Capitulo 13

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Y así, una larga noche se hizo presente. Generalmente las noches son el momento en el que re hundes en tus pensamientos, pues a estas horas son bienvenidos el silencio, la serenidad, la oscuridad, la nostalgia y entre otras cosas.

Zahara no pudo conciliar el sueño por lo que toda su noche la paso a base de recuerdos de todo tipo.

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–¡¿Quién demonios te crees?!

–¡Tú madre!

–oh,¿Ahora si eres nuestra madre?– cuestionó Olivia, estaba dolida con su madre– ¡Porque no te importó que fueras nuestra madre cuando te fuiste por una semana entera a vaya saber dónde y sin avisarnos!

–eso no justifica lo que haces

–¡¿Que madre?! ¿Que es lo hago?

Ambas discutían fuertemente y no se dieron cuenta de la presencia de Zahara quien observaba toda la pelea desde las escaleras de la casa

–andas revolcandote con ese muchacho, andas tan ocupada con tu papel de ramera que ni siquiera te ocupas de tu hermana

Olivia se quedó en silencio unos segundos, el comentario de su madre hizo que su nivel de enojo aumentara, pero no el comentario donde la insultaba sino el de "ni siquiera te ocupas de tu hermana"

–¿Disculpa? Hasta donde se, yo no tengo la obligación de hacerme cargo de mi hermana de 9 años, y sin embargo lo hago. ¡Vamos mamá! Acepta que ante todos YO soy más madre de Zahara que TÚ

Las lágrimas ya caían por las mejillas de ambas mujeres.

Olivia soltó una risa sin gracia y siguió– pero qué podíamos esperar de ti, si tú nunca fuiste una madre, nunca estuviste para ninguna de las tres. ¿Te has parado a ver el daño que le haces a tus dos hijas menores?

– perdón hija yo no sabía...

–no mamá, no puedo perdonarte, no ahora

Dijo y salió al patio de la hacienda. Zahara en silencio la siguió y se sentó a su lado.

–¿Mamá nos quiere?– preguntó Zahara después de estar un rato en silencio.

–¿Qué? Claro que nos quiere, nos quiere mucho, solo que en hay personas que no saben cómo expresarlo– contestó Olivia un poco desconcertada por la pregunta de su hermanita, ella no estaba a veces dudaba que su madre enserio las quisiera pero no quería desilusionar así a una niña de apenas 9 años– ¿Por qué preguntas eso?

–porque casi no habla con Fabián, siempre está peleando con Lana, a ti te habla feo y porque siempre nos deja solas a ambas– explicó con tristeza y confusión– ¿Tú nunca me dejaras verdad?

–claro que no Zara, y con lo de mamá, es solo que los adultos tienen muchos problemas y no saben qué hacer, pero no te preocupes por eso sí?

Zahara asintió y Olivia la abrazó, ambas hermanas se quedaron ahí sentadas en el pasto, una junto a la otra.

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Todo lo que Olivia había dicho esa vez era cierto, su madre era una persona tóxica y nunca les brindo la debida atención, ni a ellas ni a Fabián.

Bien se podía decir que Rosa Jones no fue una buena madre, pero Zahara siempre la quiso pues al final era su madre y su padre no estaba.

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La hijas menores de los Jones estaban en la habitación de Zahara.

–mira Zara, me iré por 4 años por temas de estudió, ya verás que el tiempo se pasará volando– explicó Olivia quien se iría a una universidad de Canadá gracias a una beca

–pero estás dejando con la loca de nuestra madre, ella no me cuida bien, ni siquiera sabe bien el horario de mis medicinas– dijo Zahara rodando lo ojos– además nunca he tanto tiempo lejos de ti

–lo sé y te extrañaré por eso te llamaré todos lo días, así que cuida bien ese teléfono que te acaban de dar– dijo y ambas rieron– y hablando en serio, tienes que ser responsable con tu medicamento, no te confíes de mamá porque sabes cómo es, configuré una alarma en tu teléfono para que te recuerde de las pastillas okay?– Zahara solo asintió– oh vamos, cambia esa cara, vendré antes de que cumplas tus quince años, esa será una gran fiesta

–claro– dijo con una sonrisa comprensiva

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A los 21 Olivia había solicitado una beca universitaria que la sacaría del país. No se supo si era una realidad pero se insinuaba que ella lo había pedido para poder tomarse un descanso de su caótico familia.

Se fue durante aproximadamente cuatro años, cuatro años en los que dejó a su hermana menor sola junto a su madre, después de años atrás haber prometido nunca dejarla.

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–¡Esto es una vergüenza, Zahara!– gritó Rosa mostrando la tarjeta de calificaciones del colegio– ¡¿A que demonios vas a ese lugar?! No puedo aceptar esto, no tienes ninguna otra responsabilidad ¡¿Que es lo que te impide sacar punteos perfectos?!

–mamá, es un ochenta y cuatro, eso no es un punteo malo– Zahara ya estaba cansada de oír a su madre– y ya para, estás así desde que salimos del colegio– dijo sentándose en el sofá

–claro que es una mala nota, afectará en tu promedio estudiantil el cual te recuerdo que es perfecto y tiene que seguir así porque si no es así te juro que...

–¡¿Qué?! ¿Que madre? Estoy harta de todo esto, de siempre tener que hacer las cosas bien de siempre tener que interpretar a la niña fina, recatada y perfecta, esa que no comete ni un solo error, estoy harta de tu estúpida actitud opresiva y manipuladora, ¡Estoy harta de ti!

Rosa soltó una bofetada a Zahara– eres una niña malcriada y soberbia que nunca logrará nada por sí sola y por eso necesitas esa fachada, para que la gente no vea lo que en realidad eres, una persona mala y transtornada, alguien no puede controlar ni un poco sus impulsos inservibles– le dijo Rosa viendola despectivamente

–basta– pidió dolida

–aceptalo, eso es lo que eres, eres un error que nunca debió ser cometido, un defecto, una loca, eres una enferma Zahara. Desde los  nueve, cuando te diagnosticaron con indicios de TLP, no has sido más que una simple carga para nosotros...

–¿Por qué me dices esto?–pregunto entre llanto

–para que te des cuenta que aquí eres la menos indicada para reclamar sobre las personalidades de cada uno. A veces quisiera hacer lo mismo que tu padre, largarme de una vez por todas, porque eso provocas en las demás personas, todos te dejarán tarde o temprano, y te quedarás sola por tu estúpida actitud y personalidad de mierda

Ella salió de la sala dejando atrás a una Zahara quebrada y empapada en lágrimas.

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Cuando Zahara fue al psicólogo le habían dicho que era PROPENSA a padecer TLP, pero  todos los altibajos vividos en esos años, sumándole el mal trato de parte de su madre hacía ella y Olivia y la potencial falta de su padre en su vida, hicieron que el transtorno se apoderara por completo de ella. Actualmente lo llevaba bien con sus medicamentos que lograban mantenerla cuerda.

Con esos y otros recuerdos Zahara se pudo dar cuenta por completo cuan mala había sido su madre con ellas, era posible Rosa haya sido quien más hiciera crecer la semilla de su enfermedad a lo largo de los años.

Tal vez Zahara no lloraba a su madre sino a la ilusión que tenía con ella, la ilusión de algún día tener una relación estable y amorosa de madre e hija.

...

Un Caótico AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora