Capitulo 6

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Alec, un alto chico de cabello negro y ojos esmeralda la miraba de pie, mientras Alice se levantaba del suelo con gran pesar, por un momento había creído que Pan estaba frente a ella.

—Imbécil —gruñó ella, aceptando la mano que el chico le tendía, levantándose adolorada del suelo.

—Lo siento Alice —se disculpó entre risas —no quería asustarte así.

Bufó como única respuesta, sacudiendo su ropa llena de tierra, dejando que él chico le quitara las hojas que habían terminado enredadas en su cabello.

—¿Querías algo, Alec?

—Nada, en realidad —el se encogió de hombros, sacudiendo su cabello —Felix dice que no te duermas, tiene un mal presentimiento.

Entonces si vino por algo, pensó ella, confundida, pero solo asintió, llamando al pequeño grupo de adolescentes (los mayores del campamento) en el cual se encontraba Alec y Logan, pues todos ellos tenían diecisiete, la edad "máxima" para estar en dicho campamento.

El grupo de chicos se acerco entre quejidos, pero al menos se acercaron, no como otras veces, en donde la rubia debía acercarse porque ellos la ignoraban.

—Los necesito —ante las sonrisas pícaras que se formaron en los rostros masculinos, Alice bufo —dejen de pensar sucio, cochinos. Necesito que Logan y Mason estén en el sector norte del campamento, Aaron y Nathaniel en el sur, Shawn y Sean en el este y Alec y yo en el noroeste; vigilen cada sector, y si ven algo extraño, avísenle a Félix o a mi, al que tengan más cerca —ante el asentimiento del grupo, la chica aplaudió —¡muévanse!

Alec y Alice se acomodaron nuevamente en el árbol, Alec en la rama derecha y Alice en la izquierda, cada quien pendiente de una parte.

El molesto sonido que provocaban las espadas al chocar lograba poner nerviosa a Alice, por lo que su mirada estaba fija en el bosque, atenta a cualquier movimiento extraño.

El combate se desarrollaba sin ningún problema a las espaldas de la felina, por lo que ella podía estar "tranquila" si se trataba de ese tema.

Pero algo cambio, el sonido del viento cortarse, un objeto salir de entre la oscuridad del bosque, un grito ahogado.

—¡Al suelo! —ordenó la mujer, se había teletransportado frente a Kaleb, (uno de los niños que competía), y había atrapado entre sus dedos una filosa daga, la cual iba en dirección a la cabeza del niño.

Todo fue silencio por unos segundos, tal vez en espera de otro ataque... pero nada sucedió; Felix fue el primero en levantarse lentamente, siendo seguido por Alice, y luego, por el resto del campamento, todos alertas a cualquier otra cosa.

—Quiero a todos en sus respectivas cabañas... ¡ya! —el montón de niños perdidos salieron corriendo a sus respectivas cabañas, dejando a la fémina con Felix —necesitamos a Pan, esto no es normal.

—No, no lo es —el rubio, el cual se había agachado para tomar la daga que ahora estaba en el suelo, mostró a Alice un papel algo quemado.

No son los únicos en la isla.

Decía el papel, ambos "líderes" se miraron con confusión, y fue Felix quien guardó el papel, recordando que debía dárselo a Pan a penas éste regresara.

—Felix ¿que haremos?

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