Capítulo XVI

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-Existen varios grupos que dicen ser descendientes de los templarios-dijo Bustillo mientras sacaban otro cigarrillo.
-Si…pero estos templarios son los verdaderos, recuerde “solo uno es el real”-dijo Antonio.
-¿Y por qué cree eso?, joven Biondini-dijo Bustillo mientras fumaba tranquilamente.
-Porque él me lo dijo-dijo Antonio.
-¿Qué le dijo?, ¿Qué lo estaban raptando templarios?, eso es ridículo joven Biondini-dijo Bustillo.
-No señor, me dijo que últimamente estaba teniendo sueños que lo llevaban a Francia y estaba rodeados de templarios, prácticamente según lo que investigue en 1307 fue el apresamiento del Ultimo Maestre templario, luego me conto que vio a un hombre con chamarra de cuero y en los hombros la cruz templaría pero en blanco y llevaba una camiseta negra con la misma cruz en el pecho y luchó contra unos hombres de traje-dijo Antonio exaltado.
Bustillo soltó de golpe su cigarrillo…de nuevo y dijo sorprendido:
-Si…son ellos, ¿en que necesitas mi ayuda?
Noah seguía intrigado con el motivo de los templarios de no reclutar personas nuevas y solo a personas como Noah.
-Por una simple razón Noah, ¿recuerdas de lo que te conté anteriormente de que Dios los ayudo a los templarios que se hicieron miembros?-dijo Salomón.
-Sí, de que los volvió buenos guerreros, ¿porque?-dijo Noah.
-Los mejores en realidad, pero cuando aprisionaron a De Molay se llevaron algo perteneciente a los templarios que les dio Dios para poder ayudarles a luchar contra los demonios, y ese artefacto les permitía poder reclutar a mas templarios y volverlos los mejores guerreros, pudiendo luchar contra demonios, dándoles la sabiduría para poder crear las armas capaces de acabar con los demonios y sus secuaces, y poder observar algunos demonios que otros no podían ver, así que los templarios sabían que solo podían esperar a la transmisión de vida en vida de todos estos poderes, otras vidas tuyas seguro ya lucharon junto a los Templarios.
-¿Y como saben que un templario ha renacido?-pregunto Noah.
-Pues la espada de los Maestres, la cual es un artefacto que dio Dios a Payns, nos permite saber de todos los templarios, simplemente lo pones en un mapa y nos indica la locación de cada templario.
-¿Y porque mi hermano, Steve y Daniel se visten diferente y otros templarios se visten diferente a mí?-dijo Noah.
-En los templarios existe una jerarquía, primero  está el Maestre: como Payns, como Yo y como otros antes, son los encargados de dirigir a los templarios; los senescales son los encargados de pequeños grupos de la orden en diferentes partes del mundo; Mariscal, como es tu hermano, Daniel y Steve, son los mejores guerreros entre los mejores, son los encargados de misiones difíciles, visten de negro y cruz blancas; Sub-mariscal son aquellos que se encargan de entrenar a los nuevos caballeros;  y por último los mismísimos Caballeros templarios, como vos y André, visten de blanco con cruz roja.
-¿Y los de la Secte des Abaddon?, ¿Qué son?-pregunto Noah, recordando lo que había sucedido con esos hombres de traje en el callejón aquella noche que apareció un mariscal a salvarle.
-Son almas penantes y condenadas, usan mascaras ya que es lo que les mantienen en nuestra dimensión, fueron convocados por el mismo Abaddon para poder retornar a este plano y poder liberar a Satanás y a el resto de demonios encerrados en el infierno-dijo Salomón.
-Investigue algo así pero no creía que fuera real-decía Bustillo mientras corría hacia su auto.
-¿A dónde vamos profe?-dijo Antonio mientras corría hacia el suyo.
-A mi casa, ven tu sígueme-dijo Bustillo.
Antonio le siguió a Bustillo hasta su casa, y le acompaño hasta su casa, al entrar a su casa vio una casa humilde, pero ordenada.
-Ven, acompáñame-dijo Bustillo.
Bustillo lo llevo a un cuarto lleno de papeles pegados con información templaría y símbolos templarios en la pared.
-Aquí investigaremos y descubriremos donde esta Noah y Anabel.
Luego de hablar con Salomón, Noah volvió a su nuevo cuarto y al llegar ahí, André le dio la guitarra de su hermano para que pudieran tocar juntos y eso hizo.
Así pasaron los días, Noah pasó sus días, entrenando para volverse un gran guerrero y al mismo tiempo entrenaba la mente leyendo y estudiando, cada día se unía más a cada miembro de la Orden, hasta que todos ya lo conocían bien y lo querían, pero se unía más a André volviéndose este su mejor amigo; pero cada día que pasaba Noah pensaba más en Anabel, Noah no podía evitarlo, era chica de sus sueños y de sus ojos, Noah entrenaba cada día más y más duro para poder así algún día encontrarla, pero no la podía quitarla de su cabeza, la extrañaba…
Pero Antonio no se quedaba atrás, cada día después de clase iba a la casa del Profesor Bustillo a poder descubrir donde se encontraba, pero cada paso que daban sentían que retrocedían dos, pero Antonio no se rendía, era su mejor amigo Noah, nunca lo abandonaría por nada, sentía el peso de aquel día antes de que desapareciera, el confió en contarle todo lo que le había pasado, y él no le creyó, así que tenía que encontrarlo a todo costo.
Pero un día algo paso…   
-¿Profesor Bustillo?-decía Antonio mientras entraba a la casa de Bustillo como cada tarde-La puerta estaba abierta así que estoy entrando…
Pero nadie contestaba, vio que todo estaba desordenado y Antonio pensaba que era algo extraño ver eso, ya que Bustillo era muy ordenado, cuando se acercó al cuarto, lo vio a Bustillo mirando el escritorio sin decir nada.
-¿Señor Bustillo?-dijo Antonio temerosamente.
-Ya no puedo seguir ayudándote…-dijo Bustillo mientras mantenía la mirada en el escritorio.
-¡Pero señor Bustillo!…-dijo Antonio.
-¡No, ya no te puedo ayudar, así que vete de mi casa!-dijo Bustillo sin dejarle terminar a Antonio.
-Pero…-dijo Antonio.
-¡No, ya vete!-dijo Bustillo mientras se paraba del asiento.
-¡Esta bien!, me voy, gracias por la ayuda…-dijo Antonio mientras salía de la casa.
Ni bien salió de la casa Bustillo se echó a llorar.
Noah se acercó un día a Salomón y le pregunto:
-Maestre Salomón, ¿sabe que es la Organización de la Rosa y la Cruz?
-Sí, pero claro que sí, ¿Por qué, de cómo sabes de esa organización?-dijo Salomón sorprendido por el conocimiento de esto de Noah.
-Eh…una amiga pertenece ahí, y una vez me llevo ahí, y tenían una cruz parecida a la nuestra, y…por esto quiero saber…-dijo Noah.
-Sí, claro, no es por la chica, es una organización que trabaja con nosotros, y esa cruz, sí, es la nuestra-dijo Salomón-se dónde se reúnen por si te interesa, ya sabes, por lo que te importa tanto la chica, diré, la cruz en su escudo.
-¿Por favor me la podrías enseñar?-dijo Noah.
-Claro, pero todavía no, no estás listo para salir del monasterio-dijo Salomón.
-¿Y cuándo lo estaré?-pregunto Noah.
-Ya pronto Noah, ya pronto-dijo Salomón.
Al día siguiente en el colegio había faltado el profesor de historia, Bustillo, pero eso ya no le importaba a Antonio, por lo mal que lo había tratado en su casa.
Al salir del colegio Noah se encontró con un hombre de traje que llevaba unas gafas oscuras.
-Se dónde está Noah-dijo el hombre.
-¡Sí!, ¿Pero de como usted lo conoce?-pregunto confundido Antonio.
-Es que conozco a sus raptores, los templarios-dijo el hombre de traje-si quieres saber dónde está tu amigo acompáñame.
Antonio dudo un poco, pero decidió seguirlo y entrar a su auto.

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