9. Howling of Victory

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La tensión se mantiene de manera casi insoportable. Harry no relaja su postura en ningún momento, preparado para morder a Draco en caso de que su respuesta sea insatisfactoria. El problema es que en este momento cualquier respuesta parece ser insatisfactoria.

— N-no sé porque, pero se queda en casa durante las vacaciones. Padre no quiso decir porque y-

— Ese no es el problema. Te estuvo tocando ¿¡Por qué dejaste que te tocara!? — Brama lleno de ira, Fred está nada de soltarlo, quien diría que el pequeño cuerpecito tiene tanta fuerza.

— Solo me amenazó y acarició el cabello Harry, no fue nada. — Asegura, aquello es cierto, realmente nada ocurrió en sus vacaciones más allá de tenerlo acosándolo a cada hora del día.

Finalmente se suelta y lo agarra tan fuerte del cuello que Draco comienza a ponerse rojo, falta de aire en los pulmones no es bueno para nadie — Eres de mi manada, Greyback no puede estar respirando el mismo aire que tu mientras yo esté vivo —. Advierte tan crispado que se mantienen relativamente lejos para evitar llamar su atención.

— Harry ya, es suficiente, él no tuvo la culpa de esto-

— También lo dejaste tocarte y que te impregnara su aroma cómo así fueras de él cuándo eres mío. — Lo suelta con toda la brusquedad posible, viéndolo como si fuera asco lo que evoca su presencia y largándose del lugar con dirección a la salida del castillo. Hermione se apresura a seguirlo.

— Harry por favor.

Tan solo la mira un instante y luego sale corriendo al bosque prohibido. Hermione baja la mirada llena de pesadumbre. Al girar casi choca con un pequeño ser vestido de rosa chillón y petulante sonrisa marcando sus largos labios de sapo. Umbridge tiene ese brillo de ingenio en los ojos que predecía alguna futura tortura a su lobuno compañero.

Va a su sala común con el presentimiento de que algo malo ocurre y ocurriría algo aún peor sin que pudiera hacer nada por evitarlo.

~ * * * ~

— Y dime ¿Cómo te fue en navidad?

— Mal.

Ambas chicas se miran, Harry no colabora en lo más mínimo a que la tensión y estado de alerta disminuya. En su habitación cuesta dilucidar si está enojado, ansioso o preocupado, aunque bien que puede ser una mezcla de las tres condiciones con lo mal que se ve.

Se revuelve el cabello lleno de estrés y frustración, le cuesta mantener su mente quieta con tantas cosas que hay, sin contar que está esa voz hablando sin parar en su mente. No sabe cuándo es él, cuando es alguien más. Es demasiado confuso.

Todo por lo mismo, el horrible y aplastante golpe que significa lo que ocurrió en navidad.

— ¿Por qué? ¿No llegaron a Bulgaria...?

—Si llegaron, Harry hace el Moon Howling. —Asegura Luna con una pequeña sonrisa que desaparece ante la expresión sombría del muchacho con gafas.

—No vino.

— ¿Ah?

—Mi alma gemela, me escucha, pero no vino.

Hermione abre y cierra la boca similar a un pescado fuera del agua—No se supone que debe ir a ti si se escucha sin ninguna excepción... es... —. Hablar de esto con alguien que sabe totalmente del tema a diferencia suya complica la materia a más no poder, pues ve en Harry las ganas de responder de la peor manera posible por si le ve cara de imbécil.

—Me escucha, sé que lo hace, lo sentí cerca, pero no... fue... él no... él no quiso ir conmigo. —De nuevo tiene el cuerpo crispado, es complicado comprender porque exactamente parece tener estás contracciones repentinas que lo hacen ver hasta más pequeño de lo que es.

Moon Howling || Tomrry/HarryMortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora