Una Nueva Vida

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28 de septiembre de 1985, San Antonio Ibarra, María Estefany Sosa Torres una artista contemporánea de 25 años se encuentra descansando en su habitación, en su rostro se dibuja una hermosa sonrisa perlada mientras una lagrima se abre paso por las curvas de su mejilla dejando atrás un camino negro de recuerdos y promesas tiradas a la basura, sus manos acarician lentamente y con mucho amor su vientre el cual había crecido varios centímetros desde hace 8 meses atrás, estaba esperando a su primogénito del cual el padre no había querido saber nada y se había marchado dejándolos solos en una sociedad muy competitiva y peligrosa, pero esa situación a María no le importaba, criaría y educaría a su hijo de la mejor manera posible forjando en él una persona recta, humilde y llena de valores tal como sus abuelos lo había hecho con ella.

25 de octubre de 1985 Ibarra, 12:00 am de la madrugada, la temperatura del ambiente se encontraba húmedo y frio, mientras que las calles de la ciudad estaban cubiertas de un oscuro salitre a causa de las torrentes lluvias que azotaban la ciudad, en el tercer piso del Hospital San Vicente de Paul en una habitación cuyo número apenas y se lograba diferenciar por causa de los años se encontraba María la cual lloraba de alegría mientras cobijaba en sus brazos a su pequeño niño el cual 2 horas antes había nacido, Miguel Ángel Sosa Sosa era el nombre con el cual María lo había bautizado debido a su admiración hacia el antiguo Maestro Miguel Ángel artista renacentista del siglo XVl,

Una estudiante de medicina de la Universidad Central de la ciudad de Quito que se encontraba realizando sus prácticas pre-profesionales en el hospital San Vicente de Paul que había estado presente al momento del parto le había surgió una incógnita y dirigiéndose a María dijo.

Un nacimiento es un momento muy especial para la familia ya que logra dejar a un lado aquellas diferencias entre cada uno, poniendo en frente al amor y la ternura sentimientos compartidos que encuentran su clímax en tan hermosa situación.

María la escucho detenidamente y reflejando una sonrisa a punto de quebrarse soltó un suspiro fuerte y guardo silencio....

Pasaron varios minutos, una brisa helada recorrió rápidamente toda la habitación, el ambiente se tornó frio y pesado, la tranquila noche nuevamente había sido víctima de las lluvias de invierno así que María arropo cuidadosamente a su hijo y respondió.

Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que vi a mi familia ya que por alcanzar mis sueños me aleje de ellos cuando cumplí la edad suficiente para decidir por mi vida y aunque se hubiesen enterado del nacimiento de mi hijo seguramente no abrían podido venir a acompañarme ya que nos separan varios Kilómetros de asfalto y cada uno de ellos ha formado una familia por quien preocuparse y no quisiera ser una carga para ellos.

La joven enfermera se quedó paralizada al escuchar a María decir tal cosa y sin saber que decir o hacer se acercó a la cama de María y se sentó a su lado ambas cruzaron miradas por un instante lo que les provoco una sonrisa tímida y triste, tal como la que refleja un niño en su rostro después haber llorado por un buen rato.

La joven enfermera tomo valor nuevamente y dirigiéndose a María le pregunto la razón del ¿por qué? se había distanciado tanto de su familia.

María un poco recelosa comenzó a contarle un breve resumen de su vida mientras alimentaba amorosamente a Miguel.

Crecí y me eduque en la ciudad de Quito, en una familia de clase media, mi madre y mi padre se habían conocido mientras cruzaban el último semestre de sus carreras Universitarias y un par de meses después nací, mi madre había estado pensando en formar una familia pero mi padre había decidido algo diferente tomando la decisión de no juntarse con ella, separando así sus caminos, un golpe muy fuerte para mi madre que sin saber que opciones le quedaban prefirió dejarme al cuidado de mis abuelos quienes Vivian al Sur de la ciudad, mientras que ella se había encaminado al Norte para poder encontrar un trabajo estable para subsistir.

El espíritu del arteWhere stories live. Discover now