Capitulo 7

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Se separaron del beso promesa con una sonrisa tonta. Ella se colocó más cerca de él y él la abrazó.

Se quedaron así por varios minutos, en silencio acostados y acurrucados en la manta que estaba cerca del río. El silencio hacía que ambos pudieran disfrutar del sonido del agua fluir, el cantar de los pajarillos, el sonido del viento chocar contra las hojas de los árboles, estaban disfrutando de la naturaleza, disfrutaban de la compañía del otro.

-oye, tu madre no estaba en tu casa ¿Verdad?- dijo Sebastián

-no, creo aún no ha vuelto del viaje en el que andaba junto a mi hermana Olivia. No lo sé, no me dijeron ni comentaron nada- dijo un poco triste

-lo siento

-no, no importa, se arrepentirán por el escarmiento que les haré a su regreso- dijo riendo un poco- Tian

-¿Si?

-¿Me acompañas al centro comercial?-pregunto con una sonrisa y revoloteando su pestañas en modo de inocencia.

-ay noo, tú siempre tardas demasiado ahí y yo me aburro- protestó él

-por favor por favor por favor, por favorcito- dijo haciendo un puchero como una pequeña niña- además aún me debes un helado por llegar de último

-bien, te acompañaré solo porque te quiero

-siii

Ambos se levantaron, recogieron la manta y la ropa y se dirigieron a los caballos para poder ir a casa.

Ya en casa, Zahara hizo un rapido cambio de ropa para poder ir al centro comercial con ¿Su mejor amigo?. En diferente tema, ya eran las 3 de la tarde y desde el día anterior que su madre y hermana no se presentaban en casa.

Ella bajo las escaleras y se dirigió a Sebastián.

-¿Lista?

-si, puedes adelantarte yo tengo que preguntarle algo a Robert, el de seguridad- dijo Zahara sonriéndole

-okay

Ambos salieron de la casa, Sebastián se fue en dirección al carro y Zahara fue en busca de Robert.

-Robert, que bueno que lo encuentro, quería preguntarle algo-dijo Zahara cuando por fin encontró a Robert

-claro señorita, ¿En que puedo ayudarla?

-quería saber si usted sabe algo más de mi madre y mi hermana

-no señorita, solo que le dije ayer, que están en un viaje de negocios

-bueno, muchas gracias. Si sabes algo de ella no dudes en decírmelo porfavor

-tengalo por seguro

-por cierto, iré con Sebastián al centro comercial, por cualquier cosa

-esta bien señorita, vayan con cuidado

Zahara se despidió de Robert y se dirigió al auto donde Sebastián ya la esperaba.

-¿Qué sucede?- preguntó Sebastián mientras ella se subía al carro

-nada, solo quería saber si él sabía algo de mí madre y mi hermana pero...

-pero...?

-nada, no sabe nada

-bueno estoy seguro que ya regresarán o se comunicaran, ¿Nos vamos? - preguntó sonriendo

-si- respondió ella devolviéndole la sonrisa

Llegaron al centro comercial y a la primera tienda que entraron fue a una zapatería

-¿Te gustan?- preguntó Zahara mostrando los zapatos de tacón color rosa pastel que tenía puestos

-si, son de unos lindos zapatos para una hermosa mujer

Después de esa tienda entraron a dos de ropa, en la primera no encontró nada que le gustara pero en la segunda...

-Zara, linda llevamos una hora aquí, y aunque admito que me gusta verte modelar toda esta ropa también admito que ya me cansé

-ya vooy, éste es el último conjunto- dijo ella para después salir del vestidor con una bonita falda color negro y una blusa rosa que combinaba con los zapatos que había comprado anteriormente

-wow te ves... Perfecta- dijo Sebastián admirando la belleza de su ¿Mejor amiga?

-cierra la boca cariño- dijo ella de manera burlona y con una sonrisa divertida

-lo siento, es que te ves muy hermosa, ese conjunto lo comprarás ¿No? Porque si no lo haces me voy a enojar mucho

-si te gusta sí- dijo y dio una vuelta sobre sí misma mostrando por completo el conjunto de ropa

-pues está decidido

Se dirigieron a pagar todo y después salieron de la tienda.

-son las 6:30 ¿Aún quieres ese helado?- preguntó Sebastián y ella asintió

Caminaron agarrados de la mano hacía la heladería. Pidieron los sabores que casi siempre pedían él limón y ella queso-fresa. En el camino hacía el estacionamiento iban comiéndose el helado.

-oye y al final ¿Que compraste?- preguntó él

-los zapatos, un vestido color vino, el conjunto que te gustó y otras cositas- respondió ella

Al llegar al estacionamiento ya habían terminado su helado. Emprendieron camino a la hacienda.

Cuando entraron a la casa Zahara se sorprendió al encontrar a su hermano en la sala de estar, con cara de preocupación

...

Un Caótico AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora