capitulo 9

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En el trayecto de la hacienda hacía el hospital todo fue bajo un silencio el cual te transmitía la incertidumbre y tristeza que las tres personas a bordo portaban.

Zahara únicamente veía el camino por la ventana del carro.

Al llegar bajaron del auto y se dirigieron hacía el área de cuidados intensivos del hospital. Llegaron a la sala de espera donde ya se encontraban los demás familiares de Zahara, pues al parecer ella había sido la última en enterarse del accidente.

–ya regreso iré a llenar unos formularios–dijo Fabián para irse de ahí

Zahara de mala gana se acercó a su otra hermana para preguntar

–¿Les han dado algún tipo de noticia?

–solo sé que acaban de ingresar a mamá a la sala de cirugías– dijo Lana, ella era aún mayor su hermana Olivia

Sin decir nada Zahara regresó con Sebastián.

La relación entre Zahara y Lana nunca fue buena, pero todo se quebró por completo una vez que Mike, el esposo de Lana, y Zahara entablaron una discusión fuerte tanto que Zahara lanzó un grave insulto hacia Mike y este respondió dándole una bofetada, Lana quien para ese momento ya estaba presente decidió defender a Mike dandole la razón. Desde esa vez lo único que Zahara sentía por su hermana era puro desprecio, repudio y rencor causado por el dolor que la traición le había hecho sentir, y Mike le hacía sentir enojo y ganas de golperlo cada que lo tenía cerca.

–cariño ¿Estás bien?– preguntó Sebastián mientras le pasaba un mechón de cabello por detrás de su oreja

–s-si, solo... Ire al baño, ya regreso– dijo para alejarse en busca del baño

Cuando Zahara lo encontró, se dirigió hacia los lavamanos, se vio en el espejo y pudo notar sus ojos rojos y se dio cuenta que no se había quitado el maquillaje corrido antes de salir de casa. Se lavo la cara y soltó un suspiro tratando de retener las lágrimas, ella en su mente trataba de asimilar todo lo pasado en estos días, y solo deseaba que todo se tratara de terrible pesadilla de la cual pronto terminaría, y al despertar vería a su mamá cocinando y a Olivia desayunando para después hacer todo lo que normalmente hace junto a su mejor amigo.

Zahara oyó la puerta abrirse y se limpió las pequeñas lágrimas que salieron al pensar en todo eso.

–¿Zara?–dijo Sebastián entrando lentamente

–Tian, ¿Qué haces aquí? Te dije que ya regresaba

–bueno, quería asegurarme que estabas bien y por lo visto no es así– dijo abrazándola– además no me quería quedar solo con toda tu familia ahí, sentía que me asesinaban con la mirada

–perdón, no era mi intención– dijo riendo un poco

–lo sé pero no lo vuelvas a hacer porfavor

–okay, lo prometo

–bueno ahora vamos afuera porque este es el baño de mujeres

Ambos rieron y regresaron a la sala de espera. Y así transcurrió el tiempo en aquel hospital, una chica pelinegra de tan solo 18 años dormía recargada en el hombro de su hasta ahora mejor amigo, mientras él se dedicaba a brindarle calor y acariciar lentamente su cabello y espalda tratando de no darle importancia a las malas miradas que recibía de parte de Lana y su esposo.

–familiares de Rosa y Olivia Jones?– la voz del doctor hizo que Zahara despertara rápidamente y se incorporara

–nosotros, ¿Cómo se encuentran?– preguntó rápidamente Fabián

–bueno seré directo, la señora Rosa ya salió de cirugía pero se encuentra en un estado muy delicado y... La señorita Olivia, ella entró en estado de coma hace unos minutos, este estado puede durar semanas o años. Lo siento haremos todo lo que esté en nuestras manos– dijo el doctor de manera respetuosa

–doctor ¿Podemos pasar a ver a Olivia? – preguntó Zahara

–claro, pueden hablar con ella pues es muy posible que ella los escuché pero procuren hablar con ella de cosas buenas para animarla eso le ayudara, y también le pido que entren solo uno o dos a la vez– dijo y se despidio

– Fabián, ¿Puedo ir?– pidió Zahara a su hermano

–claro que si pequeña, vayan

Zahara le dedicó una sonrisa y agarrada de la mano de Sebastián se dirigieron a la habitación de Olivia.

–te presentó a Olivia–dijo Zahara

–al fin tengo el placer. Es muy bonita y se ve que es una persona bastante simpática– dijo Sebastián

–si lo es, ella es una de las mejores personas que conocerás en tu vida

Zahara se sentó en el sillón que estaba justo al lado de la cama de Olivia en ese frío y blanco cuarto de hotel.

–no sé que es lo que esté pasando por tu mente en estos momentos o si sientes algún dolor, solo sé que saldrás de esta, tienes que hacerlo no me pueden dejar así como así, las necesito. Así que descansa el tiempo que sea necesario para que te recuperes pronto. Te amo hermana– dijo con una sola lágrima rodando por su mejilla y depositó un beso en la frente de su hermana mayor.

–ya podemos irnos– dijo ella viendo a Sebastián

–okay. Adiós Olivia fue un gusto conocerte, espero que te recuperes pronto para poder conocerte más y en mejores condiciones.– se despidió Sebastián

Ambos salieron y volvieron a la sala de estar, ambos se percataron que solo estaba Fabián, Sharon, la esposa de Fabián, y sus dos pequeños hijos esto significaba que Lana, su esposo y su hija se habían retirado ya. Zahara se dirigió a Fabián quien estaba   parado con su hija en brazos.

–¿Se fueron ya?– preguntó ella con seriedad

–y sin decir una sola palabra– afirmó Fabián

–lo imaginé– dijo restándole importancia– ven acá princesa, deja descansar un poco a tu papi– dijo Zahara para tener a la bebé en sus brazos y empezar a mecerla.

Ella fue a donde estaba Sebastián y ambos se sentaron el los sillones de la sala.

–mira princesa, él es el tío Sebastián pero puedes decirle Tian. Solo tú y yo podemos decirle así– dijo provocando una risita inocente en la bebé

–es tan adorable y muy linda– dijo Sebastián observando a la pequeña bebé de apenas 8 meses

–lo sé, se parece a su tía Zara, verdad que sí linda

–oh si, claro que sí. Ambas son unas pequeñas niñas adorables, dulces, hermosas y berrinchudas– dijo el acariciando la mejilla de Zahara e iba a besarla pero se vieron interrumpidos por el llanto de la bebé provocando risas en ambos

–oye, él es Mi novio y no puedes interrumpir así– dijo Zahara hacía la bebé– ya regreso

Sebastián sólo logró asentir, acaso ella en verdad lo había nombrado su novio? En ningún momento habían entablado un noviazgo como tal, pero vaya que a él le encantaba la idea de ser oficialmente una pareja. Tendría que hablarlo con ella, y pronto.

–hable con mi hermano para irnos a casa y me dijo que podemos llevarnos su carro, ¿Vamos?– anunció Zahara llegando y sacándolo de sus pensamientos

–claro, conduces tú o yo

–hazlo tú–dijo y depositó un beso en la mejilla de él mientras caminaban fuera del hospital

...


Un Caótico AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora