-Gracias Joon, por caminar conmigo, seguro te aburrí...
-para nada pequeña Sara, ¿te divertiste?
-sí. Definitivamente quiero ir a Corea del Sur.
-espero que vayas entonces y logres tus sueños.- me dijo y sonrió, su sonrisa era la más linda que había visto en mis cortos años de vida.
-Gracias Joon. Estoy feliz, tu papá me va a enseñar tu idioma y ¿podré verte? ¿Cuándo vaya a clases?- pregunté esperanzada.
-no lo creo pequeña Sara, yo debo volver a Corea del Sur. Ahora soy el responsable de todos los negocios de mi padre, es mucho trabajo.- me miró con seriedad.
-pero yo quiero volverte a ver... es triste, cuando por fin creí tener un amigo, no te volveré a ver...- mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.
-no llores pequeña Sara, por internet nos mantendremos en contacto, cuando estés con mi padre te llamaré y cuando pueda volver nos encontraremos. Jamás te olvidaré, lo prometo.- me dijo y acarició mi mejilla. Yo cerré mis ojos y dejé que mis lágrimas brotaran libremente.
-Está bien Joon. Es una promesa- al decir esto con timidez y todo el coraje que pude le di un simple y casto beso en la mejilla.- gracias- dije y sonreí.
-¡JOON! Es una promesa, ¡jamás te olvidaré!- sentí que era sacudida y mi cuerpo dolía, desperté de repente, con lágrimas en los ojos. Otra vez volví a soñar con mi pasado.
-¡Sara! ¿Estás bien? –cuando salí del estupor de ese sueño tan hermoso y nostálgico pude ver a Hae Joon preocupado de rodillas sobre mi cama y sujetándome por los hombros.
-sí, estoy bien, solo fue un sueño. Disculpa por despertarte...- intenté incorporarme y secar mis lágrimas pero su agarre era firme.
-no te levantes, quédate acostada, debes reposar.- dijo y con suavidad pasó sus dedos por el camino húmedo que dejaron mis lágrimas, siguió acariciando mi rostro hasta que me relajé y pude apartar ese vívido sueño de mi mente, cerré mis ojos y disfruté de sus suaves toques sobre mi.
-gracias Hae Joon, por ayudarme, estaba soñando, recordando en realidad a una persona muy importante para mí... – le dije y por un momento creí que mi amigo Joon y este hermoso hombre podían ser la misma persona. Debo haberme vuelto loca... solo yo puedo pensar algo así... aunque no es muy descabellado...
-en fin Hae Joon, puedes por favor decirme ¿qué hora es?- traté de sonreír mientras seguía pensando en la posibilidad que rondaba mi cabeza, debía averiguar más sobre este hombre.
-sí, según tu reloj son las 6 de la mañana.- su actitud relajada me confundía. Era súper tarde para ir a la universidad.
-¿y por qué estás tan relajado? ¡Vamos a llegar muy tarde, puedo perder mi beca! Mejor me levanto.- cuando intento incorporarme él vuelve a detenerme.
-no. Ni tú ni yo vamos a ningún lugar. Hoy me ocuparé de ayudarte para que puedas mejorar y así puedas volver sin ningún malestar a clases el lunes.- abro mis ojos ante semejante declaración.
-y ¿qué voy a decir en la universidad para que no me quiten la beca?- apunté desesperada.
-nada, yo me hice cargo de todo. Ayer llamé al director de la universidad, le dije lo que sucedió contigo y como finalmente tú eres mi responsabilidad, él me dejó llevar tu caso con confianza. Tienes un reposo que debes cumplir.- me dijo con absoluta seriedad.
-pero, tú... ¿vas a faltar a tu trabajo?- pregunté un poco sorprendida.
-por eso no debes preocuparte, todo está bien. Hoy ambos estamos libres- y volviendo a su lado de la cama me sonrió.
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Es Mi Placer
RomanceSara, era una joven que en su vida, jamás había conocido el amor verdadero, sus padres no la amaban, la trataban como mercancía para vender al mejor postor, habían "invertido" en ella y por lo tanto debía devolver con intereses toda la "inversión"...