Nuestro Secreto // Drarry (terminada/editando )

Se Terminó

Narrador//

"No existe la guerra inevitable"

¿Será cierto que la guerra es inevitable? ¿Qué si la guerra había empezado es porque tarde o temprano llegaría? ¿O mas bien los únicos que pueden evitarlo son los que quieren empezarla?

Por desgracia todo había empezado, ya no había marcha atrás y lo único que podían era pelear, sin pensar en lo mal que podía terminar todo. Harry le había pedido a la profesora tiempo, que impidan durante el máximo tiempo posible la guerra apartada. Este joven mago corría entre los alumnos, que algunos se iban para alejarse de la guerra y otros se quedaban para afrontarla. Draco seguía a Harry intentando llegar hasta él, cuando lo consiguió lo cogió del brazo para que se parara.

—Draco, no tenemos tiempo, la guerra está apunto de estallar y necesito encontrar el maldito objeto—decía intranquilo el pelinegro

—lo sé, y por eso mismo vengo, ¿qué pasa si empieza la guerra y alguno de los dos muere?—dijo Draco, Harry lo miró, tenía razón, tal vez no se vuelvan a ver, tal vez no pueda volver a besar esos finos y dulces labios, tal vez no vuelva a verle vivo. Draco se acercó a darle un beso, estaban delante de todos, pero sin embargo eso no les importó. Se besaron dulcemente y cuando se separaron se dijeron mutuamente "ten cuidado" y los dos se fueron por su camino, sin poder saber como terminará esta mierda.

* * * * *

Los mortifagos habían conseguido entrar al castillo, la guerra estaba es todo su apogeo. Harry, Ron y Hermione habían conseguido destruir dos horrocrux y ahora iban en busca de otro, la serpiente. Estos tres chicos, habían vivido la muerte de Snape, que antes de morir pidió que recogieran sus lágrimas y las llevara al pensadero, y eso hizo Harry, consiguiendo así enterarse de la verdad, de toda la verdad, de todas esas cosas que se le había ocultado hasta ahora. La verdad dolía, porque la verdad es así, muchas verdades duelen, pero tarde o temprano te acabas enterando, porque por mucho que se esconda, la verdad sale abarrotandolo todo.
El joven mago les contó a las dos grandes personas que le habían acompañado por todo el camino, lo que tocaba hacer, se tenía que entregar, no tenía otra opción, pidiéndoles que mataran a la serpiente.
Y fue así como Harry Potter se entregó a la persona que le quería matar, recordó un momento en el que se encontraba con Arthur en el tercer año antes de subir al tren, recordó que le dijo al padre de su amigo que ¿por qué iría a buscar a alguien que lo quería matar? Era ilógico lo 1ue estaba pasando, pero tenía que pasar, y Harry lo sabía, porque si él vivía el otro lo hará y si uno muere el otro tarde o temprano también. Pero sin embargo antes de entregarse, se percató de la snitch, éste era su cierre, estaba preparado para morir, en este momento la pequeña pelota se abrió dejando ver una pequeña piedra en su interior, era la piedra de la resurrección que permitía revivir a los muertos. Harry giro la piedra tres veces en su mano haciendo aparecer a su lado a la gente que más quería y que habían muerto, sus padres, su padrino y el que había sido como un padre, Remus. Todos ellos se encontraban allí, con la cara alegre.
Estuvieron hablando, y acompañaron a Harry hasta el final.

Era la hora, estaba frente a su enemigo, en frente del hombre el que segundos después lo mataría, en frente del hombre que le había destrozado la vida.

—avada kedavra—pronuncio el señor tenebroso, acabando así con parte de su alma, él no lo sabía, tampoco Harry, pero lo único que había conseguido con eso era matar un trozo de su alma.

* * * * *

Hagrid llevaba en brazos a Harry, al que todos consideran muerto. Lo llevaba hasta Hogwarts rodeado por los mortifagos que saltaban de alegría, cuando llegaron al castillo, la gente empezó a salir dándose cuenta del cuerpo inerte de Harry, muchos gritaban, otros lloraban, pero todos parecían asombrados ante la muerte del joven

—Harry Potter ha muerto—decía ancioso voldemort, mientras sus seguidores se reían. —de ahora en adelante sólo me obedecereis a mi—decía el sin nariz —y todo el que se enfrente a mi acabará muerto, así pues el sensato mago que quiera seguir con vida puede incorporarse en nuestras filas—hubo un momento de silencio en el que nadie se movió hasta que volvió a hablar voldemort
—acércate Draco—ordenó voldemort, pero este no se movió —ya me lo imaginaba, te he dicho que vengas, y desde la distancia lanzo una maldición imperius obligando a Draco acercarse y quedarse justo en frente de él —parece que has cambiado de banda, ¿no es así draco?—

—sí—se atrevió a decir el ojigris

—Harry Potter está muerto, ¿por qué seguir en su bando?— preguntó voldemort esperando una respuesta, pero no la tubo —el amor afecta, ¿no es así Draco?— seguía insistiendo voldemort, pero como veía que draco no le contestaba prosiguió, lanzandole otro imperius a Draco para que se arrodillada —vas a acabar igual que tu querido Potter—dijo levantando la varita, apuntando hacia draco.

Fue en eso momento en el que Harry Potter se tiro de los brazos de Hagrid impidiendo que Voldemort matara a Draco, muchos mortifagos corrían, los que apoyaban a Potter aplaudían y victoreaban, y Harry cogió del brazo a Draco llevándolo rápidamente hacia dentro del castillo. Sólo hizo falta una mirada y los dos comprendieron que tenían que irse, y así lo hicieron, no podían quedarse ni un segundo más así que los dos volvieron a separarse.

* * * * *

Neville había decapitado a la serpiente, ahora sólo quedaba un pequeño duelo, que acabó con la muerte del señor tenebroso. Se había acabado todo, la guerra había terminado, después de todo este tiempo ya era hora de un poco de paz.
No podíamos decir que estaban felices, había muerto muchas personas, pero si se alegraba de que al menos se hubiera acabado todo. Mientras arreglaba Hogwarts los tres jóvenes que habían salvado el mundo se reencontraban, cada uno con una sonrisa, aunque no era una sonrisa de alegría, sino de tranquilidad. Esos tres magos de 17 años habían salvado el mundo mágico, pero ¿ahora que sería de ellos? Pues bueno Hermione se fue ha vivir con su querida novia Pansy, Ron empezó a trabajar en los sortilegios Weasley ayudando a George a llevar la tienda, y por último como es obvio Draco y Harry se fueron ha vivir juntos y por fin pudieron ser felices, estando uno con el otro.