En el alba de la oscuridad

7 Segunda parte: Miedo

Jacob rio quitando la saliva de su rostro y se acercó a ella tocando su cintura.
- que mierda haces suéltame! Dijo Florence añejándolo al instante, pero el no se detuvo y solo la agarro con fuerza y a pesar de los forcejeos que ella hacia, el logro arrastrarla y meterla en el baño, luego solo cerro la puerta con fuerza.
-Te arrepentirás, o más bien lo gozarás maldita perra, le dijo mientras la arrinconaba contra la puerta.

- Por que mierda haces esto repetía Florence con furia y sus movimientos frenéticos solo estresaban mas a Jacob, quien la abofeteo fuertemente, Florence solo miro al piso y dejo de gritar, Jacob llevo nuevamente sus manos a su cuerpo tratando de romper la parte alta de su vestido, parecía un maldito enfermo, agarraba sus piernas y trataba de levantar su vestido pero Florence detenía y baja sus manos haciendo presión con toda su fuerza, pero Jacob no se detenía y ella logro alejarlo brevemente de un empujón.
- que mierda haces?!!
Jacob no decía una palabra, estaba exaltado y en su rostro solo se marcaba una asquerosa sonrisa enferma, abrió sus manos y lentamente quería volver a tocarla y sin darle tiempo corrió como un depredador hacia ella, de nuevo llevo sus manos hacia su pecho, pero Florence lo detuvo dándole un codazo en la nariz, el resbalo en la baldosa y jalo a Florence que cayo sobre el golpeándose contra el inodoro, Jacob se escabullo quejándose y se reposo contra una pared agarrando su nariz que no paraba de sangrar, segundos después empezó a gritar insultando a Florence, ella estaba aterrada, envuelta en pánico, y su manos le temblaban, solo quería alcanzar la perilla de la puerta y largarse de ahí, logro ponerse de rodillas pero justo antes de que lograra ponerse completamente de pie Jacob había explotado en furia por el golpe y agarró su tobillo y jalándola hacia el hasta que pudo ponerla boca arriba Jacob seguía riendo como un desquiciado mientras que las gotas de sangre de su nariz se perdían en el vestido negro de Florence, se dirigió a su cuello y empezó a besarla llenándolo de sangre, empezó a tocar sus piernas tratando de alzar su vestido y llegar a sus bragas para quitárselas, ella solo podía sostener su vestido tratando de que Jacob no se lo quitara, gritaba desesperadamente y esto enfureció a Jacob quien aprovechando su posición y la golpeo en la cara, la visión de Florence pareció nublarse y se desoriento, el golpe la había dejado mareada y sin fuerzas, Jacob al mirar que Florence ya no gritaba ni intentaba escapar, se bajo los pantalones rápidamente y se posiciono encima de Florence otra vez, ella estaba destruida y casi sin fuerzas, sabia lo que Jacob estaba apunto de hacer, sentía con sus manos el cuerpo de Jacob que se acercaba a ella jadeante como un perro, todo había pasado demasiado rápido y el miedo la había paralizado, su cuerpo aun temblaba sin control pero logro llevar su mano derecha al borde de su pierna hasta llegar.

Un dolor frio y paralizante recorrió todo el cuerpo de Jacob, Florence había clavado profundamente su pequeña daga en su vientre y lo apretaba con mucha fuerza, lo retorcía para luego sacarlo de golpe, pudo escuchar  la piel de Jacob desgarrarse y la sangre fluir incontrolablemente, realmente disfruto los gritos de dolor y terror que se reflejaban perfectamente en su mirada y en su rostro, una mirada de pánico, de un ser que ve cerca la nada eterna y siente el frio más angustioso posible.

Jacob se retorcía de dolor mientras ella, asustada empujo su cuerpo a un lado, había entrado en pánico y no sabia que hacer, inmediatamente corrió hacia la puerta y puso seguro, Jacob seguía retorciéndose mientras gritaba y la maldecía, ella lo miro y se acercó buscando ansiosamente el teléfono en su pantalón, mientras este, moribundo trataba de levantarse y decir algo.
Cállate!! Le gritaba, mientras buscaba el aparato, finalmente lo encontró y lo agarro pero este, como era de esperarse tenía contraseña.
- cual es?!! Dime!!! Dime mierda!!!
Jacob ya no podía hablar y solo la miraba, Florence se agacho y tomo su mano, ambas manos temblaban pero su huella dactilar le dio acceso, se sentó en la taza y entro en la galería, vio sus fotos, paisajes, tareas, selfis y fotos con sus amigos, fotos bastante normales, nada extraño pero el video de Claris no estaba, salió de ese álbum y empezó a ver los otros hasta que encontró una carpeta que no tenía nombre solo estaba nombrada como: .x.
entro en ella y encontró lo peor que pudo ver, era Dylan y el posando ante una chica desnuda, atada en una cama y con las piernas abiertas y una gran mancha de sangre en medio, siguió pasando las fotos y vio a Sahara, una chica que recientemente se había cambiado de colegio, ella, también yacía desnuda en una cama, inconsciente al parecer, siguió pasado y vio como la habían golpeado, habían quemado sus senos, la habían estrangulado y habían metido todo tipo objetos en su vagina, todo esto había sido grabado por el. El asco la hizo detenerse y querer vomitar, vio al menos 15 chicas, que habían sido drogadas y violadas brutalmente por estos tres.
Apoyo su brazo en la pared un momento tratando de calmarse y de respirar, Jacob apenas y se movía, solo produjo un pequeño sonido con su boca, Florence siguió pasando los videos hasta que llego al de Claris, verla así nuevamente solo la lleno de una ira e impotencia insostenible por todas las chicas que habían sufrido, aventó el teléfono y se lanzo sobre Jacob apuñalándolo despiadadamente en todas partes, el cuchillo perforaba su pecho y su cuello, todo el piso y las paredes empezaron a llenarse muy rápido de sangre no tenía remordimiento alguno de apuñalarlo en en el rostro y desgarrar sus ojos. Ninguna idea moral era lógica en ese instante, el cuchillo a veces chocaba contra el piso por la fuerza y la ira frenética descontrolada con la que Florence lo clavaba en su piel, una ira que no había visto la luz en años, una ira reprimida en el fondo de su oscura alma que aquella noche había salido de una manera increíble.
Al detenerse tiro el cuchillo y desvió la vista del cuerpo, pero vio todo el piso que se había cubierto por grandes charcos de sangre y pequeñas partes de piel.