Capitulo 12

25 6 0
                                    

Al día siguiente, Sebastián y Judy asistieron al médico, este, después de hacer los debidos chequeos, le dijo que todo estaba bien, que el niño no había sufrido algún tipo de daño y que actualmente tenía un mes de embarazo. Regresaron a su casa y charlaron de temas triviales. Después del almuerzo Sebastián se despidió de su madre y se dirigió hacia la casa de Zahara.

4 Días después

Zahara había estado yendo al hospital la mayor de veces posibles en compañía de Sebastián y rara vez con Fabián.

Para ser sinceros nada había mejorado. Ahora los tres se encontraban en la sala del hospital.

–¿Ha pasado algo doctor?– preguntó Fabián acercándose al doctor el cual tenía una no tan contenta expresión.

Sebastián y Zahara fueron tras Fabián para poder escuchar mejor.

–lamento informar que la señora Rosa no ha podido soportar los tratamientos de la operación y sus demás heridas

– a-a que se refiere con eso– cuestionó Zahara temerosa de la ya casi obvia respuesta.

–esto quiere decir que la señora Rosa a fallecido hace unos momentos. Lo lamentamos tanto

–¡No! ¡Esto no es posible! ¡Ella no pudo haber muerto! Debe haber un error en esto, ella no...

–Zara, cariño tranquila, estamos juntos en esto y lo superaremos, si?– Sebastián quiso abrazarla pero ella lo empujó suavemente

–¡Noo! ¡Esto es su culpa!– dijo señalando al doctor– ¡Todos ustedes son una bola de inútiles que no hacen bien su trabajo! ¡Es un mald...

–¡Basta!– ordenó Fabián con la voz alzada– Sebastián, sacala de aquí por favor

–no es necesario que lo haga– dijo Zahara para caminar apresurada hacia la salida con notable enojo

Sebastián se dedicó a seguirla hasta llegar a la salida. Aunque a veía que la chica no tenía intenciones de parar.

– cariño, espera ¿A donde vas?– él aun iba tras ella

–a cualquier lugar, y deja de seguirme, necesito estar sola

–Zara, tranquilizate y ven acá, tienes que ser fuerte y todo estará bien

Ella paró y volteó a verlo.

–¡No Sebastián! Eso dijimos hace unos días y ahora nada está bien– sus ojos se cristralizaron– ¿Qué no te das cuenta? ¡Mi vida se está yendo al carajo! Nada, absolutamente nada está bien conmigo y ya no lo soporto– lágrimas caían por su mejillas mientras su voz se quebraba– ya no quiero ser fuerte, solo quiero volver el tiempo atrás para poder ser de nuevo una niña y tener a toda mi familia de vuelta

Sebastián se limitó a acercarse y abrazarla. Zahara se soltó en llanto. Y así pasaron unos minutos hasta que ella se tranquilizó de a poco.

–Vamos te llevaré a casa– dijo Sebastián y Zahara solo se limitó a asentir

Avisaron a Fabián y emprendieron camino a la hacienda Jones. El camino se dio en completo silencio.

–¿Quieres que me quede?– preguntó Sebastián

–no, no te preocupes yo... Necesito estar sola– explicó ella con una sonrisa agradecida

–¿Segura?

–si, segura

–bueno, feliz noche y descansa si?–dijo acariciando su mejilla–igual cualquier cosa me llamás, adiós– y depositó un corto beso en sus labios

– adiós

Sebastián subió a su auto y se fue. Zahara cerró la puerta y subió las escaleras dispuesta a ir a su habitación pero se detuvo frente a la de su madre y decidió entrar.

Al primer paso se sintió tan terrible, al segundo sintió ganas de llorar, al tercero sintió la culpa recaer sobre ella, al cuarto pudo sentir la soledad en su completo esplendor y al quinto paso sintió agonizar de dolor, un dolor que llevo desde siempre con ella y que el tiempo se encargó de ir alimentado poco a poco, un dolor que en este momento la estaba enloqueciendo.

Con la tristeza a flor de piel empezó a recorrer la habitación, hace bastante tiempo que no entrena ahí, observando pudo visualizar al fondo de una estantería una vieja foto familiar donde estaban Fabián, su padre y Lana parados detrás de el sofá en que ella, su madre y Olivia se encontraban sentadas, todos se veían tan jóvenes,tan serenos, todos tan ajenos a los demonios del otro.

Una amarga lágrima bajó por su mejilla para darle paso a uno de sus tantos recuerdos.

✿    _________    ✿

La pequeña Zahara corría por su antigua casa con una sonrisa en sus labios mientras jugaba con su hermana Olivia. Al pasar cerca de las habitaciones pudo oír unos sollozos provenientes de la habitación de su madre. Intrigada decidió entrar.

–mami, ¿Por qué lloras?– preguntó mientras se acercaba a Rosa

–oh, por nada cariño– respondió limpiándose rápidamente sus lágrima y recuperando la compostura–¿Qué haces?

–estaba jugando con Liv. Pero mami ¿Estás bien? ¿Pasa algo malo?– preguntó abrazándola lo que hizo sonreír a su madre por la preocupación de su inocente y pequeña hija

Rosa se separó y cargó a Zahara para sentarla en su regazo

–mira mi niña, hay momentos en la vida que son difíciles y no muy bonitos pero que de igual forma tendrás que aprender a superar, y está bien que te cueste y no hagas bien las cosas al primer intento, puedes caer, puedes lastimarte y tienes permitido llorar todo lo que quieras, pero lo que no puedes hacer es quedarte ahí tirada sin hacer nada, entendido?

La niña que prestaba toda su atención asintió.

–¿Que haces cuando estás jugando y te caes?

–me levanto y sigo jugando, pero antes voy hacia ti para que me cures el golpe– contestó con una gran sonrisa

Su madre soltó una pequeña risa y dijo– exacto linda, y yo siempre siempre estaré ahí para ti y contigo

–¡Zara! ¿Donde estás?...–se escuchó el gritó de Olivia, que probablemente ya se estaba desesperando al no encontrarla

–bueno, ve a jugar de nuevo y no te preocupes, si?– dijo Rosa dejando un beso en la mejilla de su hija

–si mami

✿    _________    ✿

Zahara no pudo evitar soltar más lagrimas. Ahora entendía y comprendía lo que ese día le dijo su madre.

"y yo siempre siempre estaré ahí para ti y contigo" Zahara aún no aceptaba que todo esto estuviera pasando.

Ella siempre anhelo tener una sólida y bonita relación con su madre. Pero las situaciones que la vida les ponía no ayuda en nada pues era como si el destino se empeñara en alejarlos una de la otra.

...



Un Caótico AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora