Diario de un pronóstico

Día 18 - Enero

Querido diario:

 

2 días y todo estará jugado ya. El baúl empieza a perder su forma, quedan cada vez menos recuerdos, pero las ganas de llorar parecen aumentar por segundos.

Efectos secundarios de la soledad.

 

“Puedes agarrar la puerta y marcharte de una vez de esta casa”.

“No quiero volver a verte por aquí”.

“¡Deja de intentar matarme de esta forma!”

“Si no lo haces tú, lo haré yo”.

“¿Vendrás al entierro de nuestro hijo al menos?”

“No sé como pude casarme contigo. Parece que me hayan quitado la venda de los ojos ya”.

“Deja de pegarme.”

 

“Otra vida se ha llevado el cielo, y esta vez ha hecho justicia contigo”.

“Ahora viviré la vida que necesito”.

“Lejos de ti se respira el aire”.

“Sin embargo, no te deseo lo peor en el Infierno”.

“Solo deseo que se haga justicia conmigo”.

 

“Los ojos de Jorge lloran en la tumba”.

“Mis ojos lloran en la tumba”.

“Todo el mundo lloraría en su tumba; pero nadie más ha venido”.

“Cierra los ojos y cuenta hasta 3, Jorge. Y después, verás un terreno azul y unas nubes gigantes que serán tus colchonetas elásticas”.

“Uno. El cielo empieza a abrirse hacia ti”.

“Dos. Los ángeles esperan expectantes tu llegada”.

“Tres. Te echaré de menos, pequeño querubín”.

Quedan solo cartas ya. Pero querido diario, no puedo seguir escribiendo por hoy. Los dolores de muñeca se intensifican. El corazón parece no querer bombear sangre y noto una fatiga incomprensible.

Me estoy muriendo poco a poco.

 

No quiero despedirme de ti hoy.