•Capitulo 2•

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Capítulo 2: La fraternidad.

Cuando veo cuál es la que señala mi madre me quedo boquiabierta, es más bonita de lo que parecía en la foto.

No era demasiado extravagante, era bonita sin avisar. Lo que se podía ver desde fuera es que era de ladrillo, pintada de blanco, con unas escaleras en la entrada y unas grandes ventanas. Tenía dos pisos, y a un lado de la casa había como una cúpula que sobresalía en la planta de abajo y en la de arriba.

Cuando miro a mi madre que me está observando la abrazo.

-Gracias por ayudarme a encontrar esta facultad mom- y mi madre hace un gesto dándome a entender que no me preocupe.

-Bueno hija, nosotros ya hemos hecho nuestro deber de traerte y ayudarte, ahora nos despedimos. ¡Ah!, y tu compañera te dirá dónde está tu cuarto y todo lo demás.- Me dice mi madre.

-Por cierto, céntrate en los exámenes y nada de fiesta ni chicos, ¿entendido Freya?- Le pongo los ojos en blanco.

-No te prometo nada, pero me esforzaré en el tema de los estudios. Por cierto mom, cuídate y ten buen viaje de vuelta, te quiero.

Entonces cojo la caja y le doy dos besos a mi madre y me despido de Marcos. Y antes de que vaya en dirección a la puerta mi madre me da unas llaves (supongo que las de la casa).

Cuando veo que el coche se está yendo voy hacia la puerta de la entrada a la que será mi fraternidad durante unos años. Cojo las llaves y busco cual creo que es la llave correcta, la meto en la cerradura y giro la llave haciendo que la puerta se abra (tampoco tenía mucho misterio).

Cuando entro me quedo flipando con el interior, la casa es enorme, muy bien decorada y con muebles modernos. La entrada era normal, con un mueble dónde dejar las llaves y unas escaleras más apartadas al fondo que supongo que darán a la planta de arriba, hay que decir que la entrada comunica con toda la casa.

Entonces me dispongo a encontrar a alguien.

-Hola, ¿hay alguien que me pueda ayudar?

Entonces baja una chica de las escaleras medio corriendo y con una gran sonrisa en la cara.

-Hola, soy Carol, una de tus compañeras- Yo la sonrío- Acompáñame y te enseño primero la planta de arriba para dejar tus cosas.

-Encantada yo soy Freya- La digo cordialmente.

-Como la diosa del amor, ¿verdad?- Yo pongo los ojos en blanco.

-Exactamente, mis padres me lo pusieron pensando en eso, pero no sé en que pensaban, porque no me parezco en mucho- Digo medio riéndome.

-Pues a mí me parece bonito- Digo sinceramente.

-Muchas gracias, igualmente no creo que me hagas cambiar de opinión- Digo riéndome otra vez amistosamente.

Cuando terminamos de subir las escaleras vamos hasta el fondo del pasillo y nos paramos enfrente de una puerta blanca.

-Este es tu cuarto- Me dice Carol abriéndome la puerta.

Cuando termina de abrir la puerta, por tercera vez hoy me quedo impresionada, el cuarto es bastante grande ya que me lo esperaba más pequeño. Dejo la caja que llevaba en el suelo y me dispongo a mirar.

Tiene algún mueble, justo para apañarme en un principio y la cama grande (con sábanas que trago mi madre que no me gustan nada, pero me apañaré). Y lo que más me gusta es que tiene la especie de cúpula que da a la calle que vi antes y el baño con una ducha y el resto. Soy una afortunada en tener este cuarto.

Cuando te veo. [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora