Capítulo 14. We need it

2K 175 28
                                    

—Es una gran oferta, vete de aquí, olvídala y hazte con una marroquí, que seguro aprendes mucho de su cultura y te mantienes ocupado —era de su últimos sorbos del café y yo solo me ponía nervioso.

Lo necesitamos 

Hazlo, estúpido

Aprieto mis manos, en serio siento como la temperatura de mi cuerpo se baja, tengo más frío que antes. Frunzo el ceño, mi cabeza dolía mucho de pensar y que las voces casi que me estuviesen estrujando esta.

—Si quieres, te daré un tiempo límite para decirme tu respuesta, pero si no lo cumples, simplemente lo haremos nosotros, tal vez Amanda disfrute ver a sus padres morir en frente suya, dolor que no tendría que soportar si tu lo hicieras, pero es cosa tuya que...

—¡Lo haré! —grito, ni siquiera medí el volumen de mi voz, simplemente grité. Abrí los ojos segundos después para enterarme de que había llamado la atención de las personas en la cafetería.

Otro momento y todas estas personas contemplarían como el asesino que estuvo en hiatus despertaba peor que nunca.

—Hey, calma, no sabía que matar a los padres de Amanda te hacía feliz —Miguel sonreía como lunático. Yo me niego con la cabeza para evitar que confunda las cosas. Susurra para que nadie lo escuche, yo me pregunto como no —. No te preocupes, Alex, sé que al final del todo te gusta eso de ver sangre y mutilar.

—Cállate, carajo, no, no me gusta en lo absoluto —pongo mis puños en la mesa, solo quiero enfurecerme contra Miguel.

—Bien —él se ríe levemente. Suspiro —. Aquí te dejo un sobre con todos los detalles, ya sea que estés viviendo con Amanda, evita que ella vea esto, ¿vale? No quieres que todo nuestro plan se arruine —me entrega un sobre el cual dudo en coger, pero termino haciéndolo porque muy, pero muy dentro de mí quiere hacerlo, esa parte egoísta que tiene miedo de que sea atrapado por la policía.

Lo abro un poco y veo ciertos papeles, deslizo unos para saber de que trata, es la dirección de la casa, del trabajo, los números, sus caras, todos sus detalles personales. En el fondo del sobre hay dinero.

—¿Ella sabe que eres un asesino, el asesino? —pretendo seguir viendo los papeles, aunque la pregunta me haya bajado más la presión arterial.

Como Miguel sepa que Amanda si lo sabe, estoy seguro de que algo le hará, ella simplemente quiere ayudarme y le creo, confío en ella más que en mí mismo.

—No —levanto la cabeza un momento y lo miro para que observe mi cara y pueda creerme —. Para nada, no dejaría que alguien lo supiese tan fácil o que simplemente lo supiese —me encojo de hombros, cierro el sobre.

—Creo que en aquel lugar nos criaron tan bien, digo, criaron a un huérfano loco y ahora es el —hace un línea imaginario en su cuello, miro su cuello, de verdad quiero cortarle la garganta y mis voces estarían involucradas, solo yo —. Más famoso de toda España, ni siquiera te han descubierto y eso que no eres nada cuidadoso.

—Suerte, supongo —dejo de mirar su cuello y ahora voy a sus ojos, los cuales están llorando sangre, de nuevo veo cosas que mi cabeza quiere imaginar.

—Así que, ya que has estado en hiatus por tanto tiempo, es momento de que vuelvas —pone su mano en mi hombro, yo miro su mano y luego a su rostro —. Nos vemos pronto, Ale-jandro —enfoca la última parte de mi nombre original.

Mangel se levanta de la silla, deja un poco de dinero en la mesa, suficiente para pagar su desayuno, hubiese sido muy gilipollas y dejado que yo lo páguese con dinero que por supuesto no tengo. Se va, el gilipollas se va de mis vista y se lo agradezco.

Bloodbath; alexby11Donde viven las historias. Descúbrelo ahora