Salí del trabajo y hacía un poco de frío -¡novedad!- lo que fue placentero pues esos momentos de frío son tan pocos que los atesoro. Si embargo el camino más corto de llegar a casa no era muy seguro hoy. El ambiente estaba tenso y habían muchas personas en la calle, una parte discutiendo. Así que me desvié del camino antes de que se pusiera feo y me pegaran un botellazo.
Drama y pico.
Hay vamos tu sabes que eso puede ocurrir...
Bueno... es cierto.
¡Si! Conciencia ∞ yo 1. Ok ahora no suena tan bueno.
Pero no me sentía feliz. Siempre fui un poco insensible desde pequeña; que una persona se enfermara o muriera no me afectaba tanto. Y se que estaba mal pero mi terapia de ver muchas películas y animes tristes para sensibilizarme no funcionó.
Entonces ¿porqué me atormentaba tanto lo que pasó con Diego? Ni siquiera me caía bien. Ok conciencia ya se que es remordimiento pero ¡Por favor! Esto es demasiado. Mientras caminaba por mi camino alternativo a casa observé un grupo de chicos salir de un local. Estaba oscuro porque el pendejado poste de luz no estaba funcionando así que no los veía bien. Parecían músicos pues algunos tenían guitarras en la espalda.
Más adelante, gracias a un poste de luz que si funcionaba los distinguí. Era un grupo de personas muy parecidas a Diego: ropas negras, semblante un poco pálido -excepto por una morena con cuerpo que estaba en el grupo- y algunos piercings. Y para mi sorpresa, uno de los que llevaba guitarra era Diego. Ok, no sabía que tocaba la guitarra, realmente no se nada de él.
Tuve el impulso de ir allá y hablar con él pero mi locura tiene un límite.
No lo parece.
El caso es que para ser un grupo metálico se veían muy animados, como gente normal. Incluso llegue a ver una de las muchachas con los ojos llorosos aunque sonreía gracias a mi super vista (¡Cuanta modestia!). Doblaron una esquina antes de la mía y tuve el impulso de seguirlos... y lo hice.
Ya había seguido a alguien antes, no, no soy una acosadora, solo me pareció divertido seguir a mi ex-amiga cuando no era ex, ya que creía que iba a la casa del tipo ese. Resultó no ser así, y ella luego se dio cuenta. En fin el caso es que el grupo no tardó en detenerse frente a una casa de dos pisos muy linda (tal y como quisiera yo tener una... ignoren mis tristes reflexiones) y entonces el grupo se despidió de Diego y se fue. Una de las muchachas, la que estaba llorando casi no quería desprenderse, seguro le gustaba o algo así.
Cuando ellos se fueron él entró a la casa y yo me fui.
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Caminaba a la parada del transporte público (siento que estoy hablando jodidamente elegante) con la estúpida sensación de que se me olvidaba algo.
— ¡Ah joder! El dinero del pasaje.—
Revisé mis bolsillos desesperada y no estaba. Busque en la mochila y suspiré de alivio cuando encontré el dinero.dentro de ella. Hoy iba temprano (¡Es un milagro hermanos!) bueno no tanto, pero considerando que puedo caminar tranquila y llegar a tiempo se puede decir que si. Desde que descubrí la residencia de Diego pensé que si él no iba a la cafetería de nuevo yo podía visitarlo pero tan pendeja soy que no me atrevo. Después se preguntaría como supe que vivía ahí...
Pero aún así quise echar un vistazo, en fin que paso cerca de ahí en mi camino al bus. Doble la dichosa esquina y un gran camión de mudanzas estaba parado frente a la casa con algunos hombres entrando cosas en el. Diego estaba ayudándoles y entonces entendí porque no lo vería de nuevo.
¡Se mudaba joder! El tipo tiene dinero para mudarse y yo aquí todavía soñando con mudarme cuando me case...si me caso. Debería aprovechar y hablar con él, pero no sabía que hacer.
Que tal algo así como: Hola Diego, disculpame como te he tratado todo este tiempo, sobretodo ante ayer. Es una pena que te mudes, supongo que no podré verte por eso.
Claro que n... espera, ¡Es buena idea! Por fin estoy de acuerdo contigo en algo. Me acerqué con apariencia tranquila (no lo estoy) a la susodicha casa. Diego se percató de mi presencia y se sorprendió bastante según se veía en su expresión. Le señale que se acercara y cuando se me paró en frente se me olvidó lo que iba a decir. ¡Mierdaaaaaaaaaa!
— Así que te mudas...—
— Si, es extraño verte por aquí.—
— Bueno, solo pasaba, ya sabes. No sabía que vivías tan cerca de mí.—
— Así es.— miró al suelo.
— Discúlpame.— miré al suelo...wao, no estoy acostumbrada a esa palabra.
—¿Porqué?—
— ¡¿Como que porqué?! — bajé el tono.— Por tratarte tan mal. No debí hacerlo, y me arrepiento de veras. Aunque no puedo corresponder tus sentimientos — nunca pensé que diría eso— pero me habría gustado que fuéramos amigos.—
— Entonces ya lo somos.—
— Supongo que... esto es un adiós ¿no?—
— Si, eso creo... pero... ese “Adiós" ¿Es un hasta nunca o un hasta luego?—
— No lo sé. Espero que lo segundo. Me tengo que ir al instituto. Adiós.—
— Adiós...—
Me alejé pero aún así creí oír un “yo también espero que sea lo segundo" de parte de él. Todo el día me sentí aliviada de poder disculparme y triste porque ya era demasiado tarde.
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¡Por favor! por mas que avance la historia no se olviden de él. Les aseguro que no es el final... creo.
Ya se que es un capitulo corto... pero se me estaba descargando la tablet XD
Me duele el corazóncito de escribir este capítulo T.T
Si te gustó ya sabes un votito y aún puedes elegir si se queda con Diego o si lo dejamos así. Chao!!
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Aquí no existe principe azul
Mizah¿Protagonista super guapa? Ha, y Barack Obama es un extraterrestre ¿Bonita? Cariño yo no entro en esa definición. ¿Enérgica? Tanto como una mesa en una tienda. ¿Amigable? Oh si, tengo millones de amigos... Nah mentira acaso y tengo una que está bend...