¿Os imagináis a la hija de la Mafia en contra de ella?
Pues está historia describirá a la pequeña Alis, la cual irá entre medias.
No sabe si pertenece a la luz u oscuridad...
Aunque estos términos ya están desgastados de tanto usarlos.
Muchas veces, pero muchas me arrepentí por dejar a Alis atrás, sobretodo con Chuuya por ahí cerca, me arrepiento de haberle rescatado, si no lo hubiera hecho, al menos no tendría el miedo del que me quite a Alis.
Otras de las cosas que me arrepiento fue no raptarla y llevármela conmigo...
Llevaba en la oficina prácticamente todo el día así, y Kunikida, como no, no paraba de regañarme y decirme cosas feas, si Alis estuviera aquí lo podría haber mandado a volar...
Para mi mala suerte, siempre que me colaba en las instalaciones de PortMafia o pasaba por ahí cerca, nunca vi a Alis, además, hasta este día en el que fui secuestrado por esa niña Kyouka, al estar en las partes bajas de PortMafia, pensé que tal vez Alis entraría por esa puerta y me saludaría, pero vaya decepción fue ver a Chuuya.
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_Arruinas mi momento de reencuentro, debería haber venido Alis -le miro de arriba a abajo- No tu, además de que sigues igual de enano
_Tu....
_-Me da un golpe bastante fuerte en la cara- Nee Chuuya, eso duele, solo quería saber donde estaba Alis-chan
_Pues ella no quiere verte momia
_Pues quiero escuchar eso de sus labios, no de los tuyos
Al final pasaron más cosas, pregunté quién era la persona que quería comprar a Atsushi, que se iría como una dulce niñita mimada y que me diría donde esta Alis. Podríamos decir que eso fue lo que predije.
Al final conseguí que me lo dijese, primero fui a por la información del comprador de Atsushi, ya que si iba antes con Alis se me olvidaría eso.
Llegué a la habitación que le pertenecía, desde la puerta, el olor de ella me inundó las fosas nasales, era agradable oler eso, aunque me quedé dudando si iba a tocar la puerta o simplemente entraría para darle una sorpresa.
Aunque recordé algo, Alis podía saber perfectamente si estaba cerca por su habilidad, así que solo opte entrar como si nada y sentarme en su cama viendo como ella ocupaba unas gafas mientras leía documentos.
_Veo que has estado muy ocupada
_Desde que te fuiste mi padre me mantuvo muy ocupada con documentos para que no pudiéramos vernos, creo que teme que me vaya como tú
_Eso es cruel hasta de su parte
_Lo sé... de todas formas no se que hacer Dazai...
_Yo se que debes hacer Alis-chan... -saqué una pistola que guardaba entre mis ropas y apunté hacía ella-
_D-Dazai... ¿Q-qué haces? -preguntó asustada-
_Oh vamos, no creas que caeré tan fácil, ¿dónde está Alis?
_-lo que parecía ser Alis, se empezó a reír de una manera maniática, para después empezar a hablar- No me esperaba menos del Gran Dazai -empezó a aplaudir sarcásticamente mientras volvía a su forma original- No pensé que me descubrirías tan rápido, ¿alguna argumentación?
_Chuuya no me podría haber dicho así de fácil donde se encontraría Alis, además de que su habitación es un lugar muy simple para esconderla de mi, ya que sería raro permitir a Alis estar expuesta a una amenaza como yo ¿no? Podríamos decir que lo teníais planeado, ganar mi confianza con la apariencia de Alis, para finalmente apuñalarme con esa daga cubierta de veneno -dije apuntando el mango del cajón-
_Impresionante -rió para agarrar lo que parecía ser el pomo del cajón del escritorio y sacar la daga antes mencionada- No pensé que lo llegarías a descubrir así de fácil -dijo tirando la daga por ahí-
_Hay que admitir que tu aspecto era igual al de ella, y que posiblemente en la actualidad sea así, la voz también era más que adecuada, pero... elegir su habitación para quedarte en ella, era el lugar más sospechoso
La habitación en pocos segundos fue llenada por guardias con armas apuntándome, ¿me quedaría de nuevo en los calabozos? tal vez era lo más probable.
De la nada el cuarto de mi querida Alis ocurrió una especie de tifón, ese viento no me hizo nada gracias a mi habilidad, se podría decir que el viento me rechazaba y simplemente no me llegó a tocar, sonreí al saber de quien se trataba, además de disfrutar ver como todos se estampaban contra la pared, a excepción de mi.
_Ya veía raro que mi padre me pidiera que saliera de misión en mi día libre -dijo entrando a la habitación-
