I
Min Hyuk respiró hondo y se tumbó boca arriba en la cama para mirar al techo. Estaba usando de almohada uno de los brazos de Hyun Woo tras haberse pasado las últimas horas con la cabeza sobre su pecho y rezando para que, con aquella última sesión de sexo que habían tenido, el celo de Hyun Woo hubiera concluido de una vez. El aroma del omega había vuelto a la normalidad y no había indicios de que esa sensación de calor y ansias de sexo tan insoportable fuera a volver, y Min Hyuk sintió que al fin podía respirar tranquilo.
Era Ho Seok quien se estaba encargando mayormente de Hyun Woo, el que había dedicado más horas al omega en celo en aquellos días, pero para Min Hyuk resultaba agotador tener que tener sexo con alguien dos o incluso tres veces al día durante el transcurso de casi una semana. Estaba seguro de que a aquellas alturas no le quedaba ni una gota de semen que derramar.
Estaban solos en la casa los dos. Joo Heon no había vuelto, Ki Hyun y Chang Kyun tampoco, y Ho Seok había salido aunque ni Hyun Woo ni Min Hyuk sabían dónde. Posiblemente él les hubiera dicho algo al irse, pero ninguno de los dos le había oído hacerlo.
–Min Hyuk –dijo Hyun Woo de pronto–. Tengo que decirte algo y no te va a gustar.
El joven alfa torció el gesto nada más escuchar las palabras del otro hombre. Aunque no sabía de qué se trataba todavía, intuía que no iba a ser algo que le dejara en demasiado buen lugar, y no estaba seguro de querer escuchar los reproches de Hyun Woo justo en ese momento. Estaba demasiado cansado y los dedos de Hyun Woo acariciándole el pelo no estaban ayudándole a querer mantenerse despierto mucho más tiempo. Era medianoche y se moría de hambre, pero salir de la cama no estaba entre sus planes. Hyun Woo olía bien, daba calor y sus caricias siempre habían sido reconfortantes. ¿Iba a abandonar eso por un pedazo de carne? No estaba seguro del todo de querer hacerlo.
Incluso si Hyun Woo le decía algo que no le gustaba, seguía sin estar seguro de querer hacerlo.
–Es difícil ocultarle tus emociones a un omega cuando tienes sexo con él quince veces en una semana y estáis los dos en celo –continuó Hyun Woo–, lo sabes, ¿verdad? Sabes que por tu olor puedo darme cuenta de cuánto estás asustado, de cuánto estás triste e incluso de cuándo mientes, ¿verdad?
Min Hyuk se giró sobre sí mismo y se tumbó en la cama de lado para darle la espalda a Hyun Woo. Definitivamente que no le apetecía para nada tener esa conversación con el omega.
–Min Hyuk, ¿dónde está Joo Heon?
–¿Realmente importa dónde esté? –respondió Min Hyuk tras suspirar, consiguiendo que Hyun Woo desviara la mirada desde el techo hasta Min Hyuk, intentando averiguar qué había querido decir con algo como eso.
¿Que si importaba? Cómo podía siquiera pronunciar algo así.
Sacó el brazo de debajo del alfa y se incorporó para poder verle bien la cara cuando el otro respondiera.
–¿A qué te refieres con eso?
No quería sacar conclusiones precipitadas, pero a Hyun Woo no le gustaba nada la actitud que estaba tomando Min Hyuk y necesitaba entender qué había pasado. Qué había pasado para que Min Hyuk hubiera dejado ir a su hermano como si nada.
Min Hyuk cerró los ojos con fuerza para no echarse a llorar y seguidamente abandonó la cama sin importarle el frío que hacía fuera de ella. Alcanzó un jersey de Ho Seok que había abandonado en el suelo y, sin importarle las manchas de leche que había dejado Ho Seok en ella ni las de semen y sudor que había dejado Hyun Woo, se la puso. Le llegaba hasta la mitad de los muslos y le cubría por completo las manos, así de grande era para un alfa tan delgado como él.
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Snow Garden » Omegaverse. Kiho, Hyungheon. MONSTA X.
RomanceEran almas gemelas, pero un día el cielo se tiñó de gris y la nieve de rojo, y Ki Hyun se marchó de su lado. Ho Seok solo deseaba volver a tener el aroma de cerezas y anís de su alfa cerca. Hyung Won y Joo Heon se preguntaban si serían capaces de en...