© DEMONS [#1 de la serie Spideychelle]

012 | DEMONS

Michelle se queda quieta por un minuto y todo a su alrededor parecía perder forma, solo estaba concentrada en sus pensamientos,

— Michelle sé que es raro de asimilar, pero te ayudare — dice Spiderman.

— Te ayudaremos — agrega Tony, viéndola con lo que ella percibía querer ser empatía.

Michelle los ve a ambos y lo siguiente que hace es dirigirse a la puerta por la que hace unos minutos había entrado, se para frente a ella y por fin habla.

— Necesito aire — dice Michelle y traga saliva — ¿pueden abrir la puerta, por favor?

— No creo que sea una buena idea que vayas sola, parece ser que tus síntomas están presentes cuando te enojas o te asustas, tal vez podamos ayudarte — dice Spiderman. 

En menos de un segundo la puerta ya se había abierto dejando salir a Michelle de ahí, le agradeció mentalmente a Tony, sabía que necesitaba salir, corrió hacia la azotea, con sus piernas flaqueando, ya se sentía débil con apenas haber pasado la mitad de los escalones, los cuales no eran muchos, así que decidió parar, para tomar aire.

"Me siento de la mierda, siento que vomitaré, y temo no poder llegar a la azotea para hacerlo" pensó Michelle.

"Sostenlo" le respondió la voz "porque créeme, se pondrá peor".

Michelle tomó su último aire y salió corriendo de nuevo, aunque nada la perseguía sentía que el aire allí adentro se acabaría, ya estaba viendo la salida cuando empezó a quedarse sin aire, no podía respirar, sentía seca su garganta y la salida se empezó a tornar borrosa.

— Ayuda — musitó en un susurro casi inaudible, su vista se nublo completamente esta vez.

...

Estaba inconsciente o lo había estado, no sabía dónde estaba y se sentía preocupada, sus músculos se tensaron al oír voces, no se podía mover, cada extremidad de su cuerpo dolía.

— Te dije que no debimos presionarla — dice alguien en lo lejano, Michelle se decepciona, era Stark.

— ¿Qué se suponía que hiciera? ¿Esperar a que se destruyera ella sola? — cuestiona quién Michelle cree que es Spiderman, no reconocía la voz, se escuchaba más grave, mucho más.

— No, pero no se destruiría, tú te las arreglaste solo.

— Sí, pero ahora estás tú aquí, y creí que sería mejor así, de esta forma no tendría que tener tropiezos y equivocaciones desde el principio, como yo.

— Niño, cualquier persona las tiene, ella las necesita.

Michelle suspira y toma fuerzas lentamente para levantarse de donde estaba acostada, era el sillón de hace rato, enfoca la vista y ve a ambos parados viéndola, uno frente al otro.