tiro perfecto para lograr clavar el centro de unos maniquíes que colgaban a lo lejos.

Todo bien, pero..., ¿Acaso los maniquíes podían moverse?

~Fin del flashback~

Caminaba por el asfalto con las manos enterradas en los bolsillos, mi alma gritaba hasta desgarrarse por dentro, por fuera hacía todo lo posible para no verme asustada, aunque creo que mi rostro me delataba de todos modos.

Las calles se encontraban solas envueltas en un silencio total, uno de esos que solían dejarme helada.
Ni por casualidad había alguien por ahí, mucho menos niños jugando.

Sin duda parecía que todos aquí llevaban vidas totalmente monótonas, aun así Becka me había comentado sobre la existencia de algunos cinemas y tienditas dentro del pueblo, claramente no había tanta demanda de estos como en la gran ciudad pero ella con una gran sonrisa de oreja a oreja se esforzó por explicarme lo mucho que amaba ir ahí, que le gustaba más que a todos los cines a los que había ido en su vida, ¿Por qué?, No lo específico bien, solo que la experiencia aquí era totalmente realista, cada escena, cada parte, cada movimiento..., lo cual me parecía un tanto raro aunque a la vez interesante por lo cual quedamos en ir algún día.

Eran aproximadamente las cuatro de la tarde y seguía desplazándome con cuidado por la larga ruta que me conducía devuelta a casa de mis abuelos, para mí era solo la de ellos, me sentía muy rara denominándola yo misma como mi hogar cuando realmente no lo sentía así y algo en mi interior me decía que así lo sería siempre.

Minutos después llegué, rodee la cerca que me separaba de la entrada y subí los pocos peldaños de la entrada, después de eso me dispuse a tocar, algo que me fastidiaba hacer ya que no quería incomodar y sentirme una carga más de lo que ya era así que apenas tuviera la oportunidad sacaría un duplicado.

Sorpresivamente casi al instante la puerta se abrió dejándome ver a mi abuelo detrás de aquella haciéndome una seña para pasar, cualquiera pensaría que había estado bastante pendiente de mi llegada, ¿O no?, se veía pálido, su expresión relucía un tanto cansada y sus profundas arrugas le daban un aspecto acabado aun así tenía una figura muy cuidada para su edad.

Entre y saludé dándole un beso en la mejilla lo cual parece que lo incómodo ya que se apartó de inmediato y cerró la puerta de golpe.

—No debes realizar muestras de afecto en público Sarah—dijo para posteriormente acabar carraspear fuertemente.

—Solo estaba saludando, además estaba aquí no en público, mucho menos podría haber alguien viendo.

—La puerta estaba abierta eso aquí se considera estar en público, aunque tú no puedas verlo todos observan.