CAPITULO 6: NO ENTIENDO

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Luna se va porque quiere hablar con Joel, entonces yo aprovecho para quitarme el vestido y meterme en la cama.

Christopher aparece poco después y veo sus mejillas y sus labios llenos de glitter. No me puedo aguantar, "Deberías lavarte la cara, no es bueno dormir con el maquillaje puesto", le digo con sarcasmo.

"Qué?. Yo no... ¡agh!", se queja mientras camina hacia el baño. Desde allí sigue hablando.
"Tuve que llevar a Samantha a su habitación y...", yo no lo dejo terminar.
"No tienes que explicarme nada".
"Pues por la manera como me hablas pareciera que si".
"¿Qué dices?. Te estoy hablando igual que siempre", respondo indignada.

Se mira en el espejo, sacude su cabeza para acomodase el cabello y sonríe ampliamente porque con mi actitud le estoy confirmando lo mucho que me gusta.

Regresa a la habitación y se sienta junto a mí en la cama.
"Qué te pasa Bonita?", pregunta poniendo su mano sobre la mía.
La piel se me eriza y el cosquilleo en el estómago aparece otra vez.
"Nada. Estoy cansada, eso". No pienso admitir que me revuelve el estómago que esté cerca de Samantha.

"Te dejo dormir entonces", me dice y me da un beso en la frente que lo siento correr por todo el cuerpo.
Antes de que llegue a la puerta le digo, "Te puedes quedar si quieres".
"No creo que pueda dormir hoy y no quiero molestarte".

Ahora soy yo quien no va a poder pegar un ojo si no me cuenta por qué?.
"¿Qué te pasa?".
"Que yo también alucino, me contagiaste".
"No te burles de mí".
"Es verdad, hace un momento pensé que estabas celosa".
"Cómo voy a estar celosa si no somos nada!", le digo y esa frase desafortunada le pega mal. "¡Nada!", repite arrugando la frente. "¿Tú crees que yo hago esto con todas las chicas a las que conozco?".
"No es lo que quise decir".
"Respóndeme Sol".
"Mejor voy a dormir, no quiero empeorar las cosas. Los dos tuvimos un día pesado y lo último que quiero es pelear contigo Christopher".
"Qué descanses", responde cortante y se va recostar en el sillón. Aunque está enojado conmigo no me deja sola en la habitación.

Mi incapacidad de demostrar lo que siento, por miedo a que me pase lo mismo que con Julián, me está costando caro. No solo no dormí nada sino que ahora tengo un dolor de cabeza que me está matando.

La luz se asoma detrás de las cortinas, así que me levanto para recoger mi celular y prenderlo. Son casi las siete, ¿qué hago despierta a esta hora de nuevo?.

Bueno, ahora puedo mirar a Christopher sin que se dé cuenta. Esos labios carnosos, sus manos tan masculinas con las venas marcadas bajo la piel  y ese mentón afilado que me provoca morder. Estoy a nada de perder el control, tomar su cara con mi mano y comerle la boca.

Como sintiendo la fuerza de mis ganas, abre los ojos de repente y yo salgo corriendo al baño antes de que pueda verme.

Las ojeras me llegan hasta las rodillas así que me doy una ducha larga para despertarme y mejorar en algo mi aspecto.

Salgo del baño y no veo a Christopher, lo que si encuentro es otra caja de D&G sobre la mesa, esta vez tiene una camisa a cuadros beige y un pantalón negro. Viene con una nota disculpándose por el incidente de la fiesta y pidiéndome que comparta el look en Instagram. "Eso no va a pasar otra vez", pienso.

Me cambio, me arreglo y salgo para buscar a Chris. No quiero terminar así mi último día con él.
Voy a la terraza y lo encuentro, me mira y me sonríe a medias.
"¿Cómo dormiste?", pregunta con la voz sexy de <acabo de despertarme>.
"Fatal", le digo y él se acerca para rodearme con sus brazos.
"No entiendo que me pasa contigo Bonita", dice hablándome suave al oído.

Los demás se reúnen con nosotros y pasamos casi todo el día juntos. Me divierto a pesar de que Samantha me sigue mirando como a bicho raro.

Tengo que llegar antes de las 6PM a mi casa así que me despido de todos. Erick, Zabdiel y Richard me prometen que nos mantendremos en contacto. Joel, Luna y Chris van en la camioneta conmigo y Omar nos conduce hasta mi casa.

En el camino Chris se va acercando, acaricia mi cabello y me mira fijamente como queriendo decirme algo. Mi corazón late tan fuerte que lo puedo sentir hasta en la punta de mis dedos.

Con su mano mueve poco a poco mi cara hasta ponerla cerquita de la suya. Intenta besarme pero yo lo esquivo haciendo que el beso llegue a mi nariz.
"No hagas eso por favor", le pido.
"¿Por qué?".
"Porque no quiero tener una cosa más que extrañar de ti".
"Lo siento pero no aguanto más", me dice y acerca sus labios a los míos casi con furia. Él sabe lo que hace, yo solo sigo su ritmo y me dejo llevar sintiendo su energía transitar por mi cuerpo.

Como despertando de un sueño escucho a Joel y Luna gritando desde el asiento de atrás. Quiero seguir besándolo pero ya no queda más tiempo.

Como todo un caballero me acompaña hasta la puerta de mi casa y Joel y Luna se bajan también.
Mi mamá sale a recibirme y los presento. Hablamos un poco y ella les agradece por haberme dejado quedarme con ellos el fin de semana.

Ahora si nos despedimos y Christopher me dice bajito, "te voy a extrañar Bonita".

Entro en mi casa como flotando, aún no creo lo que me acaba de pasar. ¡Qué bien besa!, todavía puedo sentir el calor de sus labios si cierro los ojos.

Poco después suena mi celular, es una video llamada de Chris. Contesto y lo veo ya en el hotel usando la camiseta que me prestó para dormir. No le digo nada pero entiendo claramentre el mensaje, hablamos muchísimo hasta que llega el día siguiente.

"Hoy es nuestro último día aquí y quiero verte".
"No puedo, tengo que dar una prueba en la universidad a las dos".
"¿Y cuánto dura?".
"Una hora más o menos".
"Bonita hoy te veo a las tres".

Acepto su propuesta porque yo también quiero estar con él.

Voy a clase esperando que el tiempo vuele porque aunque no hemos dejado de hablar y escribirnos necesito tenerlo frente a mí. Lo peor de toda la espera es que tengo que aguantar las quejas del intenso de Julián.

Al fin empieza la prueba y no sé si tiene sentido lo que estoy escribiendo porque no me puedo concentrar. Cuarenta y cinco minutos después termina la evaluación pero aún nos quedan quince minutos de clase. Me urge irme así que amarro mi suéter en la cintura, tomo mis cosas y hablo con el tutor. Le digo que tengo un problema femenino y me deja irme antes. Eso nunca falla.
Julián me mira sabiendo que miento pero no me importa.

Al fin llego a la puerta principal y encuentro a Omar. Me acerco y lo abrazo agradeciendo su complicidad. Entro en la camioneta y me lanzo a los brazos de Chris, ya no quiero esconder lo que me pasa con él. Los besos siguen, algunos suaves y tiernos y otros tan intensos que hacen que el pobre Omar quiera salir corriendo de la camioneta.

La noche cae y tenemos que despedirnos porque su vuelo sale en unas horas y aún tienen que retirar a los demás.

Aguanto las ganas de llorar y nos dejamos sin ninguna promesa. Tengo que ser realista y vivir el día a día porque no se si esto tenga futuro . Seguro vamos a estar en contacto pero...

CUANDO ME MIRAS ASÍ (Christopher Vélez y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora