Capítulo 7.

959 91 44
                                    

Kellin.

Me desperté por un molesto ruido de mi celular. Lo tomé y miré la hora, la 1 pm. Tenía un mensaje nuevo.

01:13 pm.

De: Vic :)

"¿Sigues dormido, bella durmiente? Jajaja. Lamento si te he despertado, ten un bonito día. x"

Joder, ¿acaso siempre es así de lindo?

01:16 pm.

Para: Vic :)

"Si lo haz hecho, Vic. Pero es una linda forma de despertarme ;) Tu igual. xx"

Definitivamente hoy estoy de buen humor. ¿Qué? ¿Acaso piensan que es por Vic? Pfff... claro que no... para nada. Me dirigí a la cocina, encontrandome con mi madre.

—Hola, mamá —saludé tranquilamente.

—Hola, cariño. Te notas cansado, ¿dormiste algo? —preguntó mientras tocaba mi frente, asegurándose de que estoy bien.

Aveces pienso que se preocupa por todo... aunque hay veces que no se preocupa por nada, ¿Quién puede entenderla?

—Sí, no te preocupes, ¿hay algo de comer? —pregunté, tratando de esquivar el tema. Me sentía cansado, pero no físicamente... simplemente estaba cansado de pensar tanto con respecto a lo que pasa en mi vida.

—Te preparé un sándwich, está en el refrigerador.

Le agradecí mientras tomaba el sándwich y subía a mi habitación.

Revisé nuevamente mi celular, tenía un mensaje... de Matt.

Lo conocí en el instituto, y realmente me agradó. Es un buen chico. Como de costumbre, lo hubiera alejado, pero pensé que no sería tan malo tener unos pocos amigos aquí... ¿verdad?. Mientras no sepan mi secreto, estaré bien.

01:35 pm.

"¿Te parece si salimos esta tarde? Estoy demasiado aburrido."

Acepté su propuesta, la verdad no tenía nada que hacer hoy. Mencionó que pasaría por mí a las 3 pm, me duché y arreglé normalmente, hasta que el apuesto chico llegó tras mi puerta.

Nos encontrabamos en su auto, dirigiendonos a quien-sabe-donde.

—¿A donde vamos? —pregunté curioso, él me miro por un segundo y luego fijó sus ojos en la calle otra vez.

No es normal ir en el auto de un chico que apenas conoces hace dos días, y que ni siquiera sabes a donde se dirigen, ¿verdad?

—Estaba pensando en ir al cine, no lo sé —dijo no muy convencido—, o al parque. Tu decides.

—El parque está bien, no traigo tanto dinero —respondí inseguro.

—Vale... ¿Fuiste a la fiesta en la casa de los Stavex?

—Sí... —los recuerdos de vic y yo juntos llegaron a mi mente, y me quedé sonriendo como un idiota—, aunque tuve algunos problemas, ya sabes, amigos borrachos.

Tony no era específicamente mi amigo, pero, ¿cómo le diría? ¿El mejor amigo de el chico que me trae loco?

—Oh, si —él rió—. Llegamos.

Matt estacionó frente al parque, ese parque... por segunda vez los recuerdos de Vic y yo llegaron a mi cabeza, ese día que me golpearon; luego cuando llegamos aquí y nos quedamos dormidos, hasta que comenzó a llover y accidentalmente él cayó en mis brazos. Esa sonrisa de idiota volvió a aparecer en mi cara, y Matt se dió cuenta de ello.

—¿Qué pasa? —él tenía una sonrisa burlona en su cara, y juro que en ese momento sentía como toda la sangre se iba hasta mis mejillas.

—Uh, nada, nada —aseguré, todavía sonrojado.

Nos sentamos en una banca, admirando el gran parque. Los niños corrían, y el sol se encontraba más radiante que otros días. Era un ambiente pacífico.

—Kellin... —Matt habló luego de unos minutos, sacandome de mis pensamientos.

—¿Si?

—Sé que estamos empezando una bonita amistad, ¿sabes? Y por ese motivo necesito confesarte algo.

Comencé a pensar lo peor. ¿Y si se prostituye? ¿Y si es un asesino? ¿O si hace magia negra? Cualquiera de esas podría ser.

—Dime —respondí.

—A mi... yo... megustanloshombres —dijo finalmente, demasiado rápido como para entenderlo.

—Lo siento, ¿puedes repetirlo? —pregunté con cara de confusión.

—Me... me gustan los hombres —habló más calmado, mis ojos se abrieron de par en par, no me lo esperaba—. Lo siento, solo sentí la necesidad de decirtelo, noté como miras a ese chico castaño en el instituto, Kellin, y no puedes decirme que esa mirada no significa nada.

Estaba impactado, ¿sabe que me gusta Vic? Oh, esperen, ¿acaso me gusta Vic? Dios, mi cabeza es un lío en este momento.

—¿Estás bien? —preguntó Matt, luego de unos minutos.

—Uh... sí —sonreí.

Si él me había contado su secreto, ¿Por qué no contarle el mío? Si al fin y al cabo, era lo mismo.

—Matt... —él fijó sus ojos en mi, esperando que prosiguiera— a mi también.

Oh por dios, no, dime que esto no está pasando. Matt se avalanzó sobre mi, tomandome por la cintura y juntando nuestros labios, joder. No reaccioné, hasta el momento en que un auto tocó su bocina demasiado cerca de nosotros. Me alejé rápidamente, yo no podía besarlo, no. Apenas y lo conocía, es atractivo y todo, pero no me interesa para nada. Miré hacia atrás, y vi como un auto aceleraba rápido alejándose del lugar, pero no era cualquier auto... si no me equivoco, es el de Vic. Sé que no somos nada, pero de alguna u otra forma me sentí culpable, él no tendría que haber visto esto. Oh, Vic... ¿Qué estas haciendo conmigo? Caí en la cuenta de que aún seguía en la misma banca, con Matt a mi lado.

—Yo... lo siento —dije apenado, al haberlo rechazado tan bruscamente.

—No, Kellin —habló rascándose la nuca—, fue mi culpa. Todo fue un impulso, no volverá a pasar.

Él me llevó hasta mi casa, luego de haberse disculpado como mil veces seguidas por lo ocurrido unos momentos atrás. Traté de sonar calmado cada vez que hablábamos, aunque ese pensamiento de que Vic nos había visto besándonos, seguía rondando en mi cabeza.

————

¡Holaaaa!

¿Qué les parece la hermosa portada que hizo @-NataliaHurley- ?  A mi me encantó.

Vale, apareció alguien nuevo, Matt. No lo odien... todavía. Jajaja.

Voten y comenten que les pareció, saben que contesto todos los comentarios. Si tienen alguna pregunta, sobre lo que sea, no duden en preguntar.

Gracias por leer. ♥

En multimedia: Matt. ←

I'll soon forget the color of your eyes » kellic quentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora