Ataque

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El silencio moribundo a nuestro alrededor es aterrador, Cream está detrás mío con las manos enterradas en mi falda mientras seguimos observando la oscuridad de los matorrales frente nuestra.

Ya no lo escucho moverse, sólo está quieto. Hace tiempo que el pueblo no se encontraba con carnívoros peligrosos, lo que me hace pensar si los cazadores se han enterado de su presencia.

— Amy... e-está susurrando - escucho a Cream a mis espaldas, puedo verla por el rabillo del ojo con las orejitas sumisas y ambos ojos cerrados, tratando de encogerse por el miedo que el ambiente provoca.

— ¿Qué? - pregunto consternada al mismo tiempo que vuelvo a prestarle atención a los matorrales, se está moviendo — Cream, no te entiendo...

— Él está hablando conmigo - solloza débilmente — dice que te matará primero y... q-que luego me comerá.

Siento que sus palabras me caen como un par de dagas en las piernas, lo cual hace imposible que pueda moverme; olvidé completamente la perfecta audición de Cream, es una coneja y su audición es mejor que la mía.

Siento miedo, un horrible sentimiento que no me deja buscar una solución. Si corremos lo más probable es que nos alcance, odio admitirlo, pero ellos resultan ser más rápidos que nosotros.

Una pata comienza a asomarse fuera de las ramas de los arbustos, Cream vuelve a apretarse contra mi pierna al tiempo que el hocico grande de un lobo marrón se asoma, la baba gotea por sus colmillos y dientes, está fuera de sí. Es incapaz de poder mantener una conversación coherente aunque lo intente.

¿Debería quedarme aquí? ¿este es mi destino?, morir entre las garras de un lobo sediento de sangre y dejar que me saque las tripas.

Morir entre los brazos de mi hermana hasta que nuestra carne se despegue del hueso... y la sangre corra entre el pasto y por la mañana, papá encuentre nuestros cuerpos.

Puedo ver sus ojos reflejarse contra la luz de la noche fría, retrocedemos unos cuantos pasos pero mi cuerpo sigue sin reaccionar, yo no puedo enfrentarlo, no puedo pelear con alguien como él.

No tengo la fuerza para hacerle frente a un animal como él.

Escucho pasos rápidos y pesados que llegan a sorprender al lobo, una luz comienza a alumbrar el camino hasta que podemos ver la silueta robusta de alguien, y creo que sé de quién se trata.

— ¡Amelia! - su voz gruesa suena con fuerza, no sólo para alertarme que se encuentra cerca, sino para intentar distraer al animal y detenerlo. Al aproximarse deja la farola en el pasto mientras se coloca frente nuestra, su postura rígida me transmite seguridad y tomo a Cream en brazos por si es necesario correr — Hace tiempo que no tratábamos con ustedes.

Knuckles está confiado, aprieta sus puños con fuerza mientras sus púas rojizas se alzan amenazantes, advirtiendo un posible enfrentamiento mientras nos protege. Pero el ataque no llega, el hocico regresa entre los arbustos y las patas que sobresalían vuelven a ocultarse.

¿Estará pensando emboscar? si es así la mayoría de los ángulos quedan descubiertos...

— No lo hará - parece que Knuckles ha leído mis pensamientos, no me dirige la mirada porque sé que está concentrado, debe estarlo.

Cream aprieta sus manos en mi blusa, ocultando su rostro en mi pecho, intento calmarla acariciando su cabeza para que trate de relajarse un poco. Sé que no lo hará hasta que estemos en casa con mamá.

— Knux - el tono de mi voz revela mis emociones, no quiero llorar frente a Cream para no preocuparla pero, estoy tan ansiosa y aterrada de que en cualquier momento el lobo se lance sobre el echidna.

Cherry Hill - SHADAMYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora