❀꒰·05. ೃ࿔

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❲🌻 Quincy PoV 🌻❳

Me tiré a la cama aburrida, intentando matar el tiempo pues era obvio que no tenía nada para hacer antes de irme a casa de Finn, le había mentido una vez más, aunque no lo quisiera, nuestra relación tendría que estar llena de mentiras.

Decidí salir desde ya, de todos modos eran las tres menos cuarto y tenía un largo camino que recorrer para llegar a la hora estipulada.

•••

Al estar en frente de la casa decidí hablarle por Instagram, recibí una respuesta rápida y lo ví asomarse por la ventana junto a la puerta para corroborar que estuviese ahí, al haberlo comprobado procedió a abrirme así que entré junto con él. Su casa era bonita, las paredes llenas de fotos de la familia y muebles de color beige, era una decoración simple pero con mucha clase; lo más colorido en la habitación eran los cuadros, contrastando todo a su alrededor.

Caminamos hasta la sala en donde nos sentamos en un mismo sofá, Finn encendió el televisor y conecto su consola, me ofreció uno de los controles y lo acepté con gusto.

—Hey, Quincy...

Antes de que pudiese responderle al ruloso, divisé a Nick Wolfhard entrar y pasar a sentarse a otro de los sofás, sin saludarme pero mirándome constantemente con una expresión negativa. Bajé mi mirada al mando y tosí tratando de hacer notar mi incomodidad.

Noté a Finn hacerle un pequeña seña a Nick para que saludara o dijera algo.

—Y bueno Finn, ¿Quién es tu amiga...?

—Nick, y-ya la conoces... no seas grosero— murmuró el pecoso con nervios.

—Sí, lo sé, pero la hemos visto tan seguido... tan cerca... casi todos los días, así que no sé, ¿no te parece aunque sea un poquito sospechoso?

—Nick... ya...

—Quizás ni siquiera se llama como dice que se llama.

Me removí en el asiento, sin responder, no tenía energías para defenderme y podía levantar aún más sospechas en el chico con cualquier cosa que saliera de mi boca.

—Además, nunca responde, ¿Acaso tienes que ocultar todo de todos, Quincy?

—¡Nick, para ya! ¡No tienes que ser un imbécil tan grande! ¡Ella no te hizo nada!

El mencionado sólo se quedó callado mientas seguía con la mirada fija en mí, con esa expresión de sospecha aún en su rostro, se notaba que me odiaba, o al menos que no le gustaba para nada. Se levantó y ambos lo vimos irse enojado, suspiré y seguí viendo la televisión nerviosa.

—Hey, lo siento, no quería... no sabía que podía ser tan imbécil, disculpa, no sé cómo disculparme por lo que dijo pero lo siento, no sé por qué habrá dicho todo eso.

Me mantuve en silencio unos segundos y asentí dando a entender que no importaba.

—Esta bien, digo, ¿no puedes agradarle a todo el mundo verdad?— Reí nerviosa e incomoda.

Se creó un pequeño silencio incómodo entre nosotros. Finn levantó su mando y apuntó a la pantalla para dar inicio a una partida de Mario Kart aún en silencio.

•••

Llevábamos al menos una hora jugando, gran parte de la incomodidad había sido reemplazada por risas y conversaciones fluidas.

—¡Aish! ¡Tienes que estar haciendo trampa! ¡No puede ser posible que llevemos casi 10 partidas y yo siga perdiendo!

Wolfhard detuvo el juego para luego mirarme mientras se reía claramente de mí.

—¡No es culpa mía que juegues tan mal, Adams!

—Me las pagarás, ¿oíste Wolfhard?

—Oh, qué, ¿acaso pagarás un sicario, le dirás que eras muy mala en el Mario Kart Y una mala perdedora?

—Claro... ¡No debiste meterte con una psicópata de primera!

Ambos seguimos riendo a carcajadas, un poco afectados por el ambiente de juego. Vimos a Nick entrar una vez más, sin esa expresión de notoria sospecha, pero sí aún serio, lo más probable es que por mi sola presencia es que no podía sonreír; Intenté ignorarlo y seguir jugando, buscando una venganza en el juego de autos.

•••

—¡Finn, cariño! ¡Ya llegamos!

Nos encontrábamos viendo un vídeo que había grabado con su grupo de amigos, por lo que el ambiente estaba un poco más relajado, Finn paró el vídeo y se levantó para saludar a sus padres, yo, por educación y porque la señora Wolfhard era un amor de persona hice lo mismo.

—Trajimos pizza-dijo el señor Wolfhard dejando tres cajas de pizza en la mesa.

Ayudé a ordenar la mesa para no estar  ahí parada haciendo nada, y procedimos a sentarnos rápidamente.

•••

—¿Y tienes algo para contarnos, Quincy? ¿Te gustó la pizza?

—Si señora Wolfhard, gracias... y bueno... lo único nuevo que tengo para contar es que en unas semanas me mudaré-debía mentir para cumplir con mi "plan".

—¿Oh, enserio? Tú vivías cerca de aquí, ¿No?

—Sí... antes, pero mis padres compraron la casa de un viejo conocido— sonreí y luego recordé mi objetivo principal —¡Oh! Y también, pronto mis hermanitos tendrán su fiesta de cumpleaños y quería preguntarles si Finn podría acompañarme ese día, incluso ustedes podrían pasar también, es sólo que no desearía estar sola con tantos niños pequeños— reí, con la madre de Finn riendo junto conmigo.

—Me parece muy bien...

—Será en la nueva casa, para que se acostumbren y todo eso— sonreí —¿Entonces, irán? ¿Dejarían a Finn acompañarme y salvarme del aburrimiento total?

—Claro que lo haremos— respondió el señor Wolfhard, aprovechando de sacar otra rebanada de pizza, era un hombre de pocas palabras, pero me agradaba.

—¿Enserio?— le sonreí —¡Gracias! ¡Me salvan la vida!— grité y solté una carcajada de la emoción.

Se escucharon pequeñas carcajadas de parte de la familia y nos dispusimos a terminar de cenar.

ᴘᴀᴘᴀʀᴀᴢᴢɪ; ғɪɴɴ ᴡᴏʟғʜᴀʀᴅDonde viven las historias. Descúbrelo ahora