En el alba de la oscuridad

El fin. La luz

Claris salió apoyándose en un pilar y mirando la escena ante sus ojos.
- Lo siento, lo siento, lo siento repetía Florence que no sostenía el llanto y trataba de cubrir con sus manos el sangrado, Andrus sostenía aun su mano y la miraba a los ojos mientras con la otra trataba de secar el rostro de Florence y le sonrió con dulzura, había entendido su destino y estaba en paz con el. Aquel gesto conmovió demasiado el corazón Florence y con todo el dolor que nunca había sentido le devolvió la sonrisa y acaricio suavemente su mejilla.

- te amo susurro. 

- te... te amo susurro el tambien aun con la sonrisa en su rostro y su vida se apago para siempre.
Florence cerró sus párpados, tomó sus manos juntas y las besó por última vez.

 las colocó sobre su pecho y se levanto dando la vuelta. Los arboles se agitaban por el fuerte viento y la lluvia generaba un ruido estruendoso en todos los lugares en los que caía, dirigió su mirada a la entrada de la casa y vio a Claris que seguía apoyada en aquel pilar mientras la lluvia mojaba su cabello y su rostro., con todo el odio  de su corazón Florence la apuntó con el arma y dio 3 tiros, falló dos y uno le rozó el brazo, Claris corrió refugiándose nuevamente en la casa.
Florence seguía apretando el gatillo pero las balas se habían acabado, tiro el arma con mucha ira y la siguió entrando también, la empezó a buscar pero todo estaba muy oscuro, la lógica y la cordura moral ya no jugaban ningún papel en su mente, en ese momento, mientras veía las sombras macabras que las luces forman y el piso cubierto de sangre, Claris corrió hacia ella con toda la velocidad y fuerza que podía para atacarla, Florence trato de alejarse pero Claris se aventó sobre ella tomando su cabello y arrastrándola por el piso.
Florence solo gritaba y se agitaba tratando de soltarse.
-Que mierda estás haciendo!!? Claris se detuvo de golpe y se agachó para mirarla.
- la luz en el fondo de todo esto.
-Que?? De que mierda estás hablando!!?
-La vida. Susurro, la vida decía riendo y mirando hacia el suelo, como serás capaz de salir del abismo eterno?
Florence poseída por la venganza y la ira, se cansó de sus palabras y se echó sobre ella golpeándola con todas sus fuerzas.
Claris no mostraba resistencia alguna, Solo sonreía mientras Florence la estrangulaba salvajemente sintiendo un placer bestial al hacerlo.
Claris Moria, su mirada se llenaba de muerte, las manos de Florence no dejaban de apretar su cuello , Claris se había desmayado pero Florence no la dejo, seguía y golpeaba su cabeza contra el suelo una y otra vez. Su cuello se había tornado de una tonalidad verdosa y morada,
su alma había sido ultrajada desde el momento que cayó en el juego de Dylan, todo, había empezado por simples palabras bonitas de alguien que se mostraba gentil, terminando con aquella horrible mirada de horror en sus ojos sangrientos.
Florence se retiró temblando y asustada, demasiado agitada y trastornada por sus actos, a su alrededor solo miraba cuerpos y sangre.
En aquel siniestro silencio solo podía escuchar gritos y susurros que creía provenían de la lluvia, que caía a montones, desvió su mirada y encontró tirado su cuchillo a unos metros, lo tomo observándolo sentada como una demente, como un ser podrido y sin salvación que se retuerce como una rata entre la suciedad.
una mente consciente y abrumada por la realidad que jamás había encontrado la paz en la vida, un sentido o una esperanza, se mecía de un lado a otro con la mirada clavada en su regalo, deseando nunca haber nacido, nunca haber sentido dolor ni miedo, deseando cortar sus venas  cerró los ojos fuertemente, refugiándose en un pequeño rincón, oculto su rostro entre sus piernas mientras miraba la puerta abierta de la casa y la lluvia que cubría todo a su alrededor, aquel hermoso y sereno ruido traía a su mente un sentimiento extraño de perfecta armonía existencial, no comprendía el por qué de dichos sentimientos tan reconfortantes sabiendo el horror que tenía en su delante, el escenario tan turbio y macabro que ella misma había perpetuado, una auténtica y oscura masacre, la muerte y la soledad. Un miedo horrible e indescriptible violaba sus entrañas, un terror desconocido y asqueroso le carcomía el cerebro., frágil, efímera y extraña.
Las lejanas melodías atravesaban las paredes como los viejos fantasmas del tiempo que la reclamaban, su mirada había quedado clavada en la lluvia, como hipnotizada por las gotas que rebotaban y generaban una absurda paz.
un silencio interrumpido por el sonido natural de la lluvia era lo único que oía, se había calmado, su respiración se había tranquilizado, en toda su vida nunca había tenido un sentimiento tan profundo como aquel, era como si su mente se personificara y hablara con ella misma, como viejas amigas y como si lo único que existe fuese la lluvia  y una vieja habitación gris. Como si la existencia fuera un sueño y la vida una pesadilla.
El espacio decidió fundirse en la oscuridad perpetua cobijada con tenues luces violetas y rojizas, mientras la extraña maleza cubría las lágrimas de los árboles y las tierras húmedas., las frías aguas del lago cubrían sus pies desnudos, ella solo miraba el horizonte, pérdida, tratando de encontrar la vida fuera de la vida, el viento movía suavemente las blancas telas de su largo vestido y agitaba su cabello como una pintura en el lienzo de un Dios, como un idea que jamás se puede controlar, la idea eterna y destructiva de una libertad salvaje, un mundo entre miles de mundos que se destruye por la noche. El silencio absoluto desgarro la realidad, una realidad nunca soñada, y una guerra de almas jamás contada, que se desvanecía en el suspiro de una dama, que Moria en el viento y hacía el amor con la locura. Una dama nacida en el olvido.

los leves sonidos del agua chapoteante se escuchaban en sus pensamientos, inmovilizándola destruyéndola y cubriéndola con un manto de agua congelada. Cubriéndola con una ola de recuerdos en un océano infinito y oscuro sin esperanza, siendo la  pesadilla sincera y real de la naturaleza humana.