El timbre sonó indicando el final de la jornada, Yeoreum guardó sus cosas en su mochila, se despidió de algunas de sus compañeras, salió de la sala y posteriormente del establecimiento. Mientras caminaba hacia su casa, los sucesos de la mañana volvían a su cabeza. Dos chicas de diferentes cursos se le habían confesado, lo cual le sorprendió, ella siempre intentaba pasar desapercibida y que aún así, la hayan notado, le hacía feliz un poco. Sin embargo, no todo era tan bueno.
Había un problema.
Esas dos chicas...
... eran pareja.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Algunas horas antes....
— ¿Disculpa? — Yeoreum despegó su mirada del libro que leía, cuando escuchó aquella voz dirigirse hacia ella.
— ¿Sí? — le miró con curiosidad, nunca había visto a tal chica y, su cabello era demasiado notorio.
— Soy Dayoung, — se presentó con bastante entusiasmo. — Siempre te he visto leyendo aquí, — Yeoreum le llamó la atención lo dicho, usaba la última mesa en la biblioteca, era casi imposible notarla cuando en las mesas que están antes, hay demasiadas personas. La pelirroja sonrió, y Yeoreum podía jurar que la chica lo hizo por lo que pensó, — Me gustas, Yeoreum. — y la nombrada la quedó mirando inexpresiva, ¿estaba bromeando? ¿cómo sabía su nombre? Antes de que pudiera decir algo, Dayoung siguió hablando: — No me des una respuesta ahora, aún falta algo. — le guiñó un ojo, se acercó a ella y le dejo un beso muy cerca de sus labios, sonrojando a Yeoreum, y se marchó.
Yeoreum se quedó mirando por donde la chica se fue, no entendiendo absolutamente nada, ¿qué era lo que faltaba?
No pudo seguir leyendo su libro después de lo ocurrido, fue a dejarlo donde correspondía y se fue a su sala, el recreo ya acabaría. No podía evitar darle vueltas a lo que esa chica dijo, tal vez ¿se equivocó de persona? Imposible, conocía su nombre y vino directamente había ella, sabiendo que ella estaría ahí.
— ¿Yeoreum? — la nombrada se detuvo un poco asustada, frente a ella estaba Yeonjung, la chica del club de canto.
— ¿Sí? — ¿cómo era que dos personas con las que nunca ha cruzado palabras, saben su nombre?
— Soy Yeonjung y, venía a decirte que me gustas. — y le sonrió de una manera muy adorable, inocente. Yeoreum la quedó mirando.
— ¿Qué? — la rubia no supo que más decir.
— Dayoung, ya se te confesó, ¿no? — Yeoreum frunció su ceño, — La pelirroja que te habló en la biblioteca es mi novia.
— Espera, ¿qué? ¿tu novia? — Yeoreum abrió un poco más sus ojos, sorprendida al escuchar eso.
