VíҽղԵօ ժҽ Ӏɑ RҽѵօӀմϲíóղ (Bungou Stray Dogs) (Dazai Osamu)

Capítulo 25

Narra Alis:

Salí cansada del lugar, junto a un suspiró y masajeandome un poco el hombro derecho.

Como tuviese un hijo y encima dotado este iba a sufrir lo mismo que yo al no saber que camino elegir.

Aunque... la verdad la idea de ser recibida por un pequeño niño parecido a mi, llamándome mamá... Sin duda esa idea me enternecia.

Seguí andando, con la mira fija en mi teléfono, hasta que otra vez, unos hombres corpulentos me frenaron.

¿Qué problema tenían? Una ya no puede caminar de noche en paz.

_Que linda señori-

Ni logró terminar al ser estampado contra la pared junto a sus amigos.
Los miré con asco, esa gente no merecía vivir a mi parecer, se la pasan acosando chicas que son de su agrado, yo no seré la primera ni la última así que...

_Escuchen gusanos asquerosos -sonreí cínicamente-  me entero de que están molestando a más señoritas y... -usé el viento y le corté un dedo a cada uno de ellos para que lo recordasen- la próxima vez serán sus cabezas, pensad que esto es un regalo  -les guiñé un ojo y seguí caminando-

Claramente escuché los gritos que dieron, que le vamos a hacer, si en la Mafia hubiera uno con la habilidad de quitarle la voz a las personas sin duda sería mi compañero.

Miré de nuevo mi teléfono, así que sin más lo guardé y me dirigí a donde se debía encontrar el chico de vendas.

_¿Un museo?  -miré el edificio- pues nada

Entre en el, y ahí se encontraban Dazai y Hirotsu sentados delante de un cuadro.

_Bu~

_Señorita Alis, es bueno ver que se encuentra bien

_¡Alis-chan!  -sonrió Dazai- que bueno que ya hayas venido a verme, ya te extrañaba

_Sois de lo peor   -me quejé al ver como habían reaccionado ante mi intento de asustarlos-

_Bueno, yo ya me voy -se levantó Hirotsu-

_Neee, Hirotsu-san, ¿Mori-San no le regañará al saber que dejaste a su preciosa hija solo con el enemigo?

_-traga duro- emm señorita Alis...

_Ve tranquilo, podríamos decir que hoy soy libre

_pero... ¿usted no decía que no tenía opción de librarse de la Mafia?

_Si, admito que fui muy bipolar al decir que quería dejarlo y a la vez que no quería porque ahí se encontraba mi padre y me necesitaba   -se rasca la nuca avergonzada- pero el tiene a Koyo-nee y a Chuuya, además... odio la idea de saber que puedo matar sin ningún pudor a la gente que me desagrada 

_Así que quieres corregirte...

_Sip, pero dudo dejar de matar así de fácil, después de todo mi habilidad está ligado con mis sentimientos

_Eso es lo malo de tu habilidad Alis-chan, no te puedes expresar mucho porque o si no crearás un gran tifón -rió Dazai-

Hirotsu se fue, dejándonos solos, y tomé el lugar de Hirotsu sentandome al lado de Dazi y apoyando mi cabeza en su hombro por la diferencia de altura, no muy grande, pero notable.

_¿Qué harás ahora que has dejado la PortMafia?  -preguntó este algo serio-

_En parte es imposible que la deje, aunque se haga oficial que ya no pertenezca ahí, apuesto que si entro a los edificios de la PortMafia nadie me detendrá, y que si les ordenó algo también cumplirán

_Bueno, lo de cumplir lo dudo un poco, recuerdo que estuviste discutiendo con varios guardias de rango bajo ya que ellos no sabían quien eras   -sonrió con nostalgia-

_Es un punto a mi favor, hay pocos de la Mafia que saben quien soy, siempre me oculté bajo una máscara que tapaba mi rostro, y solo me conocen: Koyo-nee, Chuuya, Akutagawa-kun, Gin-chan, Tachihara, Kaijii-san, Hirotsu-san y la rubia, que la verdad ya me olvidé de su nombre, creo que era Higuchi, pero no estoy segura

_¿Y que harás con Ango?  -me miró retadoramente-

_El nuca me vio matar a alguien y tampoco lo puso en sus dichosos informes  -cerré los ojos sintiéndome ganadora de algo- además, si a ti se te pudo dar otra oportunidad, ¿por qué a mi no? solo es cuestión de pedirle a Ango que me cree alguna identidad falsa cambiando mi apellido o simplemente aclarar que en realidad no soy hija de Mori Ogai, así podré tener una vida sin ser perseguida por la policía ¿no? 

_¿Lo tenías todo planeado?  -reía-

_Más o menos, además Ango me debe muchas, le salve de la muerte incontables veces además de hacerle sentir muy culpable por la traición

Narrador Omnisciente:

El castaño sólo sonrió complacido, a su lado tenía a una de las mujeres más listas que había, que más podía pedir.

Además de que sólo le faltaba un paso para obtener la aprobación de la chica, y prácticamente ese paso ya estaba dado.

En el museo de podía ver como dos jóvenes sentados unieron sus labios, el primero en hacer el acto fue el castaño, pero al parecer la albina ya se esperaba ese acto y correspondió automáticamente.

_Si te unes a la agencia podrías dejar de estar ocultando tus sentimientos, nuestro jefe tiene la habilidad de mejorar las habilidades de sus subordinados, así que si te unes... -se acercó a su oído- podrías dejar salir esa emoción que ahora retienes -susurró-

De la nada la sala del museo se formó un gran vendaval que estaba arrasando con todo, mientras que el chico de vendas vio con una sonrisa a la chica que estaba mirando el suelo con un sonrojo.

_¿Vamos?  -le ofreció la mano-

_Si

Continuará_