Parte 6 sus labios... adicción...

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El trayecto al hospital fue rápido. Me atendieron inmediatamente; fui llevada a un área VIP y las enfermeras junto al doctor examinaron mis heridas; Hae Joon solo se mantuvo distante mientras era evaluada. Cuando el médico trajo los resultados de todos los estudios que me habían realizado él se acercó para escuchar el diagnóstico.

-Joven Park, la señorita tiene hematomas en la mayoría de su cuerpo, hay que colocar calmantes para el dolor, compresas para la inflamación, debe cuidar el golpe de su labio para que no quede marca, si los golpes fuesen sido un poco más profundos quizás el resultado fuera sido grave, debe tener mucho cuidado con esta clase de lesiones.- él daba indicaciones sin parar y entendí que Park Hae Joon se había presentado como mi guardián porque todas las indicaciones se las daban a él. Me preguntaron si quería quedarme en el hospital para estar en observación pero me negué; no quería estar sola en ese lugar solo quería llegar a mi departamento y encerrarme a llorar, si él no fuese evitado aquel momento yo estaría gravemente herida; era realmente difícil tener que soportar tantas cosas sola...

-doctor, disculpe si ya ha terminado con todos los estudios y se comprobó que no tengo nada grave ¿puedo irme?- necesitaba encerrarme a llorar.

-sí, le firmaré el alta, pero debe guardar reposo; no puede caminar ni esforzarse mucho hasta que baje la inflamación de su cuerpo.

-pues es bastante difícil, debo estudiar. Pero haré mi mayor esfuerzo. Por favor me quiero ir.- supliqué; en todo el rato no quise ver a Hae Joon, no quería mostrarme más débil y quedar como un ser inseguro y patético. Bastaba con que me viera allí sentada en esa lujosa cama de hospital de esa habitación VIP que difícilmente creía era costeada por mi beca. Pero él parecía leer mis pensamientos porque cuando el doctor nos dejó a solas él se acercó

-¿realmente estás bien? ¿Tu mirada me dice que estás triste? Por favor dime.- sus palabras, su voz, su mirada y el hecho de que me hablaba en español mostraba preocupación y algo más que no pude identificar pero sin poder controlarlo más lo abracé y escondí mi rostro en su pecho para poder dejar brotar mis lágrimas...

-discúlpame por llorar, por favor no me veas, no te burles ni digas nada, solo déjame desahogarme un poco...- él me abrazó y acariciaba mi cabello con suavidad.

-no tengo motivo para burlarme Sara, no pienso mal de ti. Por favor confía en mí; si quieres llorar hazlo, aquí estaré para secar tus lágrimas.- lo escuchaba y sentía sus labios sobre mi cabeza, todo él me era familiar y quise sumergirme en esa sensación que él me brindaba.

El doctor entró y Hae Joon se apartó de mí mientras yo desviaba mi mirada con timidez de que el doctor nos haya visto abrazados, pero él muy profesionalmente se acercó con la orden para poder irme; llegó un enfermero y me ayudó a sentarme en la silla de ruedas; por muy fuerte y valiente que intenté ser los dolores eran apenas tolerables, me habían dado analgésicos pero recibí demasiadas patadas de esas 6 mujeres y no había una parte de mí que no doliera... cuando revisé los papeles que el doctor me entregó, entre ellos había un justificativo por al menos 6 días para que no asistiera a clases pero yo estuve decidida a ignorarlo, sencillamente no podía faltar. De camino al auto de Hae Joon no cruzamos ni una mirada, él venía sumergido en sus pensamientos y yo estaba preocupada de ser capaz de poder asistir a clases. Mi amable enfermero me ayudó a subir al asiento del auto, Hae Joon cerró mi puerta antes de que el enfermero pudiese hablar conmigo, desde dentro del auto pude ver como ellos hablaban y después de mirarme con frustración el enfermero se fue, quise saber qué le había dicho Hae Joon.

-muy bien dime en qué dirección vives para llevarte. Te dieron reposo así que debes descansar.- ordenó.

-pues muchas gracias por llevarme a mi casa pero yo no voy a dejar de asistir a la universidad ni al estudio de baile.- dije y también le indiqué qué camino tomar.

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