El Turrito ; Trueno

O26

-Mi amor...-senti la voz de Mateo mientras mis labios se apretaban con los suyos-.

Me separe rápidamente.

Ayer habíamos vuelto del hospital, y por decisión de Mateo me quedé a cuidarlo, pero no estaba bien, nada estaba bien.

-¿Todo bien?

-Si...-conteste-.

-No me mientas más Lena,mirate los ojos...todos hinchados ¿porqué lloraste?.

-¿Que flasheas? Nada que ver.

-Dale Lena,estas rara conmigo.

-Nada que ver Mateo.

-¡Ves! En todo el puto día me dijiste Mateo ¿donde quedo el mi amor? -preguntó,estaba enojado ya que su vena apareció-.

-Perdón...

Mi celular sonó,me gire y vi que tenía un mensaje de Ludmila,suspire.

Ludmila:
"Quiero creer que ya no salís más con Mateo,el tiempo corre hermanita".

-Len -susurró Mateo a mis espaldas-.

Espero que no haya leído nada.

-¿Si?

-Te juro que te miro y no puedo creer que estés a mi lado,a veces me pongo pelotudo pero no quiero perderte...me haces tan bien mi amor -dijo acariciando mi mejilla y baje mi vista-.

¿Porque ahora Mateo?.

Una lagrima cayó.

-¿Porqué lloras?...no te gusta estar conmigo ¿no? -busco mi mirada y cuando la encontró sentí como mi corazón pedía a gritos salir de ahí,no aguantaba tanto dolor-.

-La verdad no...-solté triste y su semblante cambio-.

-¿Hice algo mal?

Negué.

-Mateo...-lamí mis labios secos-...ya no quiero estar con vos.

Solte como pude y las lagrimas ya ni dejaban de salir.

-¿Que...que me querés decir? -vi como sus ojos se cristalizaron -.

-....eh...eso Mateo...no da más esto,mira como estas...todo por mi culpa.

-¿Que decis?

-Lo que escuchas...solo te traje problemas cuando quería cuidarte,peleaste con un amigo del alma,te agarraste a las piñas con Tomas...y ahora en donde te ven solo te encaran -solloce-..Mateo yo no puedo verte así,me duele que todo esto sea por mi culpa.

-Yo me banco esto por vos...porque te amo Malena y vos a mi.

Trague en seco y negue.

-¿Cómo? ¿me vas a decir que no me amas? -sus palabras ya eran entrecortadas-.

-Mira...creo que nos apuramos con esto,tal vez el te amo que te dije era solo de amigos...nunca tuvimos que pasarnos de eso -hasta a mi me dolían mis palabras-.

-¿Entonces querés que seamos solo amigos? -sus lágrimas ya se veían y yo sentía que me moría ahí-.

-Quiero que seamos nada.

Su respiración se freno,tallo sus ojos por lo mojados que estaban,no aguantaba estar ahí.

-Perdón.

Busque mis cosas y salí.

Gracias a Dios que siempre hace las cosas bien,ahora estaba lloviendo.
Ese hombre me odia.