El mercado de Sauce

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El sol ilumina el rostro de las personas al pasar, aquellas vestimentas tradicionales de piel y las canastas llenas de huevos y pan con tarros de leche para iniciar el desayuno en familia, hombres llegando con cestas de frutas, quesos, y bebidas que le dan vida al mercado de Sauce.

El olor a vegetables y especias frescas inundan la nariz de cualquiera que pase cerca de los puestos, incluyendo a los nuevos extranjeros que llegan sólo para comprar los más frescos alimentos. Todo el reino sabe que el pueblo de Cherry Hill tiene el mejor mercado, incluyendo que los precios no eran tan caros, tenían el precio justo. 

— Amy, ¿qué te parece? - a la mitad del camino rumbo a su puesto, Cream extiende una bufanda nueva a su hermana mayor, producto de las delicadas manos que su madre ha estado tejiendo durante mucho tiempo, no era del todo perfecta, pero tenía una buena pinta. 

— Es bastante colorida, no sabía que te gustaba tanto el rosa - Amy sonrió a su hermana con la misma emoción, ver ese color rosado en la bufanda era algo inusual, muy difícil de conseguir de hecho; los colores debían ser bien elaborados y mayormente aquellas prendas al poco tiempo perdían el color original bajando la intensidad hasta llegar a un color tan pálido, casi blanco. 

Mientras caminaban, Amy cargaba una caja llena de botellas de vino recién sacado de la bodega, era temporada de visitantes, la noche de luna roja se acerca, nobles y sus familias viajan desde Visby para llegar a Cherry Hill sólo por ésta fecha. 

En las montañas, se decora con antorchas para alumbrar un camino de escaleras hechas de piedra hasta la cima, ahí es donde se encuentra un gran lugar repleto de bancas del mismo material, especialmente construidas por los antiguos para contar la vieja historia del Ragnarok y el tormento que efectuará en los reinos y en las próximas generaciones con su llegada. 

— Me gusta el color, me recuerda a ti - Cream la miró, Amy sintió que su corazón se estrujaba ante el detalle tan adorable. Que su hermanita la viera como una mujer cuyo ejemplo era seguir sus mismos pasos, le provocaba mucho orgullo. 

Indicaba que su trabajo como hermana mayor estaba teniendo un efecto muy positivo en la menor, aunque, había veces en que imaginaba seguir otro camino, forjar un destino diferente al de vender vinos hasta que consiguiera un esposo, y heredar el negocio a sus hijos. 

Pero aquello eran simples lagunas de pensamientos, ¿no?, una imaginación que preferiría borrar. Quizá su vida, los dioses la ayudarían a encontrar un camino distinto. ¿Qué podría ser?, quizá estudiar con la señora topo y aprender sus remedios medicinales, irse al lago de cristal y pescar junto con Timmy, el hijo del viejo oso pardo. O aprender a coser y bordar con la familia de los Pengkin. 

Si sus padres llegaran a enterarse de tal imaginación, traería deshonor a la familia. Por supuesto que ellos siempre querían lo mejor para su hija, para ambas, pero preferían que siguieran con el negocio familiar, un futuro seguro y confiable con el que podrían envejecer sin problema alguno. 

Amy suspiró, no deseaba pensar de esa manera, ¡nunca más!, su destino estaba escrito a puño y letra por el mismísimo Odín y sus ancestros. Aunque deseaba que Cream pudiera elegir su propio destino también, verla crecer, encontrar una pasión diferente y tomar un carreta para irse a Varbej o a Visby y empezar una nueva vida, desde cero... 

¿O acaso eso no era lo que ella quería?. 

— ¡Buenos días, señoritas! - bufón, llegó saludando con una reverencia mientras se quitaba el sombrero de la cabeza, ante las señoritas, había que mantener unos buenos modales, ¿verdad? - era eso o que él se burlaba de las viejas tradiciones - Cream soltó una pequeña risa mientras tomaba los lados de su pequeño vestido para inclinarse y agachar la cabeza, Amy observó con la caja pesada en sus manos y con dificultad, se inclinó un poco para recibir el saludo con gusto. 

Cherry Hill - SHADAMYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora