Nos detuvimos frente a un semáforo mientras yo digería las palabras que él acababa de decir. Viví soñando desde que ví mi primera película de Disney con esto, dieciseis largos años en los que mi único contacto con el romance era la televisión o la computadora. Y ahora, en menos de un mes, me han besado y me han pedido salir.
No sé que decir. Quiero decir que sí pero...
─No sé si pueda aceptar. Sabes, al principio debo admitir que no me agradabas, pero luego me di cuenta de lo injusta que era al juzgarte sin más. Puede que esté sintiendo algo por tí, pero, aun no puedo decir que te conozco. Sé tu nombre, y otras cosas que no tienen mucha importancia, pero nos conocemos muy poco para precipitarnos a esto. NO te estoy rechazando, te estoy pidiendo que me permitas conocerte más.
El semáforo cambió a verde, seguimos adelante y Diego no decía nada. Siento mis manos sudar frío, y temo mirarlo a la cara. Es la primera vez que ocurre esto, y cuando se cumplen mis sueños los rechazo. Pero hay que ser realistas, esto no es una simple historia adolescente donde todo puede ocurrir.
Es increíble lo tenso que está el ambiente, y lo madura que has actuado. Creo que mi trabajo no ha sido tiempo perdido.
─Tienes razón ─respondió mientras casi llegábamos a mi casa─. Me he apresurado. Entonces, ¿Aceptarías una cita conmigo... para conocernos más?
─Con gusto lo haría, pero tendrás que pasar por el mayor obstáculo.
─¿Cuál?
─Mi mamá. Dudo que me deje salir contigo, o con otra persona.
Diego se estacionó frente a mi casa. No sé porque ahora la veo más sencilla y humilde, en comparación a la que él tenía cuando vivía aquí.
─¿Ella está en casa?
─¿Eh? ¿Mi mamá?
Nooo, su abuela. ¿Que no ves que vino a visitarla?
─Sí está, ¿piensas hablar con ella ahora? Tengo que ir a trabajar.
─Creo que sería bueno resolver eso desde ahora, y ya que estoy aquí ¿why not? (¿porqué no?)
Bajamos del auto y nos acercamos a la entrada. Estoy más nerviosa que cuando bailo en público. Shit. Si pudiera eximirme de esta desgracia... Abrí la puerta y le dí paso a Diego hacia la sala de estar. En una esquina encontré tirada una sandalia y la tomé disimuladamente mientras subía a la habítación en busca de mi mamá.
Pero ella no estaba allí, ni en la cocina, ni en el baño... No estaba en casa. Justo ahora. Seguro salió a comprar algo o fué a visitar a mi hermana ¿Qué hago?
Tienes un chico en tu casa, a solas, ya sabes que hacer.
¿Quién eres y que hiciste con Miranda?
Shhhh, ella no debe saber que estoy aquí. El diablillo de tu mente se despide. Paz.
Bajé de nuevo, y encontré a Diego con la mirada perdida en una pintura que había en la pared. Una pintua que no llevaba mucho en la pared. Era a blanco y negro, de una niña con una mariposa negra posada en los labios.
─Ella parece no estar, si me esperas a que me dé un baño te invito a beber algo.
─Está bien.
─¿Te gusta la pintura?
─Sí. Es interesante.
─Yo la hice. Hace dos semanas.
Talvés entendió, talvés no. A juzgar por su expresión, si lo hizo. No esperé una respuesta y subí a darme un baño.
Mientras dejaba caer el agua sobre mí, me coloqué una mano en el pecho. Mi corazón latía con fuerza, y la sola idea de saber que Diego estaba tan cerca, y que habían ocurrido tantas cosas hoy me provocaba un malestar en el estómago. Digerir algo tan pesado no era tan fácil.
Me vestí con la ropa del trabajo, agradecí a Dios haberme arreglado la cabeza ayer, asi que mi cabello estaba más o menos aceptable. Me hice una trenza y me dejé afuera el flequillo casi inutilizable. No era mucho lo que cambiaba en mí, pero buaaah.
Niña cursi, ya estás dejando de ser tú.
No dejo de ser yo, solo estoy mostrando interés por mi apariencia por una vez en la vida. Bajé, y allí seguía él, mirando fijamente la pintura. Pasé a la cocina, llené dos vasos de jugo de cereza y tomé dos galletas de soda y salí definitivamente a su encuentro.
─Muchas gracias.
─No hay problema. ¡Itadakimasu!
─¿Ves anime?
Mierda, ¿ya lo dañe? Pensé que sería un buen chiste.
─Eh... sí.
─¡Eso es genial! Yo también lo veo cuando tengo tiempo.
¡¿En serio?!
¡¿En serio?!
─¡¿En serio?! ¿Qué géneros ves?
─Gore, misterio, psicológicos... un poco de romance... eh...
─¡Awww romanshe! ¡Que tierno!
¡Qué interesante es ver a una gente blanca ponerse roja!
Nos reímos, y me dí cuenta de la cercanía en ambos cuando de repente se puso serio y colocó una mano en mi mejilla. Como por reflejo me aparté, acostumbrada al mínimo contacto físico, pero luego me acerqué de nuevo y sostuve su mano entre las mías un momento.
Sus manos eran frías, todo lo contrario de las mías... parece una buena combinación.
─¿Puedo, por lo menos... besar... te?
─Sí.
No, espera, respondí sin pensar. ¡No estoy lista! ¡No estoy...!
...
Se siente tan extraño, y acogedor. No tengo experiencia, pero siento como si solo tuviera que dejarme llevar.
Acorté la distancia un poco más, aún sin despegarme, y no resistí la tentación de morderle el labio. Era una fantasía cumplida. Una más que tachar de mi lista.
Mis manos empezaron a buscar sitio en su cuello, acariciando la punta de sus cabellos un poco. Sus brazos se acercaban a mi cintura, esto está yendo muy lejos.
Clic
La puerta se está abriendo. ¡Mierda, mi mamá!
Me alejé de prisa de Diego y me paré de golpe. Me siento como un niño a quien casi le descubren en una travesura.
─¿Estás listo pata hablar con ella? Porque yo no, y ya llegó.
Mi madre llegó a la sala, con una bolsa en la mano y miró incrédula a la persona "intrusa" en la casa.
─Hola mami. Eh, él es un amigo que quiere hablar contigo. ¡Oh!, mira que hora es, si no me apresuro llegaré tarde al trabajo.
Ya me disponía a irme, cuando las heladas palabras de mi madre me detuvieron.
─Espera Amy. Todavía no te vas.
Mierda. Miré a Diego con desesperación buscando respuestas. Pero parece que él está tan en blanco como yo.
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Subí rapido!!! Un chocolate como premio!!!
Ñe, nadie me lo va a dar.
Oh mi gosh, estoy disfrutando escribir estos capis. Me estoy saliendo de la realidad que conozco pero es que es .... Ahhhh
PREGUNTA: ¿Qué significa la pintura? Miren que sencilla es, vamos, anímense a decir su opinión. No se vale leer los otros comentarios XD
Besoos -3-
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Aquí no existe principe azul
Humor¿Protagonista super guapa? Ha, y Barack Obama es un extraterrestre ¿Bonita? Cariño yo no entro en esa definición. ¿Enérgica? Tanto como una mesa en una tienda. ¿Amigable? Oh si, tengo millones de amigos... Nah mentira acaso y tengo una que está bend...