Capitulo 2 ¿Donde estoy?

1K 76 3
                                    


        Narra Harry:

Me despierto con un fuerte dolor de cabeza, trato de abrir mis ojos pero la luz me ciega y los vuelvo a cerrar rápidamente, recuerdo que tengo una entrevista esta mañana a las diez y no sé que hora es, estoy hecho un desastre, <<maldita resaca>>

Cuando por fin me acostumbro al resplandor de la luz miro a mi alrededor, frunzo el ceño, nada se me hace conocido, no sé donde estoy. Trato de recordar los eventos de ayer, pero sorpresivamente no recuerdo nada, o no mucho después de todo.

Recuerdo llegar a la fiesta, hablar con los chicos y beber alguna mezcla sin sentido de alcohol que a Louis le dio por inventar, después de ahí todo se vuelve difuso, pero creo que después de eso estuve bailando con una chica, me parecía más un duendecillo, pero es el ultimo recuerdo que tengo <<ni siquiera estas seguro>>  <<demasiada bebida>>  <<maldito Louis>>

Todo este lugar es demasiado impersonal, bueno impersonal es poco, esta completamente vacío, <<Donde me habré metido>> estoy todavía adormecido, mi cabeza palpita sola, duele horrores y no puedo pensar bien.

Si la ultima persona con la que estuve fue la chica, cuyo nombre desconozco pero supongo que una cosa llevo a la otra y bueno; he acabado en este lugar, que imagino debe ser su habitación, pero nuevamente la observo y no veo nada <<esta completamente vacía>> no hay color, todas las paredes blancas, hasta los pisos de madera son blancos, <<esto carece de vida>> no hay espejos, ni peinadoras, mesitas de noche, nada que de indicio de que aquí habite alguien, <<o duerma>>

Vuelvo a repasar mi vista por las paredes, y me fijo que en la pared que esta al lado de la puerta que también es blanca <<tienen una obsesión con este color>> hay una especie de pequeño armario blanco, es lo único que hay en este lugar...

<< ¿Será que estas en un cuarto?>>

<<Oh, ¿en serio? si no me dices no me dio cuenta>>

<<Serás imbécil, pon tu cerebro a funcionar, para saber que has hecho>>

<<No sé a quien le hablo>>

<< Eres un idiota>>

<<Eso, ahora a lo importante, ¿Dónde me encuentro?>>

<<Qué pregunta, si supieras no estaríamos en esta charla tan apasionada>>

<< Debo estar en la extraña habitación de la chica de ayer>>

Supongo que es lo más normal de suponer, agregando qué la chica era súper rara, como un bonito duendecillo, entonces, no es de esperarse que su habitación fuera tan rara como ella.

Al querer incorporarme de la cama escucho como suenan unas cadenas <<Que mier...>> dirijo mi mirada a mis manos y me encuentro con que estoy encadenado a la cama, abro mis ojos por la sorpresa y mi pulso se acelera de una manera increíble hasta alcanzar un ritmo que se siente como si mi corazón quisiera salir de mi pecho, << ¿¡Qué es esto!?>>

Se oyó un gran estruendo y gire mi rostro rápidamente hacia la puerta, parado en el umbral de la puerta estaba un hombre, con una sonrisa macabra en su rostro — me estremecí, — camina con paso ligero pero decidido hacia mi, y yo solo puedo pensar que esto es terrorífico.

— Te has tomado tu tiempo para despertar, —Dice y en su voz hay burla, sus ojos reflejan excitación y deseo que esto solo sea un simple mal sueño, un terrorífico sueño.

Mi mente es un torbellino de pensamientos, << ¿Quién es él?>>  << ¿Por qué estoy aquí?>>        

<< ¿Dónde están los chicos?>>   << ¿Será una broma? >>

— ¿Quién eres tu? — pregunto en un hilo de voz, — su sonrisa se ensancha y veo que todo esto le divierte, le excita, sus ojos carecen de cualquier rastro de humanidad.

— Yo soy el que hará tus sueños realidad, bueno en realidad todas tus pesadillas — quiero escapar, intento moverme pero las cadenas se mueven y hacen ruido, es su llamado para recordarme que estoy atrapado.

Mi gesto no se le ha pasado por alto, y esto le enoja, pero puedo ver como en sus ojos que enciende un brillo aterrador, me recuerda a un depredador y yo soy su presa.

Lo próximo que siento es un golpe en mi mejilla tan fuerte que me acuesta en la cama nuevamente, algo aturdido, y lleno de miedo, hago lo más estúpido que he podido hacer en mi vida...

— ¿Dónde estoy? — pregunto al borde del llanto, me ha pegado duro, siento mi mejilla arder por el golpe y mi vista se vuelve borrosa por unos instantes, el dolor de cabeza se triplica.

— No estoy en la obligación de responderte, pero eso seria muy mal educado de mi parte — me sonríe y es la sonrisa mas aterradora que he visto en mi vida — eres mi invitado especial, por un tiempo Harry; espero que tu visita sea provechosa y gratificante.

El se inclina hacia mi y me sujeta con brusquedad del cabello, —Que mal educado soy, tendrás que perdonarme no estoy acostumbrado a las visitas, pero ya te doy la bienvenida — Su sonrisa es escalofriante y siento como mis huesos se hielan ante sus palabras.

El golpea nuevamente mi rostro, mi cara rebota contra el colchón, todo vuelve a distorsionarse ante mi vista, y antes de que pueda recuperar del todo mi vista siento otro golpe cerca de mi ojo derecho, inmediatamente siento como mi piel empieza hincharse en la zona golpeada.

Quiero defenderme, necesito defenderme pero con mis manos atadas no puedo hacer más que tratar de tapar mi rostro, mi cabeza arde, el dolor es insoportable, mis brazos ayudan a amortiguar algunos golpes, pero estoy tan débil que rápidamente mis brazos ya no sirven de nada

Ya sus ataques no son el en rostro, mi cara arde, siento la sangre salir de mi nariz, boca y ceja, mi cara me palpita y tengo miedo de perder el conocimiento y morir sin dar lucha.

Golpea de nuevo, pero esta vez en mis costillas y siento como sale el aire de mis pulmones, golpea mi estomago repetidas veces; como puedo logro poner mis piernas contra mi pecho para cubrirme, pero el no se da por vencido y sigue golpeando, — ahora mas que todo mis piernas —.

Cuando se cansa, me mira con desprecio pero sigue teniendo una sonrisa en su rostro, se le ve relajado, como si no hubiera hecho el más mínimo esfuerzo para golpearme.

Se aleja de mi y pienso que se a acabo, pero nada nunca es tan bueno, mi cabeza arde y solo puedo medio ver por mi ojo izquierdo; el no se dirige a la puerta; sino que va directamente al pequeño armario blanco que esta del otro lado de la habitación.

Distingo que agarra algo de allí pero no logro bien saber el qué; cuando se gira hacia mi nuevamente su sonrisa es aun mas terrorífica que las anteriores y levanta su mano donde tiene depositado un látigo de tiras de cuero y cada tira tiene una incrustación de pequeñas cuchillas.

—Esto a penas comienza mi querido invitado— dice y siento el sabor de la bilis en mi garganta.

— ¡Ahhh! — un grito sale de mi boca cuando siento el látigo enterrarse en mi piel, y salirse haciendo con eso que mi piel, se desgarre.

Siento como repite el movimiento varías veces, trato de contarlas, 4, 5, 6 cada una es peor que la anterior y ya siento mi garganta seca de tanto gritar, le pido que pare, pero solo se ríe, le gusta esto; no sé cuanto tiempo pasa pero cada vez siento menos fuerza, siento como la vida sale de mi cuerpo y mi ultimo pensamiento es...

Stockholm Syndrome  |EDICIÓN 2019|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora