Las cuatro almas del pasado

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Habían cobrado la vida de dos seres humanos incapaces de defenderse por sí solos, llendo solo por los mas débiles para su propia diversión, sacrificó su vida para otorgarme una segunda oportunidad de vivir y Nicolás tenía miedo a pesar de que nunca me lo demostró cuando pidió que terminara con su sufrimiento. Su sacrificio, no iba a dejar que fuera en vano, incluso sin ser alguien cercano a mí dieron su vida y apoyo.

Guardé el collar de Jaylen en el bolsillo trasero de lo que aún quedaba de mi pantalón.

Sabía que si me enfrentaba a ese par de locas no terminaría nada bien, ni siquiera unos cuantos minutos soportaría pero también era la única forma de que pagaran. Estaría en total desventaja con unas asesinas profesionales como ellas, eran mas rápidas y ágiles, incluyendo de que muertas ya estaban, que, al contrario de mi; solamente era un cabo con habilidades de pelea cuerpo a cuerpo y el uso de las armas blancas y de fuego.

No lograría hacerles daño de muerte pero si por lo menos herirlas y evadirlas hasta que terminase esta cacería, estaba decidida a cobrar con solo atrasar el tiempo para así impedir que hicieran mas daño.

Cautelosamente me fuí acercando de a poco; ellas instantáneamente alzaron sus armas contra mí, teniendo que agacharme un poco mas y estando lo suficientemente cerca soltar del cinto una granada para echarme hacia atrás; ésto había provocado que la tierra se levantara pero al parecer aún después de esa explosión ellas no se movieron, sus sombras aún eran visibles en el área.

Las Glock seguían dentro de la arena de combate y el Subfusil me iba hacer útil en cualquier otro momento, por ahora lo guardaría ya que solo contaba con un cartucho de balas extra. Así que solo me lancé al ataque sin siquiera haber pensado en un plan, solo estaba escaseando el tiempo para que todo acabara.
Bien fuí recibida por la chica del mazo gigante quien fue a otorgarme un golpe con su arma y después la payasita con un severo corte en mi hombro derecho y el polvo aún no se dispersaba por completo; no había rastros aún de las armas que traía conmigo.

Por el chirrido de la motosierra debí dar vuelta sobre de mis talones para pararlo, tomándolo de la hoja y con mis dedos fuera del alcance de esas navajas que se movían rápidamente; estando a centímetros de mi rostro, en específico; el parche que intenté mantenerlo lo más lejos que me podía permitir pero ella seguía forzando a empujar.

Junto al collar de plata, este parche fue un obsequio más de Mike, cuidandolo con toda mi alma y como si mi vida estuviese en ese objeto; Lo atesore y cuidé, pero muy lentamente ella lo fue cortando hasta que éste logró caer al suelo. Durante tantos años fue encargado en mis manos y a manos de otra fue destruido, aún después de eso, se que podría volver a restaurarlo.

Pero mis manos por el continuo movimiento de las hojas de la motosierra comenzaban a resbalarse de la cuchilla, debiendo arrojarla en sentido contrario al que me encontraba posicionada; y aunque me dí la vuelta para retroceder a por una de las Glock, eso no le impidió volver a cortar una parte de mi cuerpo, ahora esta vez siendo parte de la espalda baja que en cuestión de segundos comenzaba a sangrar.

Solo y por un momento debí abrir el ojo derecho sintiendo ese continuo ardor abarcando toda la parte de el rostro, la parte trasera del cuello y la palma de la mano, pero solo se había provocado por un momento y en pocos segundos todo cesó.

Las ví sonreír triunfantes, adentrarse solo para tratar de hacerles daño físico en una pelea cuerpo a cuerpo fue una muy mala idea, para hacerlas combatir necesitaba deshacerme de las armas, pero para poder quitárselas de las manos iba a ser bastante complicado con ellas teniéndose la una a la otra para respaldarse. Una opción era separarlas, lo complicado era hacer que de verdad se alejaran lo suficiente una de la otra.

ʟᴏᴠᴇ - sᴛʀᴜᴄᴋ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora