CAPÍTULO 1

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Lluvia.
Frío.
Poca gente.
Esas eran las palabras que se cruzaban por mi mente cuando pensaba en Forks, ¿ qué debía hacer yo en ese pueblucho? Adémas... tendré que convivir con mi tío, Jeremie, o como le digo yo, el pervertido. Desde muy pequeña sé que el tio Jeremie-que realmente se llama Jeremiah pero no le gusta que le llamen así-es mujeriego, eso no me agrada para nada, obviamente pero como decia el buen hombre de mi padre, aunque con las mujeres no se deba de jugar, no soy nadie para decirle lo que debe hacer a mi hermano.
No me gusta, no me gusta nada de él para ser exactos, pero era nuestra ultima opción puesto que, a mi padre, lo asesinaron por deber mucho dinero y se quedaron con todo lo que teniamos, almenos logró que no se me quedaran a mí.
   -¿ En que piensas gusano ? // preguntó la pesada de mi madrastra, a la cuál llamo bruja, porque si exisitieran ella entraria en su perfil.
   - En nada que deba importarte en absoluto // realmente no me gustaba la idea de ir a Forks por el simple hecho de haber de suportar a esos dos bichonzuelos-el tio y mi hermana-y no por nada más. Me gustaba la soledad, nunca he tenido un amigo y no creo necesitar uno, tener amigos es comprometerte a alguna cosa, y no me va eso.
   - Maldita gusana // susurró la bruja entre dientes, lo cuál yo intente no soltar una carcajada por su cara roja por la humillacion.

Realmente la bruja y yo mantenemos distancias, a ella no le caigo bien, pero no me odia. La unica razon por la que me cuida es porque se lo promentió a mi padre antes de que muriese, ya podrian habersela llevado de paso.
  Mi padre estaba por entrar a los cinqüenta años de aquí a poco, era un hombre bajito y delgado, de pocas palabras en general.
  Mi madre era, al contrario que mi padre, alta y de buenas curvas. Pero era seca y arrogante con la gente. No le eran necesarios los amigos, como a mi.
Era la típica rubia de ojos azules de las películas que se creia más que nadie. La odiaba y la odiaria si siguiese viva por eso.
Y yo, pues, digamos que soy especialita. Tengo los ojos grises y el pelo de un color marrón rojizo. Mis labios son de color coral brillante, mi nariz es recta y puntiaguda y mi tez es pálida. Si no fuera porque la gente que me conoce lo sabe, más de uno me abría llevado al hospital pensando que me encontraba mal o algo por el estilo. Mido 1,68 m y soy bastante pesadita, pero no estoy rechoncha ni nada por el estilo, al contrario, aunque no me guste el deporte-no se me da muy bien tampoco-muchas veces salgo a correr.
   -Llegamos // sentenció la bruja // anda bájate gusano.
Hice caso omiso a su actualmente mote favorito y bajé del coche lentamente para hacerle enojar, solté una risilla cuando vi su cara de enojo.
-¡No tengo todo el dia! // gritó. Tuve que morderme la lengua para no reirme de su cara.
-Pero yo sii~//canturreé y le guiñé el ojo. Cuando vi sus intenciones corrí al maletero de su apestoso auto y saqué mi pequeña mochila, donde llevaba mis únicas pertenencias. Ella, cuando se oyó el golpe del maletero chocando contra el coche se fue a una velocidad nunca vista.
Suspiré y alcé la vista para encontrarme con mi nuevo hogar. Era pequeña, segun lo que me explicó mi hermana que llego ayer por la noche, tiene un baño a compartir, dos habitaciones, una cocina, un comedor y un cobertizo. Pero, no mencionó nada de un "garaje", si es que se puede llamar así. Estaba montado desastrosamente. Era una sabana sujetada por cuatro palos de madera, dos de ellos torcidos el uno hacia el otro. La mecánica no era lo suyo, definitivamente. Lentamente comencé a caminar hacia la casa, no sabia que me esperaría viendo como estaba el supuesto garaje. Suspiré y me susurré un intenta salir de esta casa con vida para luego tocar el timbre.
Volví a tocarlo, ya era la quinta vez que repetía el mismo acto. Me dispuse a tocar por sexta vez, pero no ultima, cuando oí unos pasos hacia la puerta y está se abrió dejando ver a un Jeremiah muy enojado.
   -¿acaso te has perdido idiota?// preguntó. No me había reconocido. No me extraña, són las diez y media de la noche, probablemente estaba por irse a dormir o a lo que fuera que se dedicara cada noche. // ¿quien eres?
   -¿ya no te acuerdas de tu sobrina, tio~?// canturreé de forma divertida
   -¿___? // en su rostro se mostraba perplegidad// ¿____ Anderson?
Asentí, después de millones de disculpas-apoyado en el marco de la puerta-por no haberme reconocido me hizo un seña para que entrase. Sabía que las disculpas no iban enserio, que seguramente-por la bata que llevaba-estaba en algo "importante". Ya me entendeis.(7u7) Me dijo que mi hermana había ido a comprarme algo de ropa, mierda pensé, mi hermana es de las que usan ropa de colores. Voy a parecer puticornio. Me sacó de mis pensamientos y me llevó a mi "habitación", era el EXcobertizo, el cuál ahora su ventana estaba limpia, había una cama, un escritorio y un baño un poco feo y sucio-ya me encargaria de eso-pero estaba bien montado. Eso era demasiado para el mujeriego de mi tío, seguro era obra de mi hermana, aunque por lo que deduzco, no abrá visto el orrendo baño. Pensándolo bien, me había tocado dormir en la parte más alta de la casa-un poco bajita pero como si yo fuera la más alta del país-y tenía baño propio, no tendría que compartir con ese bicholino.
Toc toc
Abrí la puerta y me encontre a una joven chica rubia, de ojos marrones. Más alta que yo, 1,74 m-maldito pino-con unas gafas sujetas en la cabeza, no se como explicarle que se usan para ver y no como accesorio. De un tono de piel un poco más pálido que yo. Llevaba una sonrisa pegada al rostro.
-Te he traído esto//me mostró cinco bolsas, que dejó en la cama//espero que te guste, todo.
Se fué. Mi hermana es de las que acostumbra a dar la lata hasta que se cansa, y eso no era propio de ella, pero ni modo, mejor para mí.
Me sente con la pierna derecha sobre la izquierda y abrí la primera bolsa. No me importaba de que tienda se tratara, tampoco entiendo de ropa, maquillaje, peinados y así. Soy un bicho raro.
En la bolsa había ropa negra, gris, alguna cosa rojo sangre y blanca. Me encontraba FLIPANDO con que mi hermana supiera de mis gustos. Las camisetas eran talla M de hombre, justo la que usaba para no marcar mucho, aunque costaba porque si tenía mucho, y no es por presumir, así que uso tallas grandes para que no me digan operada o me intenten violar por allí. Y uso tonos oscuros para aullentar a la gente en caso de que mis curvas sean reveladas al mundo, solo mi hermana, que es plana, sabe de eso. Lo mejor de ello es que no está celosa, dice que se alegra por mí pero que debería mostrar más y podemos ver un claro ejemplo de sus intentos en la segunda bolsa, donde hay montones de ropas ajustadísimas, unas más grandes, otras más cortas.
En la tercera bolsa se encontraban unas converse rojas las cuales siempre quise pero mi presupuesto no llegaba a mucho.
En la cuarta, había maquillaje más oscuro, deliniador, base-que son lo único que uso-también había colorete, labial y muchas cosas que no sabría decir ni para que serbían.
En la quinta bolsa se encontraban los accesorios. Pensientes, piercings, anillos, bracaletes, colgantes no muy largos, relojes, vamos, de todo.
Abrí el armario para comenzar a dejar todo en él y me encontré unas sábanas blancas con olor a detergente. Sonreí inconcientemente, la amaba, como hermana claro.
Después de haberlo dejado todo me adentré en el baño y comencé a limpiar todo, por suerte no habían bichos o me habría muerto. Quedó impecable. Resultó ser de unos colores blancos y no grises y marrones, como se veían sucios. Sonreí por mi gran trabajo. Me comencé a quitar la ropa para adentrarme en la ducha pero oí el grito de mi hermana, Milena, la favorita de Wiona-la bruja- y de mí padre, Davi. Me puse una bata y bajé a comer. Me encontré a Jeremiah y Milena comiendo. Ella intentaba sacar tema de conversa pero al hombre no le interesaba comentar nada con ella. No le caía nada bien, me prefería, tampoco es que fuera demasiada la diferencia pero a mi me preguntaba pequeñas cosas solo para acercarse más a mi-o quizá me estoy equivocando y solo está intentando ligar, no sería la primera vez que lo hace con un familiar-.
Me senté, articulé un buen provecho y comí. Mi hermana también intentó establir conversación conmigo pero se acabó rindiendo. Mi tío y yo nos dedicamos una sonrisa complice, a final quizá no lo odie, solo es la falta de respeto hacía nosotras cuando interrumpimos sus "cosas"(7u7).
Me alcé de mi silla en cuanto acabé de comer y me dirigí a mi "habitación" la cuál aun doy gracias a que tiene una ventana, que no es muy grande.
Ahora si me tomé una ducha, me puse la camiseta que uso para dormir y me acosté, mañana tendré que ir al instituto, y no se donde queda.
Me dormí.

ANOTHER TWILIGHT (Jasper Hale y Tu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora