CUANDO ME MIRAS ASÍ (Christopher Vélez y tú)

CAPÍTULO 7: VOLVERTE A VER

La distancia es algo que podemos sortear con relativa facilidad las primeras semanas. Hablamos tanto como nos es posible y nos escribimos todo el tiempo.

La verdadera prueba de nuestra capacidad de mantener una relación de lejos llega junto con la gira de casi cuatro meses que deben cumplir por Estados Unidos y Europa.

Cada vez es más difícil coincidir con el tiempo del otro. Este último mes ha sido el peor porque cada día o dos cambian de país y entre el viaje, las entrevistas, los ensayos, las pruebas de sonido y las presentaciones, el poco tiempo que le queda lo debe repartir entre: comer, dormir y escribirme hola.

Ahora entiendo por que Luna, con todo lo que quiere a Joel, decidió dar un paso al costado y no complicar más las cosas.

Con Meli de vuelta en Alemania no he tenido más remedio que retomar mi amistad con Julián, como somos compañeros nos vemos todos los días y él se porta bien y lo que le sigue mientras su novia no está cerca. Cuando está con ella se vuelve un insoportable y yo me alejo para no recibir esa mala vibra.

Luna se ha convertido en mi confidente, ella entiende perfectamente lo que me pasa porque a ella le sucede lo mismo. Lo único que tiene de malo es que su amiga no me traga.

Julián no sabe que yo tengo <algo> con Christopher, sin embargo siempre que lee chismes o encuentra fotos comprometedoras de él con otras chicas se encarga de hacérmelo saber.

Hasta ahora las había ignorado todas pero como últimamente he tenido más tiempo libre porque casi no he podido hablar con Chris, empiezo a seguir el hilo de algo que no parece ser del todo un invento. Decido no hablarlo con Luna porque sé que va a defender a su primo y no quiero que me quite el coraje que estoy reuniendo para tomar una decisión al respecto.

Desde hace algún tiempo la tienda D&G me ha propuesto formar parte de su campaña para mujeres reales y yo no he querido hacerlo porque honestamente prefiero pasar desapercibida. Pero con las vacaciones de mitad de semestre a punto de comenzar necesito desesperadamente algo con qué distraerme, así que me decido a aceptar. Hago un par de sesiones de fotos y la campaña sale en las redes sociales de la marca.

El resultado me gusta porque a pesar de la ropa y el maquillaje sigo siendo yo con pecas y todo. Las fotos no fueron retocadas y hasta incluyeron el banquito donde tuve que subirme para poder abrazar al modelo que posó conmigo.

Por supuesto que espero que Christopher vea las fotos para que sepa que yo también estoy ocupada y que no paso todo el día esperando su llamada. Poco después del primer post suena mi celular, en la pantalla me sale un número muy raro así que decido no contestar. De inmediato llega un mensaje, "Soy Christopher, contesta".

Atiendo la segunda llamada y empezamos a hablar, "No sabía que estabas en la campaña de D&G, pensé que eso no te gustaba", me dice antes de saludar.

"Hola, yo estoy bien. Gracias por preguntar", le respondo.

"Perdón, es que no tengo mucho tiempo para hablar, me prestaron un celular unos minutos ".

"Eso ya lo sé", le digo sin poder disfrazar el disgusto.

"No es un reclamo, es solo que me habría gustado que me lo cuentes antes de encontrarme en redes sociales tu foto abrazando a otro tipo".

"Yo sé lo que se siente, créeme. Pero si en lugar de estar saliendo con otras o viendo redes sociales me hubieras escrito o llamado, habría podido decirte".

Respiro profundo y dejo salir el aire con fuerza por mi boca, lo que voy a hacer me va a partir en dos.

"Chris iba a esperar hasta volverte a ver para decírtelo pero va a ser mejor que lo haga ahora. Las cosas entre nosotros no están funcionando, yo creo que...". No me deja acabar y pregunta, "¿Estás terminando conmigo?".

"No, que yo sepa solo puedes terminar lo que has comenzado y nosotros decidimos no tener ningún compromiso, recuerdas?"

"Tal vez no de nombre pero claro que estamos juntos".

"No lo estamos, dejemos esto así y seamos amigos", le digo sintiendo un nudo en la garganta.

Puedo escuchar a Renato diciéndole que ya tiene que colgar.

"Hablamos otro día", le digo y corto la llamada.

Christopher no sabe cómo reaccionar, Joel lo encuentra desconcertado y él le cuenta lo que pasó.

"Hay Bro, lo siento mucho, veo que te quedaste muy mal. ¿Por qué pelearon?"

"No peleamos, le pregunté lo de las fotos y de la nada me dijo que no estábamos bien y que lo dejáramos así. Llámala compadre, ¡llámala por favor!. Necesito saber por qué termino conmigo".

"Está bien, llegando a Londres la llamo. No te preocupes seguro lo pueden arreglar".

Christopher le pide a Joel escuchar la llamada y él lo deja porque lo ve realmente mal.

Veo en mi celular el número de Joel y supongo que ellos podrían estar juntos, así que aclaro mi voz antes de contestar para sonar lo más calmada posible después de las horas de llanto que he tenido.

"Hola Sol, ¿cómo estás?".

"Hola Joel, todo bien, ¿y ustedes?. ¿Cómo va la gira?"

"Muy bien, ha superado nuestras expectativas. Lo único malo es que ustedes no están aquí".

"Sí, lo sé".

"¿Pasó algo con Christopher?. Estaba muy sacado de onda".

"Sí, yo pensé que iba a poder con esto de no vernos pero no funciona. Él tiene que enfocarse en la música y yo también tengo cosas que hacer". En ese momento Julián entra en mi casa, reclamándome a los gritos por las fotos de la campaña, y ellos lo escuchan.

Christopher se altera pensando que él es la razón del rompimiento, "¿Qué hace ese tipo ahí?". Joel alcanza a silenciar la llamada y le dice, "Tranquilízate Chris, no quiero que te escuche. Ella confía en mí, si sabe que estoy contigo ya no me va a contar nada".

"Quédate con tu amiga y que le vaya bien. Ya me quedó claro por qué terminó conmigo", le dice muerto de celos y sale de la habitación azotando la puerta.

Yo, que ya he sobrepasado todos mis límites de tolerancia con Julián y su foema de manipularme, lo echo de mi casa y de mi vida. Voy por un vaso con agua para calmarme y retomo mi charla con Joel.
"Perdón, es que ya no sé qué hacer con él".

"Sol, no me lo tomes a mal pero creo que detrás de tu rompimiento con Christopher hay algo más".

"No, no es por Julián ni por ningún otro. Es que ya no puedo seguir haciendo que mi estado de ánimo dependa de si hablé o no con Christopher o lo que es peor, de lo que vi de él en internet. Tampoco quiero seguir viviendo pegada a mi celular esperando una llamada que a veces simplemente no llega". Me quedo callada porque mi voz empieza a quebrarse.

"Te entiendo, pero yo que estoy del otro lado puedo decirte que no estar con la persona que amas duele mucho más".

"Lo dices por Luna, verdad?".

"Sí, me habría gustado que al menos lo intentáramos. Por favor piénsalo bien, no debería decirte esto pero él está destrozado y por tu voz se nota que tú también lo estás".

"Lo voy a hacer, gracias por preocuparte", le digo y colgamos.

Antes de hablar con Joel estaba convencida de haber tomado la mejor decisión pero ahora ya no sé qué pensar.

Joel busca a Christopher y le cuenta el resto de nuestra conversación, al menos ahora sabe que la separación nada tiene que ver con Julián.

Yo llamo a Luna para desahogarme y para contarle lo que Joel me dijo sobre ellos. Ahora ella también forma parte del club de los que no sabemos que carajo hacer con nuestra vida.