One Shots WJSN

SeolNa

Bona no iba muy contenta en el avión, se suponía que había preparado todo ésto del viaje al Archipiélago de Juan Fernández en Chile sólo para disfrutar ella y SeolA, su novia. Sin embargo, la pelinegra tenía planes diferentes, demasiado para el gusto de Bona.

    — Seoly, apúrate, toma luego tu asiento, no me dejas pasar.— regañaba Meiqi.

   SeolA rodó los ojos, y tomó su asiento junto a Bona, quién iba al lado de la ventana, Soobin tomaría el asiento junto al pasillo y ella, el de al medio.

   Una a una las chicas del gran grupo de amigas, fue tomando sus respectivos asientos y en un par de minutos, el avión despego rumbo a su destino. SeolA hablaba amenamente con Soobin, Bona prefirió ponerse sus audífonos mientras observaba el océano a través de la ventana, sería un largo vuelo hasta Chile.

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     Después de unas eternas 20 horas de vuelo, Bona dirigía al grupo para tomar la avioneta que las llevaría a la Isla de Robinson Crusoe, una de las islas que compone el Archipiélago de Juan Fernández. Una vez todo listo, tuvieron que esperar unos 20 minutos para tomar el siguiente vuelo.

— ¿A quién se le ocurrió venir a Chile? ¡Viajamos 20 horas! — reclamaba Dayoung.

— Y aún nos quedan dos horas y media hasta esa isla. — comentó Exy.

— No se quejen, agradezcan que Seoly las invitó.— les dijo Bona, — por mí no las hubiera traído.— susurró, por lo que nadie la escuchó.

     Les avisaron que las avionetas estaban listas para el vuelo, así que cada chica tomó sus cosas y se dirigieron con malas ganas, cansadas y casi durmiéndose para subirse a las  avionetas, donde se dividieron en dos grupos.

     Luego de dos horas y media, las chicas al llegar, fueron trasladadas en botes durante una hora y quince minutos para llegar por fin a su destino. Empezaba a caer la noche cuando caminaban acompañadas de un guía, hacia el Refugio Náutico Lodge, donde se hospedarían durante dos semanas. Al ingresar, el guía que para su suerte hablaba coreano y español, las ayudó para comunicarse con el dueño y verificar lo de la reserva.

     Eunseo y Xiao, Meiqi y Xuanyi, Luda y Dawon, tomaron sus respectivas habitaciones, las otras miembros tomaron la más grande para compartirla y Bona junto a SeolA, tomaron la última. Apenas pusieron un pie en sus habitaciones, tiraron sus maletas a un lado y quitándose los zapatos, fueron a sus camas y durmieron al instante, sin siquiera preocuparse de cambiarse o comer algo, el cansancio del viaje tan largo era inmenso, sólo esperaban que valiera la pena.

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      Al día siguiente, una a una las chicas se fueron levantando para desayunar todas juntas, el guía les había dado un folleto de distintas actividades que podían realizar en la isla, desde cabalgatas, buceo, surfing hasta avistamiento de aves y trekking. Decidieron descansar un poco durante la mañana, algunas recorrieron los alrededores en busca de algún souvenir para llevar a sus familias de recuerdo de Chile y a eso del mediodía, tuvieron su almuerzo y unas tres horas más tarde, se dividieron para realizar las actividades que más les llamó la atención, así que con la ayuda de un mapa y obviamente el traductor en sus teléfonos, aunque cada actividad contaba con un guía que hablaba su idioma, aún así preferían tenerlo a mano, se dirigieron en busca de nuevas aventuras en la Isla de Robinson Crusoe.

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    Los días avanzaban al igual que la frustración de Bona, ella había planificado este viaje para darle una sorpresa a su novia. El imprevisto de que ésta invitara a todas sus amigas ponía las cosas un poco más difíciles, aún así Bona pensó que podría con ello, sin embargo, el que SeolA eligiera actividades distintas a las que la castaña tenía planeado, arruinaba su plan totalmente, sólo quería un momento a solas con su novia pero no, todas las demás tenían que estar ahí, arruinandolo todo.