CAPÍTULO 2 un encuentro inesperado

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CAPÍTULO 2

un encuentro inesperado

-Hoy inicia tu día Sara, estás lista para estudiar y mantener tus becas, debes hacer lo mejor, ser excelente como siempre lo eres. No volverás a Venezuela; al menos hasta que seas completamente independiente, ha sido suficiente de toda esa locura de ser comercializada por tus padres- hablaba mientras caminaba por el acogedor vecindario al que me acababa de mudar, llevaba apenas unas horas en ese lugar pero todo me parecía hermoso. Llegué en primavera, así que las flores adornaban y perfumaban cada rincón, por primera vez en tantos años me sentía libre, caminando entre las calles y mirando mi reflejo en las vidrieras de las tiendas, me sentía hermosa y feliz.

Fue muy difícil para mí superar mi baja autoestima, porque mis compañeras de estudio siempre me dijeron lo rara que era. A lo largo de mis años como estudiante desde que era una adolescente siempre fui criticada y menospreciada, solo fui capaz de superar mis demonios gracias a la preparación psicológica que tuve en la universidad.A poca distancia de mi nuevo hogar me encontré con el señor Lee el administrador del lugar, quién es un hombre muy educado y agradable, su esposa es una mujer muy atenta, desde mi llegada han estado pendientes de mis necesidades.-Buen día, señorita Henríquez. Espero que su apartamento sea agradable.-Buen día señor Lee. Sí, tengo apenas doce horas de haber llegado, pero es muy agradable- como había logrado aprender a hablar el coreano casi a la perfección, estar allí no representaba un problema a la hora de comunicarse.- Excelente. Si necesita algo aquí estamos mi esposa y yo. Que le vaya bien hoy - nos despedimos con un saludo de manos y una sonrisa para continuar cada uno con su camino.-Gracias. Buen día para usted también - en el aeropuerto compré una línea telefónica para mantenerme en contacto con el señor Park y con Laura, mi mejor amiga- Todo esto forma parte de un sueño que tiene diez años viviendo en mi mente. Mientras me aventuraba por la calle llena de tiendas de toda clase, no hacía más que recordar todo lo que dejé atrás y lo feliz que me hacía. Debía aprender muy bien la ruta de ida y vuelta a la universidad.Gracias al cielo, estoy aquí aunque lamento haber dejado atrás a mi amiga Laura, fue la única sincera; pero ella entiende cuánto significa estar aquí en Corea del Sur. Desde los trece años Laura es mi mejor amiga, al llegar al instituto donde estudiaba, comenzaba un nuevo año escolar, tenía que soportar que se burlaran de mi cabello y de mi estatura, sin contar con que los tontos con los que estudiaba me acosaban; porque con tan poca edad ya mi cuerpo se había desarrollado bastante supongo que era porque desde niña el baile me había ayudado con eso, pero la consecuencia era que todos los desgarbados adolescentes querían manosearme. Laura llegó a mi salón con cara de fastidio, era hermosa, rubia y con pecas, alta y esbelta, llamaba mucho la atención, entendí que su gesto se debía a que todas las envidiosas ya la habían molestado, fui la única amable con ella y desde ese día hemos sido amigas.Después de volver a la realidad, emprendí mi camino de ida y vuelta hasta la universidad y el estudio de baile en el que estaba inscrita, para memorizar mis rutas habituales porque al día siguiente comenzaba mi rutina. Básicamente huí de mis padres, porque a pesar de darme todo el "apoyo" en mis estudios y financiar cada curso que hice sabía que todo lo habían hecho como una inversión; en todo momento me han tratado como una mercancía que se puede vender al mejor postor. Desde los doce años han estado presentándome ancianos adinerados y perversos con la intención de un matrimonio arreglado donde pagarían mucho por mí, me permitieron estudiar y aprender a bailar con el único propósito de ser más "costosa" por mis muchas habilidades y finalmente mis padres no me permitieron tener amigos, ni novio, solo podía asistir a mis clases, sin tener contacto cercano con ninguna persona de mi edad.Mi día fue muy productivo, pude reconocer las rutas de cada uno de los lugares que frecuentaría por los próximos dos años, al igual que pude memorizar los sitios más importantes cercanos al lugar donde vivía, el único problema es que soy terrible para cocinar, no pude aprender en Venezuela más allá de hacer una hermosa y redonda arepa, acá en Seúl, me encontraba en graves problemas, en las horas que llevaba en este nuevo país ya era un rostro habitual en la tienda de suvenir de 24 horas que había en la esquina de mi calle. Comía ramen instantáneo y otros dulces y aperitivos, al igual que la comida empaquetada que dispensaba allí. Apenas dejé mis cosas en el apartamento mi siguiente parada había sido en esa tienda para cenar y desayunar, hoy ya pasadas las seis de la tarde y sin comer nada, el destino fue el mismo.-Buenas tardes, jovencita, nuevamente está usted en nuestra tienda, ¿gusta llevar algo más que nuestra comida instantánea?-Buenas tardes, eso es todo por el momento, me estoy abasteciendo para varias comidas- cancelé mi compra, comí uno de esos ramen instantáneos en ese mismo lugar y comencé a caminar hacia una tienda donde vendían muebles, necesitaba una cama y algunas otras cosas, pedí una cama matrimonial que estaba de oferta, al igual que un mueble muy cómodo y una mesa para colocar en la salita, cuando salí del lugar emocionada porque al día siguiente llegarían mis cosas, a pesar de ser primavera, el clima me resultaba bastante frío, es que en mi tierra natal usualmente hace calor. Al poco tiempo de caminata sentí que era perseguida por alguien, así que apresuré el paso, pero al llegar a una zona un poco oscura un hombre me acorraló, intentando tapar mi boca para que no se escuchara mi voz, sin embargo, logré gritar, pedir auxilio.-Suéltala, aléjate de la mujer- una voz desconocida le hablaba al hombre que me acosaba.-Apártate niño, esto no tiene nada que ver contigo, son cosas de pareja- el repugnante hombre que apestaba a alcohol estaba insinuando que éramos pareja, temí que mi inesperado defensor me dejara allí y comencé a moverme todo lo que pude para evitar que eso sucediera.-Pues, si son cosas de pareja, deja que ella me lo diga, deja que ella hable- mi defensor era muy listo sin duda- si no tienes nada que temer, si no la estas acosando, entonces aléjate de ella y déjala hablar- el hombre se apartó para echar a correr, pero sin reflexionar en mis actos lancé uno de mis pies a su pantorrilla y él cayó, en ese instante le dije a mi héroe desconocido que me ayudara.-¡AYÚDAME, ME ESTABA ACOSANDO!- él corrió hasta donde el otro desagradable que se arrastraba para huir y lo contuvo, la policía llegó en breve y me vi envuelta en un drama mayor, dentro de una estación policial, porque mi asaltante estaba siendo buscado por la justicia, yo corrí con suerte de no ser una más de su lista de 10 víctimas abusadas sexualmente.El misterioso joven que me salvó, se quedó conmigo durante todo el proceso y además resultó ser un abogado reconocido que ejerció defensa y seguimiento posterior en mi caso.-Quisiera agradecerle, señor...- estirando mi mano para estrecharla y saber su nombre.-Me llamo Lee Min Joon, un placer señorita. Y no hay nada que agradecer, este hombre era un caso en la comunidad que traía a todos aterrorizados- dijo y estrechó mi mano con un firme y cálido apretón.-Mi nombre es Sara Henríquez, aunque ya eso de los nombres ambos debemos saberlo, por todo lo ocurrido. Pero de todas formas, estoy muy agradecida con usted por salvarme y por representarme legalmente, acabo de llegar a este país y todo es nuevo para mí, no imaginé enfrentarme a esta situación.-Pude notar que no es de aquí, me disculpa el atrevimiento ¿es usted americana? ¿latina? - su gesto mostraba simple curiosidad y charlamos mientras caminábamos al exterior de la estación policial.-Sí. Soy de Venezuela, pero permaneceré en este lugar por una larga temporada. Me disculpa señor Lee, pero debo regresar a mi departamento, ya es un poco tarde y estoy aun un poco asustada.-Señorita Henríquez, usted va en la misma dirección que yo, vivo en el edificio al final de la calle donde nos cruzamos, perdone si suena extraño por la increíble coincidencia, pero podemos caminar juntos si gusta, puedo garantizar que allí están mis padres esperándome - su gesto solemne me hizo sonreír.-Solamente déjeme llamar a mi casero, para que me espere abajo, no es que desconfíe y le pido disculpas, es tan solo que estoy aterrorizada aún - me aparté para llamar al señor Lee y detallarle lo que sucedía.Mientras caminábamos, pude observar la excéntrica belleza de mi acompañante, era un hombre bastante atractivo, alto de ojos negros, sus rasgos asiáticos eran hermosos en él y su sonrisa muy amable, vestía un traje de tres piezas en un impecable todo azul oscuro, combinado a juego con la camisa y la corbata, a pesar de estar enfundado en ese impecable traje, todo él era puro músculo firme y sólido mi curiosa mente quería saber cómo lucía fuera de toda esa ropa.Llegamos al edificio y al vislumbrar al señor Lee, él se acercó a él y lo saludó. Escuché como lo llamaba "padre" y él le decía muy cariñosamente "hijo". Al verme, el señor Lee se dispuso a presentarme a su hijo y ambos tan solo nos miramos y sonreímos.Mientras subíamos, le conté al casero todos los detalles de lo sucedido y cuando me dirigía a mi hogar la señora Lee se asomó a la puerta y al ver mi equipaje de comida rápida me invitó a cenar con ellos, sí había tomado ya un aperitivo, pero con todo el susto, el hambre había regresado. Para no repetir la historia, mi guapo abogado-vecino relató un resumen de lo sucedido y nos dispusimos a cenar. Mientras transcurría la cena, el atractivo Min Joon se deshizo de su chaqueta y de la corbata, los tres primeros botones de la camisa dejaban admirar un blanco perfecto en su musculoso pecho, porque a pesar de que en su mayoría los coreanos eran extremadamente delgados, este hombre que estaba sentado a pocos centímetros de mí, era todo menos delgado; su camisa marcaba sus bíceps y el torso se ajustaba como un guante, era bellísimo.Cuando me dispuse a marcharme, él me acompañó y sin pensarlo le invité un poco de café, conversamos por un rato y supe que era un destacado abogado de una firma muy importante, cercana a la universidad donde yo estaba inscrita, tenía veintisiete años y a pesar de tener su propio departamento, venía regularmente a cenar con sus padres, además pude entender por qué se veía tan bien formado, había practicado taekwondo por muchos años y aun a pesar de sus ocupaciones, mantenía su entrenamiento. Era un hombre honrado que se ganaba la vida con esfuerzo y trabajo. Cerca de las once de la noche se marchó y yo me sentí sola y temerosa. Pero después de mucho rato me dormí.-Jesús, dime ¿por qué me mentiste? Estábamos juntos en esto, te estaba ayudando para que nos graduáramos juntos. ¿Tenías que robar mi tesis? Sabías que yo podía defenderme, demostrar que me pertenecía. Quedaste mal tú- dije entre lágrimas.-Eres una estúpida Sara- me acorraló contra la pared del salón. - jamás hemos estado juntos, eres una chiquilla tonta, una nerd con un buen cuerpo, una santa aburrida. En todo el año que te soporté nunca me dejaste darte más que simples besos, solo me era útil tu cerebro, me ayudaste a crear un trabajo mediocre y guardaste lo mejor para ti. Logré llegar al final de la carrera por tus tontas anotaciones, pero como siempre doña perfecta tenía que ir y hablar... ¿Tenías que ir de chismosa a decir la verdad?-No me digas eso, sabes que no soy así. Solo que mis padres no me permiten tener novio, me he arriesgado a salir contigo. Realmente ¿solo querías mi tesis? Eres muy cruel.- Yo he llegado hasta aquí niña tonta aprovechándome de las demás, no necesito estudiar cuando tengo dinero. Solo tú me dañaste el plan. Por tu culpa debo abandonar la carrera y soportar a mi padre, necesitaba graduarme muchachita inepta, mi único objetivo es el dinero y el poder... Pero te juro que te vas a arrepentir. - fueron sus últimas palabras antes de dejarme ahí asustada y llorando

Es Mi PlacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora