En el alba de la oscuridad

1 El sueño real.

Toda mi vida he pensado que el retorcido y oscuro rincón del fondo de mi mente me ha hecho sentir viva, pues en el nada me lastima y nada me importa, en el soy feliz, y en el hallare mi corazón.

Delirios de mundos poseídos y universos fracturados.
la soledad de los otros se ha convertido en mi realidad y la íntima verdad sobre el amor propio me ha hecho derrumbar entre lágrimas.
La gente mayor siempre cree tener la razón sobre todo y te menosprecian por decir lo que piensas, la gente es miserable e hipócrita, aparentan felicidad ante la gente pero se mienten en el interior.
Paso las noches con la mirada perdida en la ventana, imaginando todas las posibilidades y los miles de mundos que se me ocultan.
Muchas veces he sentido que el cansancio y el vacío que atormentan mi vida se vuelven más fuertes y que la esperanza de seguir en todo esto se desvanece en un sueño muerto.
siento que día con día me destruyo más y que nada vale la pena, pero... como no cansarse de la tristeza continúa? cuando esa mierda es lo único que alimenta tu vida.
La violencia, las heridas y las decepciones han sido lo que han representado mi valiosa juventud.
Tal vez nunca merecí nada esto, tal vez si, quien sabe, solo se que después de todo somos los dueños de nuestros propios infiernos y nuestros propios demonios y el mundo no es más que una pequeña pecera olvidada.

Florence se había encerrado en su habitación, deteniéndose un momento frente a la puerta rogando que su madre pudiera entenderla y simplemente darle un abrazo o una mirada cálida, esperó y reposo su frente sobre la puerta pero jamás sucedió, una lágrima la hizo volver a la realidad y aceptar que ella no vendría, que no estaría ahí, por qué jamás estuvo y  jamás estará, su mente recibió una puñalada de realidad y sintió nuevamente la ira y el dolor, una ira y un dolor punzante que crecían mientras su esperanza moría.
Camino hasta su velador y tomo su teléfono, se colocó los audífonos y se recostó en la cama mientras buscaba sus álbumes favoritos: Black Flag damaged y PIXIES Doolittle.
Al cantar y sentir su música, las lágrimas que tanto se habían ocultado ahora parecían eternas.
tomo las cobijas y se refugio en ellas apoyando su rostro sobre la almohada mientras contemplaba la oscuridad que estas producían, una oscuridad pura y amarga, una oscuridad que parecía ser el reflejo de su propia alma.
Pronto había dejado de llorar, solo se remetía a observar el tejado y su ventana, mirando como las tonalidades del cielo cambiaban por el atardecer y jugueteaban con aquella escena siniestra y surreal de los árboles y sus ramas que eran movidas por el viento.

"Dicen que cuando el sol se oculta y las sombras lo inundan todo, las más extrañas cosas suelen suceder"

Cerró los ojos y se dejó llevar por sus pensamientos mientras caía en el espacio onírico de sus sueños y su mente se perdía lentamente en lo abstracto del subconsciente.
Pero de pronto y rompiendo ese mágico estado, su teléfono sonó y la despertó, aun adormecida lo busco para contestar, era Andrus, su novio, el único que la había comprendió siempre, el único que la hacía sentir importante, el chico con el que compartía esa extraña manera de ver la vida.
Ellos eran...distintos a todos, retorcidos, diría de cierta manera, viviendo siempre en sus mundos despreciando todo y a todos, ellos llenaban su vacío mutuamente, sintiéndose comprendidos
al estar juntos, encontraban belleza entre sus pesadillas y un cielo entre sus infiernos.