Parte 10 soy tuya

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Capítulo 10.

Entre beso y beso, fue quitándome el sostén y al sentirme desnuda me dio vergüenza intenté tapar mi cuerpo pero él fue directo por uno de mis senos comenzó a besarlo a chuparlo, sentía su lengua recorrer mi pezón e iba de un seno a otro, mientras chupaba uno, acariciaba el otro con su mano yo me agarre a su cabello y sólo podía gemir, primera vez que experimentaba tanto placer, por mucho temor que tuviese ante esta nueva experiencia, deseaba ser solamente de él...

Sin dejar de besarnos él se movió sobre la cama, acostándome, ahora estaba nuevamente sobre mí... se detuvo de besarme para mirarme... yo solamente veía su rostro.

-eres hermosa, perfecta, me encantas- su voz ronca y excitada me tenía extasiada, me sentía la mujer más hermosa en ese momento...- sus caricias reanudaron sobre mi cuerpo, no hubo parte de mí que no fuese besada o acariciada por Hae Joon, sentí sus manos en mi diminuta tanga y sin dudar me entregué a su determinación, si algo había soñado yo; era estar así con el hombre que siempre amé...

Cuando estuve completamente desnuda, él nuevamente se detuvo a contemplarme, lo veía sonreír y relamerse los labios... que sensual y erótico era ese movimiento de sus labios y su lengua...- Hae Joon, no es justo, yo... yo estoy desnuda y tú... pues tú no...- dije casi en un susurro, definitivamente la situación me estaba dejando sin cordura...

-eso lo podemos arreglar en un momento, jajaja... mi pequeña y traviesa Sara...- se apartó de mí y me sentí vacía sin su calor. Cuando estuvo sobre el suelo me mostró su mejor sonrisa ladina y en sus ojos había un deseo desenfrenado que me traía desesperada por sentir...- entonces, ¿me quito lo que queda de ropa Sara? ¿Deseas verme desnudo?- él sabía muy bien cómo provocarme y yo sólo podía responder a lo que sentía en ese momento, asentí firmemente mirándolo a los ojos...- quiero escucharte Sara, dime... ¿qué deseas?- dijo rozando el borde de sus shorts con sus pulgares.

-deseo verte desnudo- dije en un jadeo y él sonriendo me respondió.

- para mí es un placer cumplir tus deseos Sara...- y de un tirón, terminó de quitarse la poca ropa que le quedaba... ante mí estaba el asiático más hermoso que jamás había visto... cada parte de su cuerpo parecía dibujada por los mismos dioses... era un hombre realmente excitante... sus abdominales provocaban morderlos y su inigualable y duro pene me hacía agua la boca, imaginarlo dentro de mí me estaba haciendo jadear...estaba comiéndome a ese hombre con la mirada y él fue consciente de eso, disfrutaba que yo lo mirara así sin pudor, poco a poco fue acercándose a mí, nuevamente me sentía esclava de sus pasiones, todas las que me transmitía con su ardiente mirada.

-Sara, te lo voy a preguntar por última vez, después de aquí no podré detenerme... ¿realmente deseas esto? ¿Quieres que te haga mía?- su tierna caricia sobre mi rostro, era el contraste perfecto entre lo que sentíamos... ardiente deseo y un amor profundo...

-sí Hae Joon... no quiero que te detengas, quiero ser tuya. No lo dudes más...- le dije con firmeza y sin esperar más, nos besamos, reavivamos esa hambre desesperada de pertenecernos... las caricias eran más apasionadas, sentía sus labios recorrer mi cuello, jugar con mis senos y recorrer mi abdomen... hasta que llegó al borde de mi vagina, ese lugar que nunca nadie jamás había tocado... me miró por unos segundos y respondí a su mirada dando permiso para continuar... su lengua acariciaba el interior de mis muslos, sin pensar en lo que eso causaba en mí... jadeaba y agarraba con fuerza las sábanas... lo sentía acercándose... hasta que posó sus labios sobre mí... sus caricias eran eróticas, me miraba mientras sumergía su habilidosa lengua en mi punto más sensible... sentirlo chupar y morder ligeramente mi clítoris me estaba haciendo perder la razón, sólo gemía sin parar y el placer iba en aumento, sentí su dedo entrando en mí, acariciando mi interior... mis caderas se movían en sincronía con su lengua y sus habilidosos dedos hasta que sentí una ola que me arrastraba hasta el más arrollador orgasmo que jamás había experimentado en mi vida... él lo supo inmediatamente, sintió cada contracción de mis músculos y el grito de placer y bebió de mí todo lo que pude darle...

-eres exquisita Sara... perfecta.- hablaba aun metido entre mis piernas. Yo solamente pude sonreír mientras intentaba normalizar el ritmo de mi respiración, pero él por su parte no me daba tregua, volvió a besarme, robándome hasta el aliento; sus besos reavivaron el deseo de más en mí... sus caricias se hacían más intensas, volvía a tocarme, a estimularme en esa parte más íntima de mí, pero a pesar de que era completamente virgen, no sentía miedo, estaba entregándome al hombre que siempre había amado, desde niña mi corazón le pertenecía a él... lo sentía en todo mi cuerpo, sus caricias me estimulaban y preparaban para lo que aún faltaba...

-Sara hermosa, estas tan estrecha... mmm... eres exquisita, me muero por estar dentro de ti...- su voz y su aliento erizaban mi piel, me hablaba mientras besaba mi abdomen, iba subiendo por mi cuerpo, dando besos, mordiscos y caricias con la lengua hasta que apresó mis labios nuevamente.

-Hae Joon, por favor... dame más... quiero más de ti.- le dije en un susurro entre beso y beso, no podía esperar más, todo mi cuerpo deseaba fundirse con el suyo plenamente. Sin dejar de besarme, acercó su pene hasta mi vagina acariciándome y dejándome sin aliento de tanto placer, hasta que se posicionó en mi entrada y comenzó a llenarme poco a poco, a introducirse con suavidad, sentía una presión en mi interior, mi cuerpo estaba tratando de adaptarse a ese invasor que me llenaba de placer y dolor.

-que apretada estás, vamos poco a poco hermosa...- y volvió a besarme, sentí sus dedos tocar mi clítoris, para darme placer mientras se introducía más y más en mi.- ¿Sara, nena estás bien?- su mirada preocupada en medio de esa situación era increíblemente hermosa.

-si Joon, estoy bien, continúa por favor, no te detengas...- volvimos a unirnos con un beso apasionado su lengua tomaba mi boca con intensidad y seguía metiéndose muy dentro de mí hasta que sentí que traspasaba esa barrera que reafirmaba que hasta ese instante fui virgen. Dolía, esa intrusión en mi cuerpo era muy dolorosa, pero las caricias y la delicadeza de Hae Joon suavizaban el dolor y me llenaban de placer y satisfacción... sus movimientos eran lentos, acoplándose a mi estrecha humedad, el dolor fue desapareciendo hasta que solo quedó esa sensación de entrega absoluta que nos llenaba, sentirlo tan dentro de mí, poseyéndome completamente, haciéndome suya era lo más perfecto que jamás había sentido, cada envite, era más profundo y me empujaba a un abismo de sensaciones y placer, sentía que faltaba poco para que explotara en otro orgasmo arrollador y él no se detenía, se movía con más velocidad, jadeaba sin cesar, ambos envueltos en un momento de plenitud total.

-Sara... eres mía Sara... y yo soy tuyo- entre jadeos roncos me decía palabras interminables de amor...- ¡sí! Soy tuya Joon, solo tuya- nos miramos afirmando ese hecho... finalmente ambos habíamos reclamado nuestro amor. Después de habernos demostrado cuanto nos amábamos y cuanto nos ansiábamos, acabamos abrazados y con el cuerpo perlado por las gotas de sudor ante todo lo que acababa de ocurrir, me sentía plena y feliz... había entregado todo mi ser al hombre que se adueñó de mi corazón.

-preciosa, dime ¿te sientes bien?- me preguntó mientras me obligaba a mirarle a los ojos.- sí Hae Joon, estoy bien amor mío...- esto último lo dije casi en un susurro.- ¿cómo me llamaste?- sonreía exigiendo que le repitiera lo que acababa de decir. Con timidez sonreí y le dije- mi amor...

-amo que me llames así, preciosa.- y entre risas, besos y caricias nos sumergimos nuevamente en la pasión y el amor que sentíamos el uno por el otro.

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