Antes de empezar, me gustaría deciros que a partir de este capítulo (incluído este) empezará la maratón del diario. Todos los días tendréis diario hasta que termine la historia.
Dicho esto, os dejo con la siguiente parte.
Querido diario:
Una semana ha pasado desde que empecé a escribirte. Hace un año todo era diferente. Era medianamente feliz, tenía a Rosa a mi lado.
Jorge no estaba conmigo, ni Él; pero por lo menos, tenía algunos recuerdos buenos de ellos.
Ahora, solo veo el lado negro de las cosas.
Robert vino ayer a cenar, ¿te lo conté, pequeño diario? Me dijo que tenía un bonito vestido, cuando en verdad llevaba puesto el pijama largo.
Me habló de tantas cosas… que no sabría decirte todas ellas, querido. Pero si quieres, puedo contarte algunas.
Me habló de las flores, de las flores del campo concretamente. Amapolas, margaritas, lirios. Dijo que era un amante de la naturaleza.
Yo la única flor que conozco es la rosa negra; como mi alma.
Me habló de acampadas, de casas rurales, de animales exóticos y de vegetales.
Empezaba a mirar recelosa sus ojos verdes. Me recordaban a Jorge.
Y es por Jorge por quien doy la vida ahora que él no puede.
Porque en su momento, nadie luchó con Jorge por vivir.
Me habló de medicinas, de cirugías y de experimentos de laboratorio. Odiaba los experimentos. Era como yo. Odiaba las prácticas de laboratorio con ratones; y sobre todo las disecciones.
Pero él había diseccionado mi corazón, y parecía que empezaba a entrar en él.
Me habló de compromisos, de anillos y de bodas. Robert era viudo. Su mujer murió por un tumor.
Como el que ha invadido mi cuerpo y quiere expandirse con rapidez.
Me habló de maravillosos viajes por el mundo, de comidas extrañas y de rincones ocultos y perdidos.
Del único viaje que todavía me acuerdo es aquel que prometí falsamente.
Me habló de su vida, en general. Y quería formar parte de la mía.
¿Sabes, querido diario? Me agarró de la mano y me subió de la silla. Mis piernas famélicas deseaban volver al sillón, a estar recostadas. Pero él me agarró de la cadera y empezamos a bailar.
Paso adelante. Paso atrás. Paso adelante. Paso atrás.
Un conjunto de pasos sincopados, con Los Beatles de fondo. La luz de las velas iluminaba la escena de forma romántica.
Robert me miró a los ojos y yo hice lo mismo. Vi un brillo refulgente, magnífico. Nunca antes me había sentido tan bien.
Era feliz.
Feliz, querido diario. Como nunca antes había vuelto a estar.
Sin embargo, todo esto acabó justo cuando se marchó. Solo tengo su teléfono.
¿Crees que debería invitarle de nuevo, querido diario? ¿O tal vez que él me invite a su casa?
Parezco una jovenzuela desesperada por ser feliz.
Aunque en verdad, es que necesito ser feliz.
Feliz como nunca antes lo he sido.
Y así, querido diario, volver a reír sin derramar una lágrima sobre las fotos de Jorge.
Como ahora mismo estoy haciendo.
Buenas noches, querido diario.
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Diario de un pronóstico
Historia Corta∞ Porque en la vida puedes estar en el escalón más alto, y caer de golpe. ∞ Una sola frase no podría resumir las emociones de este libro - PurpleSweets - Portada anterior de @MrsLevine92 (Gracias :P)- ~ Portada actual creada con la foto de http://m...