I
Ho Seok siempre supo que no iba a ser fácil ser omega. Había nacido siendo pequeño, con las facciones extremadamente finas y una delicadeza a la hora de hacer las cosas que casi transmitía una sensación de fragilidad. Sus padres le criaron como si fuese a ser un omega y Ho Seok creció sabiendo que sería un omega.
Tuvo muchos años para mentalizarse, para buscar soluciones a los problemas que sabía que iban a surgirle cuando dejara de ser un niño. Porque Ho Seok había pasado suficientes años en una manada de leones para saber que no tenía ni la más mínima intención de convertirse en el juguete sexual de ningún alfa, que no sería alguien que permitiera que le trataran como si fuera frágil, inútil e indefenso.
Tenía quince años cuando le llegó la pubertad y empezó a emitir esa dulce fragancia a fresas y nata que confirmó algo que todo el mundo ya sabía desde hacía años. Después de eso, no tardó mucho el volverse el león de la manada que sabía trepar más alto y más rápido, en saber pelear mejor que nadie, en dejar de ser ese chico delgado y escuálido que había sido durante la infancia para poco a poco tener la espalda y los brazos más grandes y más fuertes que los de cualquier otro alfa que hubiera en los alrededores.
Sabía dónde esconderse y cómo defenderse durante sus periodos de celo para que ningún alfa tratara de agredirle; y, aunque en la manada mantenía una posición bastante neutra, casi indiferente hacia lo que quisieran o no quisieran los alfas de la manada, sabía que tal vez llegaría un día donde tendría que enfrentarse a alguno para no ser tratado de menos, y que no se dejaría ganar.
Necesitó que pasaran treinta años tras la llegada de su pubertad para tener la necesidad de usar aquello en lo que se había especializado durante años. Él siempre había sido una persona bastante pacífica y prefería evitar enfrentamientos. Por eso, aunque había tenido algún roce con algún beta y con algún alfa también, realmente no había ocurrido nada grave que le obligara a intervenir de forma contundente, o a defenderse de una situación que le resultara claramente injusta.
Cuando a Ho Seok le faltaba poco para cumplir los 44 años, la región en la que vivían en ese entonces sufrió la peor sequía que Ho Seok hubiera podido contemplar jamás. Había tan poca vegetación por los incendios y la falta de agua, que apenas quedaban herbívoros que cazar o comer. Ho Seok empezó a pensar que iba a perder la cabeza si no empezaba a llover pronto. Había tolerado durante muchos años que fueran él y el resto de omegas los que cazaran para que luego primero comieran los alfas, después los betas y por último ellos, y no había dicho nada porque era solo cuestión de esperar, ya que había comida para todos. Cuando después de pasarse tres horas acechando a un ciervo para poder cazarlo, tuvo que ver cómo los alfas y betas de su manada no les dejaban más que los huesos, entonces dejó de hacerle gracia esa jerarquía estúpida que tenían los leones.
Al día siguiente se levantó hambriento por haberle dado su parte de los restos de ese ciervo a Hyun Woo y no más que a Hyun Woo. No obstante, eso le dio la suficiente motivación como para recorrerse cinco kilómetros a la redonda desde el campamento y no parar hasta conseguir cazar a un antílope que debía haberse alejado de su manada. Lo mató él solo, lo arrastró de vuelta hasta el campamento y, cuando los alfas se acercaron a comer, él se las arregló para marcarles a los dos y alejarles de la presa mientras los omega comían y después lo hacían los beta para que, por último, los que acabaran comiendo huesos fuesen ese par de altivos alfa que se habían burlado de él el día anterior.
"Si queréis comer, cazad vosotros" les había dicho tras que los alfas le reclamaran que allí no quedaba comida para ellos.
Desde entonces, como era de esperar, los omegas y los betas tenían en mucha más estima a Ho Seok que antes (era el mayor de la manada, además), y los alfas no disimulaban la forma en que le detestaban. Con el orgullo herido y ardiendo de rabia, esos alfas habían terminado por verse obligados a aceptar las condiciones de Ho Seok. Porque eran minoría y porque sabían que fuera de la manada con esa sequía se morirían de hambre. Pero eso no significaba que estuvieran conformes. Los comentarios o gestos despectivos hacia Ho Seok, las burlas, eran bastante habituales.
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Snow Garden » Omegaverse. Kiho, Hyungheon. MONSTA X.
RomanceEran almas gemelas, pero un día el cielo se tiñó de gris y la nieve de rojo, y Ki Hyun se marchó de su lado. Ho Seok solo deseaba volver a tener el aroma de cerezas y anís de su alfa cerca. Hyung Won y Joo Heon se preguntaban si serían capaces de en...