Capítulo 2

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I

Somnoliento y mareado, así fue como se sintió Hyung Won cuando se despertó horas o tal vez días más tarde. Se sentía como si estuviera flotando en una tranquilizadora nube que olía a batido de fresa y que era tan dulce que siquiera parecía real sino producto de su imaginación. Su vista estaba nublada, tanto que apenas distinguía los colores de las cosas.

Parecían borrones y cuyas formas se difuminaban y se duplicaban.

Su sentido común le decía que tenía que salir corriendo, que estaba en peligro a merced de posibles depredadores, pero no podía. Era como si esa fragancia le tuviera atado en el sitio, en una burbuja protectora donde no podía sufrir ningún daño.

No sabía hasta qué punto esa sensación era o no real, pero por mucho que quisiera estar asustado, parecía que su cuerpo no estaba por la labor.

En cambio, vio su cuerpo moverse por su cuenta hasta acercarse lo más posible a aquello que emitía esa fragancia y dejarse perder por ella, volviendo a caer de nuevo en un profundo sueño.

II

Ho Seok respiró hondo y terminó suspirando cuando el otro león se despertó y débilmente, casi sonámbulo, se acercó hasta él y le abrazó para colocar la nariz contra su cuello y olisquearle. Se había quedado allí, inmóvil y respirando de forma pausada mientras parecía negarse a soltarle, y antes de que Ho Seok pudiera hacer algo al respecto, se dio cuenta de que ese alfa había vuelto a quedarse dormido.

Habían pasado tres días desde que Hyun Woo hubiera aparecido en la cabaña arrastrando el cuerpo moribundo y casi sin vida de ese león de pelo rubio y piel clara. Ho Seok había conseguido detener las hemorragias a duras penas, y había tenido la suerte de que las heridas no hubieran terminado alcanzando puntos vitales, aunque el otro león estaba tan débil que su vida seguía pendiendo de un hilo.

En aquellos días, Ho Seok le había visto revolverse sobre la cama y decir cosas sin sentido de tanto en cuando. A veces parecía que iba a despertarse porque abría un poco los ojos, pero en seguida volvía a cerrarlos para quedarse inmóvil de nuevo.

Aquella era la primera vez que se mantenía aparentemente despierto durante un rato más largo, la primera vez que se movía sin que pareciera que eran solo espasmos.

Ho Seok ya no sabía qué hacer con él, y no sabía qué iban a hacer si el chico continuaba inconsciente de esa manera mucho más. Habían estado tratando de alimentarle dándole fruta exprimida y agua con azúcar y, al menos, parecía que el muchacho había ido recuperando el color, pero resultaba tan agotador cuidar de alguien de esa manera y llevar tres días forzándose para emitir una fragancia que pudiera mantenerle en ese estado de letargo mientras el león terminaba de sanar...

Y ahora le tenía sujeto a él, profundamente dormido y sin ninguna aparente intención de moverse, de soltarle o mucho menos de despertarse.

A Min Hyuk no le estaba haciendo ninguna gracia nada de esa situación, y para Ho Seok era difícil no notarlo. No le había dejado acercarse porque a Min Hyuk le hacía tan poca gracia que hubiera un alfa desconocido tan cerca de Ho Seok que estaba impregnando de forma inconsciente todo con ese olor suyo a frutos secos. Él podía tolerar a Ki Hyun porque ya estaba en la manada antes de que su pubertad comenzara y descubrieran que era alfa, porque Ki Hyun era el alma gemela de Ho Seok y también la persona que había acogido a Chang Kyun, pero aquella situación era distinta. Había un alfa desconocido en su territorio, con uno de los omegas de su manada y encima Ho Seok le había pedido que se mantuviera alejado porque su esencia podría alterar al chico malherido. Tampoco le dejaba alimentarse de él porque su aroma a nueces y almendras se volvía especialmente sexual al hacerlo, y lo último que necesitaba Ho Seok en ese momento era un alfa excitado mordiéndole los pezones.

Snow Garden » Omegaverse. Kiho, Hyungheon. MONSTA X.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora