Capítulo 17. Therapy

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-Te mataré apenas salga, Rubén, lo haré -deseaba, mi corazón se aceleraba cuando mencionaba lo mucho que quería hacerle

Estaba en un trance profundo desde que desperté y me vi de nuevo en un hospital psiquiátrico. Mis voces murmuraban cosas que no entendía, pero no era necesario, con solo que tomaran mi cuerpo sobre mí entendía que estaban molestos conmigo.

Tenía una camisa de fuerza, sentado en una esquina de la habitación alcolchonada, blanca y con un olor repugnante a miseria.
Me habían ingresado a esta habitación cuando intenté apuñalar con una tijera a uno de los que se encargaban de darme la medicina, quería huir.

Era mi segunda semana en esta habitación y al parecer, mantenerme aquí hacía reposar mis voces un poco, aún seguían y me torturaban con sus gritos y murmuros.

-Bien, te haré algunas preguntas sobre tus asesinatos, han pasado tres semanas desde que te ingresamos y te ves sobrio -bien que me habían dejado con la camisa de fuerza durante todas estas dos semanas.

Miré al hombre, sí, estaba sobrio pero muy enfadado con todos.

-¿Cuál fue tu primer asesinato?

La policía al saber quien era el asesino, me rastrearon, allí se enteraron de todo, pero necesitaban las declaraciones del mismísimo asesino, de mí.

-Mi padre -prefería mirar a un punto perdido, aún me sentía algo aturdido, pues mis voces sufrían, me daban tres pastillas todos los días, pastillas que me dejaban alucinando por unas buenas horas.

Al mencionar a mi padre, rápidamente recuerdo como lo hice, hubiese solo cogido un cuchillo y machacarlo, que no quedara rastro de él, hubiese sido increíblemente mejor para mi propia satisfacción.

-¿Cuántos asesinatos cometiste? Un aproximado.

No me acordaba de un 70% de los asesinatos que cometí, supongo que las crisis porque las que asesiné solo me hicieron olvidar todo.

-Solo me acuerdo de un 30% de asesinatos, no sé cuantos cometí.

Trataba de recordar algunos, pero realmente era doloroso.

-Luego de haber matado a tu padre, ¿a dónde fuiste? ¿Con quién te criaste?

La vecina, ella casi que me secuestró.
Lo recuerdo muy bien.

Salí espantado de casa, sentía las piernas fallarme, no me arrepentía pero tenía miedo, habían dos personas muertas en mi casa. Corría, pero me sorprendieron.

Me cogieron de los hombros, la vecina con sus repugnantes gatos miró al rededor, yo seguía agitado, debía seguir huyendo.

Las voces me asustaban.

Las escuchaba reírse y solo quería correr de esas personas en mi cabeza.

La vecina puso algo en mi cara y lo mantuvo contra mi cara, traté de quitarla de encima, pero era solo un niño asustado, empecé a ver doble hasta que me sentí increíblemente débil. Caí a los brazos de esa mujer para luego despertar en un lugar con olor a calidez, era extraño describirlo.
Mis ojos tardaron en acostumbrarse a la luz del sol, cuando pude ver bien, estaba en una habitación cómoda, con juguetes, las paredes pintadas de azul y algunos animales de granja.

-Bienvenido, Alejandro.

Y sí, si yo decía algo de la organización solo iban a ir por... Amanda, si es que aún estaba viva. Tenía miedo de ellos y realmente no quería provocarlos, pero Rubén, uno de los máximos exponentes de la organización me estaba haciendo esto por puro rencor.

Bloodbath; alexby11Donde viven las historias. Descúbrelo ahora