Estaba enfrente de toda la clase al lado de la directora soltando el rollo de no se que cuando se abre la puerta callando algunos alumnos que no paraban de cuchichear, entra un chico vestido de píes a cabeza de negro, ojos azules, pelo revuelto negro, piel bronceada, atractivo, musculoso y que aparentaba muchos problemas. Cierra la puerta con la máxima tranquilidad posible y camina hasta el que debe ser su mesa y como si no hubiera pasado nada saca el libro de matemáticas.
-Llegas tarde treinta minutos Kian, al final de la jornada te quedaras castigado esos treinta minutos.- Dice la directora furiosa mientras el sube y baja los hombros de forma en que la da igual.
-Por un castigo mas no creo morirme y si me muero no creo que te importe.- Contesta indiferente.
Caminaba por los pasillos tranquilamente para ir a mi casa cuando escucho a alguien hablando, me acerque sigilosamente para escuchar a quien estuviera hablando pero esa voz me sonaba de algo.
-Oye no creo que ese sea el precio por la mercancía que te pedí, no te creo, eso es muy barato para tanto.-Escuchaba pero no sabia a se refería concretamente.
-¿Que haces escuchando conversaciones ajenas?.-Dijo un susurro en mi oído. Me gire asustada hacia la persona que me había susurrado en la oreja encontrándome a una chica.
-Oye me has asustado.- Digo poniéndome una mano en la frente.
-Tu eres la nueva ¿verdad?.-Pregunto
-Si, ¿tanto se nota?-Dije riéndome.
-Pues la verdad es que si, eres de lo que se cuchichea ahora en el instituto. Madisson ¿verdad?
-Si pero puedes llamarme Maddy, vaya que rapidez y eso que acabo de venir. ¿Y tu, como te llamas?-Pregunte.
-Sara.-No me di cuenta que el que estaba hablando por teléfono era el mismo chico que había llegado tarde a clase paso por nuestro lado y se quedo mirándome fijamente para de después desaparecer.-¿Nos vamos juntas?- preguntó.
-Claro. ¿Quien era ese chico?-Pregunte curiosa.
-¿Quien, el que estabas espiando?-Pregunto con una sonrisa, afirme con la cabeza.-Es Kian Evans el cual te puede meter en problemas en cero coma, esta bastante bueno pero eso lo amito pero es peligroso no te recomiendo que te acerques mucho a él.
-Vaya, tiene fama de chico malo.-Ambas reímos
Sara y yo vivimos en la misma calle así que somos vecinas, quedamos de irnos mañana juntas al instituto. Me quede en casa toda la tarde haciendo los deberes que me habían mandado para casa, si ya me han puesto deberes.