Bloodbath; alexby11

Capítulo 29. Kill you

(Narra Danáe)

Terminé de acomodar la comida en sus armarios respectivos, mi móvil empezó a sonar pero últimamente las llamadas vienen de un número privado y prefiero no contestar.

—¿No contestarás? —Alex entra a la cocina por algo que comer

—No, tengo miedo de hacerlo —Me quedó mirando el móvil —He estado recibiendo estas llamadas desde el día después de lo que sucedió con Rubén —Muerdo mi labio llena de miedo

—No contestes, nunca lo hagas —Coge mi móvil y lo mira analizando

—¿Y si me sucede algo? ¿Y si muero?

—No te va a suceder nada si estás conmigo ¿vale? —Pone su mano en mi mejilla —No te mortifiques, a lo mejor Lucía pueda ayudarte a descubrir quién es —Encoge sus hombros

No vivo en paz, ya os lo he dicho.

En serio, debo irme de esta casa, si quiero dejar de sentirme agobiada tengo que alejarme, irme a otro país, lo que sea.

El pasillo es tenebroso de todos modos, pero esa ventana al final es la clave, me acerco a ella con pasos lentos o así me imagino, de seguro alguien me ve por esa ventana y me vigila todo el tiempo... Pero no creo que solo en esta ventana, en todas cuatropecientas ventanas es probable.

Cierro sus puertas y luego hago bajar las cortinas. El pasillo ahora queda en penumbras, prefiero quedarme en la obscuridad.

Entro a la habitación, me encuentro con Alex sentado sobre al final de la cama, en el borde, vistiendo solamente sus bóxers, me sorprendo al verlo.

—¿Pasa algo? —Pregunto confundida

—No, para nada, pero te he visto muy... Preocupada, nerviosa, déjame ayudarte con ello —Su sonrisa es pícara, sonrío de lado, tengo una sospecha de cómo es que me ayudará

Alex se levanta y me tiende su mano, yo me acerco pero no cojo su mano, es más, pongo mis manos en sus hombros y lo empujo para que caiga en la cama, yo me subo encima de él a horcajadas.

—Tomas la iniciativa, me encanta —Habla él —Pero... —Alejandro puso sus manos en mis caderas y no sé ni cómo sucedió pero ahora él se encuentra encima de mí —Así está mejor

Él cogió el borde de mi blusa, la levantó y la quitó de mi cuerpo, luego mis pantalocillos, le costó un poco quitarme el sujetador pero de todo modos fue exitoso.

Sus labios hacían un perfecto trabajo en la zona de mi cuello y hombro, me hacía estremecerme de placer

ya había experimentado algo parecido con Alex anteriormente pero hubo una interrupción.

Estaba gimiendo con sentir su asombrosa boca en mi cuello y en la línea de mi mandíbula, yo acaricio su cabello y de vez en cuando, cuando nuestras caderas empiezan a rozarse es inevitable arañar su espalda.

(Narrador Omnisciente)

No hay nada más hermoso que hacer el amor con la persona que más amas y que estás dispuesto a entregarte.

Todas las preocupaciones y males desaparecen y sólo importan las dos personas y en lo bien que se lo están pasando.

Pero si nos movemos al móvil de Danáe, que se enciende por un mensaje de texto, encontramos que el remitente es privado, como el de las llamadas, el mensaje dice:

Privado: Te mataremos y serás tan tonta que le vas a perdonar