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01. | DAMON ESTÁ SIENDO DAMON.
—No, todo está bien, Stef—, habló Laurel al micrófono del teléfono celular mientras recostaba su espalda contra la pared del club. Dentro del club, los hits de la actualidad resonaban y Damon estaba entre las chicas danzantes en búsqueda de un aperitivo. La pelirroja había recibido una llamada del Salvatore más joven para su usual chequeo en la chica humana, asegurándose que no tenía que ir y matar a su hermano —. Damon solo está siendo...
— ¿Damon?—, completa Stefan, y la pelirroja suelta un suspiro —. Te recuerdo que fuiste tú la que dijo que estaba completamente bien con irse con él.
—Sí, lo sé, Stef. Y prometo que si Damon se sale muy fuera de control, me aseguraré de llamarte para que vengas a por mí—, respondió Laurel mientras se empuja fuera de la pared. Ella guarda su mano libre en el bolsillo de su jean, antes de tomar un paso adelante. Miró hacia el callejón, observando los vehículos pasar —. ¿Cómo está todo en Mystic Falls?
— ¿Realmente quieres saberlo?—, cuestionó Stefan —. Estoy seguro que lo que sea que tú y mi hermano estén haciendo es más interesante.
Una pequeña sonrisa estiró sus labios —. Sí, Stefan. ¿Qué estás haciend? ¿Caroline y Tyler siguen juntos? ¿Elena se está manteniendo fuera de problemas? ¿Jemery? ¿Bonnie y Matt?
—Bueno, Jeremy está mucho mejor. Alaric está enseñándole las formas de ser un verdadero cazador de vampiros. Bonnie se ha vuelto más poderosa. Sí, Caroline y Tyler siguen juntos, pero están en una situación complicada y nadie quiere estar cerca de ellos honestamente. Matt sigue siendo Matt, trabajando en el grill. Y Elena... bueno, Elena se está manteniendo fuera de problemas—, explica Stefan y ella asiente —. Pero ella y yo también estamos complicados. Ella cree que mi mente está en otro lado y que ya no me interesa.
—Ella superará su escepticismo—, prometió Laurel mientras escucha la puerta del club abrirse y cerrarse. Ella mira hacia allí para encontrarse con alguien tropezando hacia su auto. Ella rodó los ojos, antes de volver a su conversación con Stefan —. Me refiero a que probablemente no superó el período que tuvimos tú y yo, pero superará lo que sea que estén pasando ustedes dos ahora.
—Ojalá—, suspiró Stefan.
—Oye, no dudes de ti mismo, Stefan—, le dice Laurel con un tono amable —. Eres una de las personas más fuertes que conozco, ignorando las habilidades vampíricas. Superarás esto. Solo dale un poco de tiempo.
—Gracias, Laur—, respondió Stefan —. ¿Qué está haciendo Damon?
—Oh, ya sabes—, le dijo Laurel —. Probablemente tiene su cabeza hundida en el cuello de una chica justo ahora.
—Mantenlo fuera de problemas, ¿sí?—, pidió Stefan —. No necesito ir a limpiar su desastre.
—Lo sé—, asintió Laurel —. Mira, probablemente debería ir a asegurarme que no asesine a nadie. Te hablo luego. Adiós, Stefanie.
Stefan soltó una pequeña carcajada —. Nos vemos luego, Craven.
Golpeando el botón para finalizar, Laurel deslizó su teléfono dentro del bolsillo de su jean antes de dirigirse hacia la puerta del club. Ella la abre con facilidad, antes de volver a ingresar a la atmósfera. Sus ojos escanean el club, encontrando parejas besándose y solteros desesperados. Ella inhaló profundamente mientras se desliza entre un par de personas, dirigiéndose hacia un hombre con cabello azabache.
Pero mientras se estaba dirigiendo a él, ella sintió a alguien tomar su muñeca y la giró hacia la persona. Ella terminó golpeando contra el pecho de alguien y, al levantar la vista, se encuentra con un hombre sonriéndole. Ella rodó los ojos y soltó un suspiro, antes de intentar alejarse. Pero eso hizo que el hombre apretara más fuertemente su agarre sobre ella, intentando mantenerla a su lado.
— ¿A dónde vas, preciosa?—, soltó el hombre —. ¿No quieres bailar?
—No, contigo no quiere—, Laurel giró su cabeza para ver que Damon había saltado en su auxilio. Ella le sonrió mientras Damon quita la mano del hombre de sobre ella. Él colocó sus manos sobre los hombros de ella, mirando al hombre a los ojos —. Quita tus manos de la linda chica, o las voy a romper—, el hombre asintió, quitando sus manos de sobre Laurel, antes de alejarse. Una sonrisa se posó en los labios de Damon, antes de girarse a Laurel —. ¿Cómo estuvo tu conferencia con Stefan?
—Bien—, replicó Laurel mientras comienza a caminar a través del club otra vez. Damon la sigue, parándose a su lado —. Todos están bien. Lo único malo es que Stefan y Elena están teniendo problemas en su relación.
—Oooh, ¿está relacionado con el tiempo sexy que tú y Stefan tuvieron?—, cuestionó Damon, provocando que ella se detuviera y lo mirara. Damon le dio una sonrisa amigable —. Cálmate, pelirroja. Solo te estoy molestando.
— ¿Sabes? Eres un idiota—, acusó Laurel —. No sé por qué vine contigo en esta pequeña aventura.
Damon da un paso en su dirección y ella se encuentra arrinconada contra la pared. Laurel mira sobre su hombro hacia la pista de baile, inhalando profundamente, antes de volver a mirar a Damon. Sus ojos azules estaban sobre ella y había una sonrisa arrogante sobre sus labios, como siempre.
—Porque adoras la adrenalina. Además, tú, mi pequeña pelirroja, eres mi amiga. Y los amigos no dejan que sus amigos se emborrachen solos—, le dijo Damon.
—Soy tu única amiga—, le recordó ella.
—Ouch—, susurró Damon. Él miró hacia el bar para notar a una rubia jugando con su cabello, una sonrisa en su rostro. Damon sacudió su mano hacia ella antes de volver a mirar hacia abajo a Laurel. Él alza y baja las cejas, provocando que ella soltara un bufido.
—Damon, si sigues hambriento, ve tras ella—, dijo Laurel mientras se libra de su brazo y se gira para mirarlo —. Estaré en el departamento. Cuando termines de jugar al depredador y la presa, ve a buscarme.
Damon se despidió de ella antes que la pelirroja dejara el club. Ella se dirigió hacia el auto de Damon, antes de deslizarse hacia el asiento del conductor. Encendió el motor antes de acelerar hacia las calles, en dirección hacia su departamento.
