Capitulo 14

11 4 0
                                    

***

"Zara estoy afuera, abre la puerta por favor"

"Bajo la maceta roja de la ventana derecha hay una llave, tómala y entra"  

Sebastián hizo lo que decía el mensaje y entró. Subió hasta la habitación de Zahara y se sorprendió al no verla ahí, vio en el cuarto de al lado y nada, abrió la puerta de otra habitación y pudo ver a Zahara tirada en la gran cama, entró lento pues no quería que ella se sobresaltara o algo.

–¿Zara? 

Ella no respondió.

cariño, háblame, di algo, yo...

¿Qué quieres que te diga Sebastián? Estoy bien, no necesito nada– ella se encontraba de espaldas a él, su respuesta llena de frío y sarcasmo hizo sentir mal a Sebastián, quien solo quería ayudar 

–no lo sé y claramente no estas bien,no estamos para juegos, yo solo me preocupo por ti. Zara, hace 2 días que no me hablas por ningún medio ni motivo, hace 4 días que no sales de casa, y... mírame– demandó él pero ella hizo caso omiso– Que me mires Zahara– ella volteó dejando-le ver sus ojos hinchados por el llanto y cabello totalmente desordenado– y te conozco tan bien como para saber que llevas el mismo tiempo sin comer absolutamente nada, si no es que mas

Ella soltó un bufido–¿Y te importa?

–¡Por Dios, claro que me importa! ¿Por qué crees que estoy aquí? Tú eres lo mas preciado que tengo, me duele que dudes de tu importancia. Vamos debes levantarte y arreglarte que iremos a desayunar y luego al hospital por tu hermana y...– iba diciendo él mientras recogía y ordenaba ciertas cosas de la habitación pero fue interrumpido por Zahara

–basta Sebastián– ella se sentó en la cama para poder verlo mejor– no pienso hacer nada de eso, además, ¿Como es que estás tan seguro de que no he hecho esas cosas?

–ayer hablé con tu hermano, él me preguntó si había estado teniendo comunicación contigo y me comentó que no te ha visto desde el lunes que pasó todo y que tampoco contestas sus llamadas, ¡Y porque te conozco desde hace 4 años! – 

Después de eso se creó un tenso silencio que fue interrumpido por Zahara.

Zahara suspiró –no tuviste que haber venido, yo no te lo pedí, así que vete de aquí por favor – se levantó de la cama para colocarse frente a él

–yo solo quería ayudarte,sé que todo esto es difícil de aceptar y mas para ti, no creas que no me dí cuenta que dejaste de tomar tus medicamentos incluso mucho antes de que pasara lo de Maggie, sabes que los necesitas tomar

– oye, si sabes que el hecho de que seamos mejores amigos no te da poder sobre lo que hago y dejó de hacer ¿Verdad?

–¿Mejores amigos? Wow nunca creí que nuestra relación fuera a ser tan efímera– Sebastián debía admitir que eso le había dolido, según su expresión Zahara se había dado cuenta de lo dicho, sin embargo no dijo nada– mira... Lo siento ¿Okay? Tú tienes razón, no tengo porqué meterme en tu vida, pero yo solo quiero lo mejor para ti, tú sabes que siempre ha sido así...

–lo sé, sin embargo no entiendes o no quieres entender que quiero pasar estos momentos sola. Y si es es necesario romper lazos contigo para tener eso lo haré no quiero tener otra tóxica relación...

–espera ¿Ahora resulta que soy una persona tóxica?

– tú sólo no, pero nosotros juntos... Bueno si lo somos– dijo Zahara y Sebastián la miró con incredulidad– oh vamos acéptalo, no podemos estar el uno sin el otro, somos dependientes de nosotros, nos controlamos a tal punto que terminamos haciendo lo que el otro quiere a veces sin tomar encuenta lo que nosotros mismos queríamos, inconscientemente te lastimé cientos de veces, lo sigo haciendo y tú sigues aquí, e incluso tenías esa obsesión con fastidiar a Joaquín aún sabiendo que al final era a mí a la que peor le iba

– yo, no me había dado cuenta de eso– admitió, dando un paso atrás– y enserio perdón por todos los problemas que te pude haber causado con Joaquín, solo que el hecho de que estuvieras con él hacía que no me controlara. Necesito saber si todo eso que provocaba eran solo discusiones, lo eran ¿Verdad? Él nunca...

Zahara no respondió y bajó la mirada

–mierda– soltó pasándose una mano por el cabello– soy un total estúpido– se lamentó y con su mano tomó la quijada de Zahara levantando su vista lentamente– me iré, pero cualquier cosa no dudes en llamarme

Y así, con la tristeza y la impotencia apoderándose de su cuerpo, Sebastián abandonó la casa y la hacienda Jones dejando a una linda pero rota chica, aún pensado en lo recién ocurrido, en la tercera habitación de esa gran casa donde actualmente reinaban la soledad, el infortunio, el caos y la desesperanza.

En la vida llegan momentos donde todo sale mal, donde sientes que con cada tik tak del reloj te vas desvaneciendo y vas perdiendo las razones y las ganas para luchar e intentar quedarte o avanzar.

Momentos donde aquella luz que te acompaña se apaga y te permite apreciar toda la oscuridad de la que en realidad estabas rodeado y todos esos demonios que esperaban ansiosos la falta de luz para poder atacarte, tal y como un jaguar acecha a su presa escondido entre la espesa vegetación esperando su distracción, tu vulnerabilidad.

Pero recuerda, no hay mal que por bien no venga, y al finalizar ese mal momento de oscuridad la anhelada luz volverá a brillar, y está vez con más intensidad. Con todo lo que habrás pasado puedo asegurar que aprenderás nuevas cosas que te harán más fuerte y poderosa, y que cada vez te costará menos sobrevivir a este ingrato mundo de locos.

Aprenderás a apreciar amar y adorar lo que te rodea, como también a ti mismo.

Zahara había bajado hacía la sala de estar y se recostó en el sofá. Cansada de llorar y de lamentarse empezó a fantasear con historias de vidas alternas a la suya, pues hacer esto la  lograba sacar por un rato de su realidad y por ende la tranquilizaba, ella solía hacerlo con frecuencia desde su infancia.

En un momento podía tener la fantasía de ser una persona famosa aclamada y amada por todos siendo un ejemplo a seguir para muchas personas, o que tenía muchos viajes alrededor del mundo mientras disfrutaba de su incontable riqueza, e incluso a veces simplemente fantaseaba con tener una bella y normal familia, donde su papá nunca se hubiese ido y donde podía tener una linda relación madre e hija y sus hermanos llevaban esas divertidas relaciones donde se jugaban bromas el uno al otro pero sobre todo una familia donde todos fueran felices por igual.

Así Zahara pasó horas enteras, imaginando mientras simplemente cambiaba de posición y se acomodaba en el sofá.

*****

Un Caótico AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora