la vida de Mili

Capítulo 3-3 Mily despierta y el misterio del tiroteo

Yo estaba en la sala de descanso tomando un café. Los pasillos y salas estaban vacíos así que mientras estaba en la sala de descanso me senté en el sofá a ver la televisión, en los canales que solían ser de interés no había nada que sea interesante así que me puse a ver los dibujos.

Me quede dormido sentado en el sofá, pero de pronto una de las alarmas empezó a sonar, yo reaccione como si estuviese en la estación de bomberos el problema es que no encontraba el tubo para deslizarme por él y mi ropa, tras unos segundos me di cuenta que estaba en el hospital. Todo fue una confusión del momento pues no me esperaba una alarma en plena madrugada, fui rápidamente junto con varios médicos y enfermeros para ver de qué se trataba, al llegar a la planta baja vi la ambulancia de mi estación que estaba bajando a un herido en "la zona de guardia" la cual es la zona donde llegan personas en que mayormente están en estado grave o agonizando, esa zona es la más triste ya que siempre aparece alguien en peor estado que los otros.

Vi pasar a mis muchachos y decidí seguir a los médicos para enterarme que era lo que había pasado. Cuando vi al hombre todo golpeado y con la cabeza sangrando de inmediato entendí lo que le había pasado, el tipo estaba ebrio y conducía una motocicleta, el resultado era un típico accidente de tránsito. Fue llevado a la habitación 76 en terapia intensiva pues estaría internado por lo menos dos meses por las fracturas y quebraduras que el medico encontró, el tipo parecía una estatua de yeso pues se había quebrado las dos piernas, la cadera y el brazo izquierdo. Tras esa alarma todo volvió a la normalidad, el sujeto estaba internado y ya lo estaban observando los médicos por lo cual quede libre para ir a revisar a la pony de la habitación 77.

Entre despacio y empecé a revisar todo el equipo, todo estaba normal a excepción de que algo estaba tocándome la pierna. cuando me di vuelta vi unos ojos celestes muy grandes que me estaban mirando, al principio pensé que todo era producto de mi mente debido al estrés.

Pero me di cuenta que no pues ella se abrazó a mi pierna y no la soltaba. Ya no sabía en qué pensar pues no mediaba palabra lo que me hizo pensar que quizás había perdido el habla, estuve casi treinta minutos tratando de que me soltara, pero cada vez que lo hacia ella volvía a tomar mi pierna. Tuve que tocar el botón de enfermería para que vinieran a asistirme. En menos de cinco minutos una enfermera y un médico entraron, el medico se sorprendió tras ver como estaba abrazada a mi pierna.

Doctor ­—este es un caso de reconocimiento­—

­Andrés —¿a qué se refiere doctor? ­—

­Andrés —bueno eso explica por qué esta aferrada a mí, pero no explica que no hable­—

­Doctor —eso también se puede explicar. Ella se siente como un gatito en medio de una autopista, todos los autos pasan, pero solo uno se le quedo a su lado y entre los dos hay una ventanilla cerrada, a lo que voy es que ella no puede hablar porque se siente algo tímida hacia ti­—